viernes, 24 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD


Feliz navidad para todos los amigos que son conscientes de lo que celebramos esta Noche Buena

martes, 14 de diciembre de 2010

Wikileaks y las guerras cibernéticas

Lo único sensato es aprender a pelear en el espacio cibernético”. (Carlos A. Montaner)


El pasado 7-12-10, con ocasión de vincular y comentar un video de la americana FoxTV que se titulaba Wikileaks continuará, en mi perfil de facebook, lo acompañe con el siguiente comentario: Evidentemente en el mundo de las comunicaciones electrónicas será difícil que las arbitrariedades –por decirlo de un modo suave- de los gobiernos queden sin saberse. Claro que reconozco que, a corto plazo, tales actos de “piratería” informática entorpecen la gestión de los gobiernos. Pero a medio plazo, y como mucho a largo plazo, serán imparables para el bien de los ciudadanos y de la democracia.

Cuando pasó un rato consideré que había estado un tanto precipitado en no alinearme con la mayoría que estaba en contra de wikileaks; mucho me temo que me voy a quedar solo, pensé. Para mi tranquilidad, posiblemente al día siguiente, me encontré varias columnas de opinión que coincidían en lo básico con la mía exhibida en facebook. Entre dichas opiniones deseo destacar una firmada por Borja Bergareche. Analiza el asunto de wikileaks como un fenómeno de los nuevos tiempos de Internet, de donde destaco la siguiente afirmación: «la única manera de terminar con las filtraciones es eliminar el secreto de la vida de los gobiernos».

Pero la guinda que me ha empujado a escribir este post ha sido una columna de Carlos Alberto Montaner que figuraba en el diario La Gaceta del pasado domingo día 12-12-2010, titulada “Wikileros” al ataque.

Carlos Alberto Montaner, nacido en la Habana, Cuba, en 1943, reside en Madrid desde el año 1971. Es uno de los periodistas más leídos del mundo hispánico. La revista Poder calculó en seis millones los lectores que semanalmente se asoman a sus columnas y artículos, reproducidos en docenas de diarios y revistas. Ha publicado unos veinticinco libros de ensayos y narraciones. Divide su tiempo entre Madrid y Miami.

Me hubiera gustado pegar en este post las señas del citado artículo para satisfacción de los interesados en el tema. Pero, curiosamente, el diario La Gaceta no lo reproduce en su edición de Internet. Aprovechando que conservo el ejemplar de papel de dicho día, y considerando que el asunto es de especial interés, y dado también la especial relevancia del escritor cubano, haré un breve resumen del citado aleccionador artículo.

Empieza su columna Montaner diciendo, “estalló la guerra en el mundo virtual”. Comenta como han surgido enseguida los partidarios de Julián Assange, que están haciendo de las suyas atacando a los gigantes norteamericanos. A este grupo de nuevo guerrilleros Montaner los llama, “wikileros”.

Los wikileros están especialmente enfadados por la detención de Assange en Londres, acusándole de en extraño delito sexual del que, según dicen los suecos, aconteció en su país. Los detalles del delito sexual son tan peregrinos que el casi siempre serio Juan Manuel de Prada dedica su columna de hoy en ABC al asunto con el divertido título de La Violación Assange: “…el esfuerzo de credulidad que exige aceptar los cargos esgrimidos contra Julián Assange, a quien una señora o señorita sueca acusa de haberla violado «mientras dormía» con él en su misma cama. /../ A partir de ahora tendremos que llamar «violación Assange» a esta nueva modalidad de delito sexual, tan superferolítica y estupefaciente.”

Sigue diciendo Montaner que “Los wikileros mañana pueden paralizar el Banco de Londres o la Volvo de los suecos”. Más adelante advierte que “Estamos ante la primera guerra mundial cibernética”, cuyos guerrilleros están “…más cerca de Woody Allen que de Rambo”. “No están atados ni a banderas ni a naciones. /../ Crecieron en el territorio salvaje de Internet, donde (afortunadamente) no hay leyes ni control.”

Lo mejor de la breve columna de Montaner aquí glosada, es el último párrafo que no tiene desperdicio. “Mientras más se esfuerce Washington en silenciar a Assange, más vida tendrán estas historias y más guerreros de Internet saldrán a recoger la antorcha. Lo único sensato es aprender a pelear en el espacio cibernético. La guerra del futuro ya llegó.”

lunes, 22 de noviembre de 2010

La crisis hace peligrar la “Sociedad del Bienestar”

Hará unos 10 días escribí en el “muro” de mi perfil en facebook la siguiente pregunta: ¿Se está produciendo una inquietante metamorfosis desde la Sociedad del Bienestar a la de la "sociedad del malestar"?

Escribí: “Como economista y escritor, invito a aquellos amigos, y no amigos, que estén más o menos informados de lo que está aconteciendo estos días en toda Europa, a que respondan a mi pregunta. Digo más o menos, porque basta con ver unos cuantos telediarios, no sólo los de la BBC, o el telón de fondo de la llamada "Cumbre del G-20" para conocer la situación. Varias tormentas marcan la "meteo político económica": la lucha de divisas, la canciller Ángela Merkel, China, el nuevo impuesto que se propone implantar la CE a las instituciones financieras, para crear un fondo con el que pagar su seguro contra catástrofes. Está feo que a eso lo bauticen con la ya vieja expresión de "Tasa Tobin".

En su día, el viejo Premio Nobel de Economía, protestó por el abuso que algunos hacían de su nombre para respaldar ciertas interpretaciones torticeras de lo que él dijo. En resumen, se avecinan nuevos tiempos que traerán barreras proteccionistas que frenarán el comercio internacional. ¡El último que cierre la puerta y apague la luz, que hay que ahorrar!”
Hoy quiero ampliar el asunto entonces planteado con algunos datos que hace que, efectivamente, aumente mi preocupación por el peligro de cambio o desaparición de la perla de la corona europea.

Efectivamente, hace unos días, Dominique Strauss-Khan gerente del FMI, alertaba, sin andarse con rodeos, sobre el fin de la sociedad del bienestar. Según sus propias palabras, “la envidia del mundo” está amenazada por los bajos niveles de crecimiento y las pobres perspectivas de empleo de la economía europea.

Según los datos que ofrece la citada organización FMI, a finales del mes de septiembre, del total de parados que hay en España –más de cuatro parados registrados-, solo el 73,9% cobraban alguna prestación. Además, no deja de aumentar el gasto asociado al pago de dichas prestaciones durante la crisis. En concreto, España tendrá que destinar en el año 2011, más de 30.000 millones.

Tanto la protección de los desempleados como el sistema de pensiones, a nivel mundial, ofrece muchas irregularidades. Así, mientras en Europa Occidental el 92% de los jubilados disfrutan de la correspondiente cobertura, en USA es del 75,6%, en América Latina no llega al 50% y a nivel mundial presenta una media del 40%. Pero como todos valores medios, son sólo eso, un estadístico que presentan una desviación considerable sobre la media, en este tipo de cálculos. Porque en el África subsahariana el valor medio que se obtiene es del 15%, mientras que hay países que no llegan al 3%.

Hoy mismo hemos sabido que Irlanda ha aceptado ser rescatada de la quiebra en la que ha caído su sistema financiero. Mientras que alguna ministra exhibe su constante sonrisa de satisfacción por el triste acontecimiento, la realidad es que el hecho nos confirma, sin lugar a dudas, de la gravedad en la que se encuentra UE y especialmente su precipitado Euro, que ahora nos tiene metidos en un laberinto del que no encontramos su salida.

La crisis hace peligrar la “Sociedad del Bienestar”

Hará unos 10 días escribí en el “muro” de mi perfil en facebook la siguiente pregunta: ¿Se está produciendo una inquietante metamorfosis desde la Sociedad del Bienestar a la de la "sociedad del malestar"?

Escribí: “Como economista y escritor, invito a aquellos amigos, y no amigos, que estén más o menos informados de lo que está aconteciendo estos días en toda Europa, a que respondan a mi pregunta. Digo más o menos, porque basta con ver unos cuantos telediarios, no sólo los de la BBC, o el telón de fondo de la llamada "Cumbre del G-20" para conocer la situación. Varias tormentas marcan la "meteo político económica": la lucha de divisas, la canciller Ángela Merkel, China, el nuevo impuesto que se propone implantar la CE a las instituciones financieras, para crear un fondo con el que pagar su seguro contra catástrofes.

Está feo que a eso lo bauticen con la ya vieja expresión de "Tasa Tobin". En su día, el viejo Premio Nobel de Economía, protestó por el abuso que algunos hacían de su nombre para respaldar ciertas interpretaciones torticeras de lo que él dijo. En resumen, se avecinan nuevos tiempos que traerán barreras proteccionistas que frenarán el comercio internacional. ¡El último que cierre la puerta y apague la luz, que hay que ahorrar!”

Hoy quiero ampliar el asunto entonces planteado con algunos datos que hace que, efectivamente, aumente mi preocupación por el peligro de cambio o desaparición de la perla de la corona europea.

Efectivamente, hace unos días, Dominique Strauss-Khan gerente del FMI, alertaba, sin andarse con rodeos, sobre el fin de la sociedad del bienestar. Según sus propias palabras, “la envidia del mundo” está amenazada por los bajos niveles de crecimiento y las pobres perspectivas de empleo de la economía europea.

Según los datos que ofrece la citada organización FMI, a finales del mes de septiembre, del total de parados que hay en España –más de cuatro parados registrados-, solo el 73,9% cobraban alguna prestación. Además, no deja de aumentar el gasto asociado al pago de dichas prestaciones durante la crisis. En concreto, España tendrá que destinar en el año 2011, más de 30.000 millones.

Tanto la protección de los desempleados como el sistema de pensiones, a nivel mundial, ofrece muchas irregularidades. Así, mientras en Europa Occidental el 92% de los jubilados disfrutan de la correspondiente cobertura, en España es del 85%, en USA es del 75,6%, en América Latina no llega al 50% y a nivel mundial presenta una media del 40%. Pero como todos valores medios, son sólo eso, un estadístico que presentan una desviación considerable sobre la media, en este tipo de cálculos. Porque en el África subsahariana el valor medio que se obtiene es del 15%, mientras que hay países que no llegan al 3%.

Hoy mismo hemos sabido que Irlanda ha aceptado ser rescatada de la quiebra en la que ha caído su sistema financiero. Mientras que alguna ministra exhibe su constante sonrisa de satisfacción por el triste acontecimiento, la realidad es que el hecho nos confirma, sin lugar a dudas, de la gravedad en la que se encuentra UE y especialmente su precipitado Euro, que ahora nos tiene metidos en un laberinto del que no encontramos la salida.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Que Tea Party sí, que Tea Party no. La Parrala

Que sí que sí, que el TP no es la derechona.
Que no que no, que esto es una partitocracia.
Que sí que sí, que la gente está harta de los políticos
Que no que no, que las listas son cerradas.

Que sí que sí, que las redes sociales juegan.
Que no que no, que no tenemos think tanks.
Que sí que sí, que las redes se tranforman en partidos
Que no que no, que no hay sociedad civil.

Amigos, ¿qué opinais vosotros de este debate? Según yo lo veo las izquierdas -porque son vaarias, como son varias las derechas- tienen miles de "plataformas", grupos, sincronizados por SMS, con los nombres más variados, donde predomina la cosa cultural, con ceja o sin ceja. Como decia, según yo lo veo estos numerosos grupos "sociales" se les aprecia una caracteristica: siempre entran en acción, o bien para defender al Gobierno de izquierdas, o bien para cargarse el sistema. O sea, los antisistema, los de "otro mundo es posible", o los increibles multiculturales. Sobre los defensores del calentamiento de la Tierra, no hablo; están pasando por un trance complicado. Veremos qué pasa.

Ah, la derecha. La derecha, o derechona -con tono peyorativo- es otra cosa. La verdad, yo no sé si lo que estoy pensando es políticamente correcto, o no. Os aseguro que lo que voy a decir es en serio. Me voy a referir a Belén Esteban. Estoy sorprendido como he cambiado mi opinión sobre la Princesa del Pueblo debido a los últimos capítulos de su actuación en TV. Os aseguro que no soy el único. ¡Es impresionante! No se aredra ante nadie. Es brutalmente sincera. Tiene miles, o millones de seguidores. Yo mismo me he convertido en estabanista -no me suena decoroso llamarme belenista-. Pues bien, si BE se lo propusiera, sería el germen de un Tea Party a la española. Por favor, que nadie haga coña de esta sincera opinión. Así están las cosas.

domingo, 10 de octubre de 2010

Para qué el poder total

Willy Toledo [miembro activo de la plataforma de la zeja ^^]: "Vargas Llosa es un derechista muy peligroso".EcoDiario.es, 8/10/2010 - 19:23

El actor español Willy Toledo ha vuelto a ser noticia una vez más por sus polémicas declaraciones. En esta ocasión ha dedicado unas palabras al ganador del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, de quien ha afirmado que "es un derechista muy peligroso".

Asimismo, ha asegurado que "por la parte literaria, el premio se lo merece, ya que es uno de los mejores escritores a los que he tenido acceso, otra cosa es su deriva ultracapitalista y neoliberal", según publica el diario El Mundo en su edición digital.

En este sentido el actor ha señalado que "no entiendo que un intelectual de la izquierda que ha palpado miseria e injusticia se transforme en un derechista muy peligroso".

"Siento desprecio por la gente que sabiendo cómo está el mundo, se sitúa al lado de criminales por sus propios intereses" ha añadido Toledo en un acto celebrado en Palma, donde ha participado en el Festival de Cine de Derechos Humanos de Mallorca.

Largo Caballero dijo en Alicante el 25 de enero de 1936: «Las elecciones no son más que una etapa de la conquista del poder y aceptamos su resultado tan sólo a beneficio de inventario. Si triunfa la izquierda, podemos actuar dentro de la legalidad con nuestros aliados, pero si gana la derecha, tenemos que ir a la guerra civil. Deseo una República sin lucha de clases; pero para ello es necesario que desaparezca una de ellas. Esto no es una amenaza, es una advertencia. Les advierto que no hablamos por hablar, sino que cumplimos nuestra palabra».

Reflexión propuesta sobre los textos recogidos más arriba.

La gran aspiración del marxismo-leninismo es acabar con la lucha de clases. Para lograrlo es necesario eliminar a los que discrepan, lo que se puede conseguir disponiendo del PODER TOTAL. A pesar de los años transcurridos, Willy Toledo nos demuestra que para algunos radicales la aspiración de eliminar a los “peligrosos” sigue viva, aunque envuelta en otros ropajes de pegajosa palabrería progre.

Es una ingenuidad pensar que esa aspiración es sólo propia de nuestro tiempo. Traigo a colación un texto del generalmente mal comprendido Maquiavelo, que no era maquiavelista, sino un feroz crítico de los poderosos príncipes a los que con gran talento les puso delante un espejo donde se reflejaba su perversión: "Yo digo que quienes condenan los tumultos entre los nobles y la plebe atacan lo que fue la causa principal de la libertad de Roma, y que se fijan más en los ruidos y gritos que nacían de esos tumultos que en los buenos efectos que produjeron. En toda República hay dos espíritus contrapuestos, el de los grandes y el del pueblo, y todas las leyes que se hacen en pro de la libertad nacen de la desunión de ambos...". Y mucho antes Tito Livio dijo en uno de sus famosos discursos de la primera época: “la división social es propia del orden político”.

domingo, 4 de abril de 2010

RA, la nueva religión

En la ya larga lucha del materialismo dialéctico contra las religiones, especialmente contra la cristiana, a la que cínicamente calificaron como “opio del pueblo”, los ideólogos del marxismo-comunismo han conseguido cambiarle la camisa (la religión) a la “ciudadanía” sin quitarle la chaqueta. Malabarismo ideológico mágico. O sea, para que la “ciudadanía” no note el vacío, han sustituido una religión por “otra”, que llamaremos RA.

El perfil de la nueva Religión Alternativa (RA) es el siguiente:

• Sus profetas: Marx y Engels.
• Su libro con su credo y sus mandamientos, inspiradores de su fe: El Capital.
• Sus sectas derivadas, con piel de cordero: la teología de la liberación con su himno el “cristo de Palacaguina” (C M Godoy); la revolución bolivariana. Una nueva rama del socialismo, el zapaterismo, en construcción.
• Su culto a los fundadores con sus cuerpos incorruptos en grandes mausoleos: Lenin, Mao, Dimitrov (el búlgaro del batallón Dimitrov de las Brigadas Internacionales de la GCE).
• Sus santos y sus mártires: Che Guevara y discípulos.
• Su especial concepto de la “virtud”: La República de la Virtud y el nuevo santoral. “La virtud sin el terror es inútil” -discurso de Robespierre 7 de febrero de 1794-.
• Sus santos vivos: Carrillo, Los hermanos Castro y Chávez, el gorila bolivariano.
• Sus milagros: el final de la “lucha de clases” y la fantástica maravilla de la recreación del paraíso terrenal “del trabajador”.
• Sus signos: La hoz, el martillo y el puño cerrado de la mano izquierda.
• Sus cánticos de adoración a la santísima utopía –el paraíso en la tierra-: la Internacional, La Muralla (A. Belén y V. Manuel) –cierra la muralla-, Imagine (Lenon), el “cristo” de Palacaguina (C M Godoy), y muchas muchas más, especialmente en rock duro.
• Su sector preferente de acción estratégica: las “plataformas de la cultura”, los artistas del cine y el teatro, el club de la ceja (^^) y ciertos “intelectuales y periodistas comprometidos”. El santo y seña de esta estrategia, Antonio Gramsci.
• Nuevos aliados tácticos: el islamismo radical, los ecologistas radicales del cambio climático, los antiglobalización, los nacionalistas separatistas y los sempiternos anti sistema con su religión Discordiana.
• Su posicionamiento estratégico internacional: La ONU, cuya Asamblea General está constituida, mayoritariamente, por países que se intitulan, sin rubor, repúblicas democráticas, pero no lo son; incluso presiden, por riguroso turno, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
• Nuevo poder feminista: requiere la implantación de un nuevo hombre (varón) alternativo. Algunas anuncian la llegada de las amazonas (a-mazo, sin pecho) o mujeres guerreras. Nada nuevo bajo el sol: ya en la Ilíada aparecen como las Antianiras. ¿Está en ciernes la llegada de una nueva Telestris?
• Palabra clave del debate dialéctico: la deconstrucción (Jacques Derrida, crítica al sistema) que manda que todo lo actual –calificado como viejo, incluido el lenguaje-, ha de ser sustituido por “lo nuevo”, que será necesariamente lo ALTERNATIVO.

viernes, 19 de febrero de 2010

"La Guerra es Paz", el Gran Hermano de Orwell: 1984 (I)

Utopías y distopías

La novela de ficción de Orwell, 1984, es una distopía, es decir una anti utopía. Pero dicho esto, convendrá ahondar algo sobre esta cuestión.

No viene mal recordar lo que se suele entender, digamos filosóficamente, por utopía. Estado futuro feliz de la humanidad, en el que cada persona tiene satisfechas todas sus necesidades y existe un gobierno que provee de todo lo necesario. O bien, el gobierno ha desaparecido absolutamente, tras resultar innecesario. Las dos definiciones provienen de la obra del mismo nombre, Utopía, de Tomás Moro (Londres, 1478-1535), inspirado por el idealismo de La República de Platón. Conviene advertir que el término utopía viene del griego ou-topos, que podría traducirse por ningún lugar.

Ahora es más fácil aclarar lo que se entiende, pues, por distopía, que es lo contrario de utopía, o la anti utopía. Se refiere a una sociedad opresiva, cerrada sobre sí misma, generalmente bajo el control de un gobierno autoritario, pero que lo presenta a la ciudadanía, con la ayuda formidable de los medios de comunicación y del neolenguaje –de lo que hablaré en un próximo post- como si fuera una utopía. En nuestro tiempo podemos comprobar como para algunos intelectuales, políticos, creadores de opinión, ciudadanos intelectualmente indefensos, la palabra utopía parece tener poderes mágicos.

La época en la que transcurre la obra de ficción de Orwell, 1984, fue en la primera mitad del siglo XX. Presenta un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere en la vida privada de los ciudadanos. Es imposible escapar a su control. Londres está dominada por el partido único IngSoc, o sea la abreviatura de Partido Socialista Inglés (PSI). Es una de las mejores críticas que se ha hecho de toda dictadura mediante una novela de ficción, aunque la analogía con el comunismo estalinista es incuestionable.

Esta ficción cobra vigencia en algunas zonas del mundo de la sociedad actual, en las que el control sutil de la “ciudadanía”, no es necesariamente coercitivo, ya que la tecnología del siglo XXI se halla mucho más desarrollada que cuando Orwell escribió su novela, mejor diría, ensayo futurista de ciencia ficción, en 1949. Dijo todo lo que tenía que decir, que no fue poco. En enero del año siguiente fallece Orwell. Entonces yo tenía nueve años. Mi primera lectura de Nineteen eighty-four, fue en una edición de bolsillo de Penguins Books del año 1984. Entonces yo tenía 49 años.

Lo sorprendente es que pese al tiempo transcurrido, su crítica se conserva actual. Su influencia en la literatura, el cine y los programas de televisión es abrumadora. En España, uno de los programas con más audiencia, el Gran Hermano –espero que la SGAE le esté cobrando los correspondientes derechos de autor a TV5-, nos ofrece, no sabemos si intencionadamente o no, no una “basura”, como se suele catalogar a este tipo de programas procaces, sino un develamiento de cómo es una parte, no menor, pero en expansión, de nuestra sociedad en la primera década del siglo XXI.

No estoy interesado en hacer una análisis crítico literario de la novela de Orwell, para lo que, por otra parte, no me considero competente. Y menos aún, hacer un análisis psicosociológico de la biografía de Orwell. Lo que pretendo es rastrear, detectar el léxico y la sintaxis más característica, los arquetipos, de las expresiones que Orwell pone en boca del Partido Único, el IngSoc, el Gran Hermano, en definitiva. Las grandes trampas dialécticas, claves para la manipulación de la “ciudadanía”. Ahí está, el gran mensaje de Orwell que en esta ocasión me interesa conocer. Pongo un ejemplo como muestra de la expresión máxima de la manipulación informativa, La guerra es la paz.

Aquellas obras teóricas, La República de Platón o la Utopía de Moro, que pretendían ser antorcha y guía para gobernantes bien intencionados, con el paso del tiempo se desarrollan y matizan y entran en la pendiente de ensayar la aplicación del pensamiento utópico en organizaciones políticas y experimentar con los ciudadanos de carne y hueso. En la fase inicial todo el mundo suele citar las Reducciones jesuíticas del Paraguay –se inician en 1610-, o los efímeros Falansterios de Charles Fourier, de los socialistas utópicos franceses.

Pero me alejaría de mi objetivo si por el camino me entretengo en recopilar toda la abundante literatura utópica. El hecho es que, que de una manera u otra, esta literatura ha ido reflejando la evolución de nuestra sociedad occidental tras la revolución industrial y liberal, de tal modo que las utopías literarias se han ido separando de la teoría política. En general la mayoría de los ensayos fantásticos de la literatura utópica se suele mostrar benévola con el futuro de la humanidad. Otra cosa distinta son los resultados dramáticos de la teoría política de la utopía en su andadura independiente de la ficción literaria.

Pero si hubiera que marcar un punto de no retorno en el ensayo de la utopía en el campo de la teoría política, posiblemente sea inevitable referirse a Hobbes y su Leviatán (1651). Es el gran teórico del concepto de poder. Para Hobbes, si se conjuga adecuadamente la ambición, en ocasiones, desmedida del ser humano, es posible llevar a cabo la utopía política.

Y aunque sea dando saltos en el tiempo, son significativos dos hechos reales que precipitan las acciones humanas hacia ensayos utópicos. Por una parte la Primera Guerra Mundial, del 1914 al 1918, primera catástrofe global, y por otra la Revolución Soviética de 1917 que se propone demostrar, cueste lo que cueste, que es posible construir un mundo utópico. Esta es una advertencia grave, donde la realidad supera con mucho a la ficción literaria, advirtiendo de lo peligroso que puede llegar a ser el futuro si el poder cae en unas manos dispuestas a cercenar los derechos del individuo y a manipular su percepción de la realidad, hasta el punto de que, aun padeciendo una terrible distopía, se crea que está en el mejor de los mundos utópicos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Diosa ERIS despliega su larga sombra por milenios (I)






Anverso y reversos del Gran Sello de Estados Unidos


Los Illuminati

Después de la pausa temática, impuesta por el inesperado proyecto de ley de las ministras feministas, “Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva” –o sea, Cibersexo-, orientado a darle una vuelta de tuerca más al radicalismo feminista coordinado y dirigido por Elena Valenciano, que no deja de recibir abundante nutrición privilegiada de miles de euros de todos los organismos del estado e instituciones afines, para potenciar su lobby “Fundación Mujeres” –última operación, Mujeres emprendedoras de España y África-, a pesar de la que está cayendo, reintroduzco en el blog la serie dedicada a la diosa Eris, cuya adoración, después de milenios, está en auge en los últimos años.

Como recordarán los lectores de este blog, había dedicado cuatro posts a deliberar sobre Dialéctica, amiga o enemiga de la verdad. Dentro de la serie, en el capítulo II, presenté a la diosa Eris, con el propósito de argumentar porqué Schopenhauer utilizó el calificativo de erística en el título de su libro, Dialéctica erística. Como dije en el capítulo IV, el libro de Schopenhauer, además de desacreditar a la dialéctica como arte de pretender tener razón sin tenerla, entra en conflicto con numerosos colegas filósofos. Hegel explicaba su dialéctica como algo que no tenía nada que ver, en absoluto, con la dialéctica clásica y que según Schopenhauer se basaba en absurdos que no contenían base real alguna. Contra esa dialéctica hegeliana se iría afianzando en la mente de Schopenhauer una visión de la Dialéctica en un sentido mucho más aristotélico. Kant y Aristóteles, mucho más realistas que Platón, supieron desenmascarar el verdadero espíritu de la Dialéctica, considerándola como arte de la apariencia.

Nunca me podía imaginar que al tirar del hilo de la madeja de la diosa griega Eris, la de la Discordia romana, me iba a encontrar, en nuestro tiempo, tantos adoradores políticos, escritores, seguidores que abiertamente, no sólo disfrutan viendo el desorden, el caos existente en tantos aspectos de nuestro mundo, sino que son activistas ejecutores. La sorpresa ha sido que Eris ha sido adoptada, en nuestro tiempo, como la diosa madre de la moderna religión Discordiana, el Discordianismo, fundada en 1959 por Greg Hill. Esta religión reconoce el caos y la discordia como cualidades deseables, en contrastes con la mayoría de las religiones que idealizan la armonía y el orden. Esta religión ganó popularidad con una novela de Robert Anton Wilson titulada The Illuminatus Trilogy (1975).

Es decir, al revuelo del capote, como se suele decir, han salido varios temas intrigantes, complementarios con lo tratado sobre la Dialéctica, que han despertado mi interés, sobre los que me propongo curiosear. No hacerlo sería como dejar flecos enredosos. Entre esos flecos a inspeccionar he elegido los dos que más me han llamado la atención: Los Illuminati y el Discordianismo.

Dada la extensión que impone la complejidad del asunto a tratar, lo presentaré dividido en dos capítulos. Este primero lo dedicaré a exponer sobre la secta secreta de los Illuminati y dejaré para el segundo la religión Discordiana.

Los Illuminati

Antes de adentrarnos en este asunto conviene aclarar que los Illuminati no deben confundirse con Los Alumbrados españoles que fue un movimiento religioso, digamos, una secta mística, que se desarrolló por el centro de Castilla por los años 1511 –más de dos siglos antes que los Illuminati-, que fue perseguida e incluso relacionada con el protestantismo. Hubo muchos sospechosos, entre los que figuró Teresa de Ávila.

Los Illuminati o los Iluminados, en español, es una sociedad secreta fundada en Baviera (Alemania), en 1776, por un tal Adam Weishaupt. El propósito de Weishaupt era derrotar a todos los gobiernos y reinos del mundo, a todas las religiones. En su lugar implantaría un Nuevo Orden Mundial basado en un sistema internacionalista. Además tendrían una moneda única y una religión universal. ¿Una especie de cienciología a lo Tom Cruise? Lo que esperaban el fundador de esta sociedad secreta y sus seguidores era que la ciudadanía –para mí este es un concepto gregario, lo contrario que ciudadano- alcanzase la perfección. También lo pretendieron los revolucionarios franceses, de modo que el que no aceptase la reglas revolucionarias lo guillotinaban en la plaza de la Revolución, hoy conocida como de La Concordia. Guillotina a destajo. Fueron centenares de víctimas.

Lo estudiosos de los Illuminati afirman que tenían seis metas para alcanzar a largo plazo. Abreviadamente eran los siguientes:

Derrocar todas las monarquías constituidas según el antiguo régimen.
Suprimir la propiedad privada con el propósito de que desaparezcan las clases sociales.
• Como complemento de la anterior suprimir los derechos de herencia.
• Con objeto de alcanzar el objetivo básico de esta sociedad secreta de implantar un gobierno mundial y el consiguiente control internacional, era necesario aniquilar el concepto de patriotismo y nacionalismo.
• Para garantizar que los objetivos anteriores se cumplan consideraban que era necesario acabar con la institución de la familia tradicional y clásica.
• Está claro que cualquier religión sería un peligroso obstáculo para desarrollar sus objetivos. Aunque se centraron especialmente en la destrucción de la Iglesia Católica Apostólica Romana. En definitiva sería obligatorio que la ciudadanía fuera atea. No confundir con estado laico. No religions, o sea, el objetivo final del laicismo.

Apostaría que después de haber leído lo dicho más arriba, algunos pensaran que, en la actualidad, algunas sociedades e incluso algunos regímenes autoproclamados democráticos que son de facto sucesores históricos de los Illuminati de 1776. Quiero añadir una anécdota personal a propósito de los fines de la secta de los Illuminati. Al principio cuando oía el Imagine de Lenon, me quedaba extasiado. No pensaba en la letra. Ahora, todavía, mucha gente tampoco. Después fui cayendo en la cuenta de que esta utópica letra de bellísima música, podría ser declarada himno oficial de los Illuminati. ¿No han pensado nunca en esta posibilidad? Concentrasen en la letra, y si les es posible, no presten atención a la música.

El curioso símbolo de los Illuminati

Novus ordo seclorum. Significa nuevo orden de las eras (o siglos). Aparece en el reverso del Gran Sello de Estados Unidos desde 1782 –reproducido en la cabecera de este post-, así como en los billetes de un dólar estadounidense desde 1935, al pie de una pirámide truncada. La frase está tomada de la cuarta égloga de Virgilio:

Ya viene la última era de los Cumanos versos:
Ya nace de lo profundo de los siglos un gran orden.
Y vuelve la Virgen, vuelven los reinados de Saturno;
Ya desciende del alto cielo una nueva progenie.


Además, por encima de la leyenda comentada basada en Virgilio, figura otra leyenda con el siguiente texto: “Annuit Coeptis, que se podría traducir como [Él] aprueba [nuestro] comienzo.

Centrémonos en la pirámide inacabada sobre la que aparece el ojo radiante que todo lo ve. Aquí también todo son simbolismos. La pirámide está inspirada en la Gran Pirámide egipcia. Según el creador del escudo, Charles Thompson (1782), la pirámide significa fuerza y duración. Si nos fijamos en la pirámide truncada –Estados Unidos inacabados- del citado Gran Sello americano, son trece el número de capas de piedra que se aprecian. Según algunos significa 13 años. ¿O las trece colonias? Por último nos queda hablar del ojo que todo lo ve. Se trata del ojo radiante de la Providencia. Hay que decir que no tiene origen judeo-cristiano y no aparece en la Biblia. Posiblemente tenga más que ver con El Gran Arquitecto del Universo de los francmasones.

En el anverso del Gran Sello de Estados Unidos aparece un águila calva que lleva en una pata una rama de olivo con 13 hojas y 13 olivas, en la pata izquierda lleva 13 flechas (símbolo de guerra), sobre su pecho se ve un escudo con 13 barras verticales, un lema con 13 letras que dice, “E Pluribus Unum”, o sea, de muchos, uno. Y finalmente, sobre su cabeza, figuran 13 estrellas que forman la estrella de David, signo de Israel.

Los Illuminati tuvieron mucho éxito. No les faltaron notables colaboradores. Se extendieron por Alemania, Austria, Hungría, Suiza, Francia, Italia. Reclutaron gran número de filósofos, artistas, políticos banqueros, etc. Animado por el gran éxito, Weishaupt, el fundador citado, decidió infiltrarse en la masonería para unificar todas las ramas existentes y controlarlas bajo su autoridad. Pero la rama masónica de los Swedenborg se opusieron firmemente, por lo que fracasó la maniobra de los Illuminati. Además Weishaupt sufrió los ataques de los masones de Inglaterra. Weishaupt le replicaba diciendo que la Logia de Londres estaba formada por clérigos protestantes profanos en las leyes y normas de la masonería y sin documentación que les acreditara.

En los últimos años se han publicado numerosos libros que han divulgado toda clase de intrigas y conspiraciones sobre los Illuminati. Entre los más conocidos se pueden citar Trilogía-illuminati de Robert Shea; El péndulo de Foucault de Umberto Eco; Ángeles y demonios de Dan Brown. Pero en realidad desde hace años han circulado y circulan aún estudios aparentemente bien documentados sobre las conspiraciones de los Illuminati en grandes acontecimientos de la historia. Porque hay que señalar que esta secta secreta subsistió a pesar de su prohibición, infiltrada en la masonería. A los masones, con los Illuminati o no, se les hace culpables de la Revolución Francesa, las Guerras Mundiales, los atentados del 11-S de 2001, así como de las guerras de Afganistán e Irak.

Una de las más intrigantes conspiraciones de los Illuminati es la que tiene que ver con la Revolución Francesa. En 1786, el escritor Enrst August von Göchhausen escribió un libro titulado “Revoluciones sobre el sistema político cosmopolita”, en el que denuncia una conspiración masónica-illuminati-jesuita, en la que predecía “inevitable revoluciones mundiales”, tres años antes de la revolución francesa. Curiosamente, el sacerdote jesuita francés Agustín Barruel y el escocés John Robinson, intentaron demostrar, sin ponerse de acuerdo, que independientemente del desastre económico y social del reinado francés de Luis XVI -situaciones nada infrecuentes de los reinados europeos-, el hecho determinante que puso en marcha el proceso revolucionario francés, fue un plan detalladamente planificado años antes de su estallido.

Los dos autores coinciden en una serie de cosas significativas. Un clima cultural apropiado que alimentase las fuerzas conductoras, con especial relevancia con los años del enciclopedismo y la ilustración, que era un movimiento de pensamiento iluminista. Un grupo de dirigentes y agitadores que se encargasen de movilizar las masas. La prueba de que todos los ideólogos, dirigentes políticos de la Revolución Francesa, sin excepción, fueron francmasones. Sería muy prolijo detallar aquí las pruebas con la lista de los personajes implicados. En resumen, lo que dichos autores, entre otros, pretendían probar, es que, independientemente de que estuvieran implicados o no los Illuminati, fueron los francmasones del siglo XVIII los que desarrollaron la revolución.

Para terminar con esta parte, comentar un hecho curioso, entre otros muchos, digno de mención. Me refiero a la tablilla que recoge, en un díptico, el Preámbulo y los XVII puntos de los derechos del hombre. En lo más alto del cuadro aparece, dentro de un triángulo, el ojo radiante que todo lo ve. Como es sabido uno de los objetivos fundamentales de los dirigentes revolucionarios era que llegase a ser la República de la Virtud. Sobre el método para lograrlo Robespierre dijo, “la virtud sin el terror no vale nada”.

lunes, 1 de febrero de 2010

Se radicaliza la política feminista de las ministras de Salud e Igualdad de Zapatero. “Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva”.

O sea Cibersexo

Como recordarán los lectores de este blog, los anteriores posts tenían que ver con una serie dedicada a argumentar sobre la Dialéctica Erística. Al revuelo del capote de este asunto me surgieron enganchadas otras cuestiones, complementarias, como ramo de cerezas, que despertaron mi interés como es el caso de Los Illuminati y la religión Discordiana, emparentados con la diosa Eris. Incluso ya tenía preparado el borrador con el título “Diosa Eris despliega su larga sombra por milenios”.

Pero he aquí que, inesperadamente, se me cruza en el camino el proyecto de ley que han “filtrado” las ministras de Salud e Igualdad, orientado a propagar el Cibersexo. Es tal el despropósito de ese proyecto, que no he dudado un momento en demorar a la diosa Eris para mejor ocasión y descargar, inmediatamente, mi denuedo con este post ofensivo contra esta otra oleada de feminismo radical. No es cualquier cosa este burladero para distraer al personal frente a la pésima política económica aplicada para superar la mayor crisis que hemos conocido en los últimos 50 años en España.

Estoy impresionado, no por el asunto en sí, sobre el que hay abundancia en toda la web procedente de pedófilos, pajilleros/as cibernéticos y cosas por el estilo, con todos los respetos. De esos que creen que “otro mundo es posible”, el suyo. Generalmente de mentes adolescentes, no siempre en armonía con la edad biológica. Los Peter Pan inevitables. Esto nunca seria noticia. Si acaso motivo de curiosidad para nocturnos viajeros aburridos en noches de hotel, al estilo de lo que nos contó David Bisbal que hacía ante la Tele de la habitación de su hotel, para relajarse después de sus intervenciones artísticas. Según él decía, era una manera de no ser infiel a su novia. Hasta aquí podríamos decir que es cosa de los tiempos, normal, incluso comprensible desde el sacrosanto respeto de la intimidad de cada individuo. Amén.

Ah, pero es que en esta andanada se trata de un proyecto de ley de dos ministras, sí, ministras del Gobierno de España presidido por ZParo. Es una más de las formas en que este tipo de disimulados regímenes intervencionistas –es un eufemismo-, consideran que es legítimo imponer, desde arriba, entrometiéndose en la vida de los ciudadanos. Naturalmente hay una cierta ciudadanía que salta de júbilo con tan gran desarrollo de los “derechos sociales” necesarios para hacer verdad el dicho, “otro mundo es posible”. Por cierto, no tiene nada que ver con el sufrimiento, angustia de 4.300.000 parados. Es sobre el Cibersexo. Son tan modernas estas ministras feministas que la palabra en cuestión no figura en la 23ª edición del DRAE. Nos queda Wikipedia. Pero no importa, ZP pronto irá a rezar por la familia – ¿estos americanos rezan por los nuevos modelo de familia?-

No pretendo reproducir aquí el proyecto de ley –lo que es fácil de conseguir en la web-, tan solo glosar algunos de los párrafos más intrigantes. Agárrense, que las frases tienen enjundia y requieren tiempo de reflexión para alcanzar a comprender sus altas miras “liberadoras”.

La primera glosa trata sobre LOS ESTEROTIPOS DE GENERO: «los estereotipos de género acerca de lo que es ser hombre o ser mujer en nuestra sociedad tienen graves repercusiones para la vivencia de la sexualidad de un modo placentero». Si no lo has entendido a la primera, querido lector, no desesperes. Lee despacio. O sea, ser hombre o mujer es un estereotipo. Las vacas y los toros, no son estereotipos. [WIKIPEDIA: “El término se usa a menudo en un sentido negativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que limitan la creatividad y que sólo se pueden cambiar mediante la educación”] O sea, ser hombre o mujer es una creencia ilógica que hay que reeducar. Milenios te vean.

La segunda trata sobre la CRISIS DELA SEXUALIDAD EN OCCIDENTE: «la visión de la sexualidad femenina en la historia occidental se resume en dos figuras opuestas: una ligada a la procreación y otra al erotismo». Lector, si tienes duda, el siguiente texto te ayudará a comprender: “el cuerpo de la mujeres es para otros”. ¡Maldición! Ojo, no dice otras. Lo malo es que sea para otros, los machistas. No hace falta entrar en detalles escabrosos para alcanzar a entender el mensaje de liberación feminista. Pero no puedo evitar preguntarme: ¿en el Islám está en crisis la sexualidad femenina?

Este que sigue es insuperablemente rico en lenguaje de chateo pajillero. HAY QUE REVISAR EL ROL REPRODUCTIVO DE LAS MUJERES: «necesario revisar el concepto del rol reproductivo de las mujeres, introduciendo su derecho a una salud sexual y reproductiva plena». Y añade más adelante para rematar, acusando a los heterosexuales, que lo son por: «heterosexualidad como norma y con fines reproductivos».

¿Por qué se quiere promover el Cibersexo? WIKIPEDIA: “Dado que el Cibersexo puede satisfacer algunos deseos sexuales sin comportar riesgo de embarazo o de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), puede considerarse un modo físicamente seguro para la gente de experimentar con pensamientos y sentimientos de naturaleza sexual.” Sí, la solución satisfactoria es esa que te estás imaginando. Algunos más pudorosos lo llaman onanismo, otros masturbación, para lo que sería recomendable asistir a los cursos promocionados por la CA de Extremadura. La cosa tiene su técnica. No está al alcance de cualquiera. Al final llegas a la conclusión de que lo mejor es comprar un juguete erótico –la directora del curso en cuestión tiene una tienda de tales-.

Pero, ¿y el problema de los pedófilos? Es sabido que los pedófilos, que abundan en Internet, recurren a los/las menores, con sus webcam, en su habitación solitos/as, para hacer cositas placenteras sin que se queden embarazadas y se contagien de enfermedades. Claro, en primera fase; luego viene el inevitable encuentro físico, como es sabido.

Neuralmente el Cibersexo suele dar lugar a una adicción a la red, al aislamiento social, con todo lo que esto significa en la formación de la personalidad de los humanos –quiero decir, hombre y mujeres-. Algunos expertos dicen que afecta a la productividad en los puestos de trabajo, en su mayoría con webcam. Nadie habla de la inquietante pirámide de población, del bajo índice de población activa y del disparatado y vulnerable sistema de pensiones. ¡Es que eso del rol reproductivo de la mujer es una imposición de los machistas! Habrá que recurrir a las mujeres inmigrantes, menos sofisticadas y que en principio no tienen problemas de aceptar el rol reproductivo sin recurrir a la probeta, a consoladores cibernéticos y demás juguetes eróticos.

Y para terminar, una noticia inquietante recogida de la prensa, procedente de una encuesta: “[sólo] el 45% de las españolas –femenino plural- prefieren un buen polvo que hacerse una paja mirando la pantalla”, o consolarse con un juguete vibrador. Me asaltan otras dos preguntas complicadas, o posiblemente absurdas. Nunca como ahora las mujeres dispusieron de sistemas y tecnologías que las ayuden conservarse jóvenes, sin arrugas, elegantes, bellas, ya digo, como nunca. Hay una industria destinada a mantenerlas así hasta bien entrados los 60 años. Primera pregunta, ¿Para quién? Segunda, ¿qué es la “salud sexual y reproductiva plena” que según las ministras debe ser un derecho con su articulado correspondiente? Si algún lector/a conoce la respuesta, que tenga la caridad, o lo que sea, de dejarme una explicación, para lo que hay dispuesto un recuadro apropiado al final de este post.

Perdón por no ponerme timorato en esta ocasión, lo que resultaría una afectación inoportuna para personas sensatas ante semejante patraña que requiere claridad de palabras. Saludos.

jueves, 28 de enero de 2010

Dialéctica, amiga o enemiga de la verdad. (y IV)

El arte de tener razón, sin tenerla

El libro que me propongo glosar, como ya he manifestado en la primera parte de este trabajo, Dialéctica Erística (en adelante DE) lo escribió Schopenhauer (en adelante Sch) entre los años 1830-31 cuando tenía 42 años de edad. El libro, además de desacreditar a la dialéctica como arte de pretender tener razón sin tenerla, entra en conflicto con numerosos colegas filósofos, contiene la recopilación de 38 estratagemas o ardides. En definitiva, trucos dialécticos, que son desleales, engañosos, utilizados en las discusiones, cuando uno de los contrincantes desea que prevalezcan sus tesis y opiniones propias sobre las del adversario, aun sabiendo que estas son absurdas. Por tanto, se utilizan para tener razón a toda costa, cueste lo que cueste, sea lícito o ilícito.

La maldad, la improbidad innata que caracteriza al género humano, es el fundamento que descansa en el hecho de que dos o más personas utilicen argumentos capciosos o desleales en las discusiones, puesto que, ninguna de ellas, será capaz de discutir por mor de de la verdad y ceder la razón al adversario, cuando la tenga.

Orgullo personal, tozudez, prepotencia, características esenciales del género humano, que ocasionan verdaderas batallas campales en las que, frecuentemente, no es la verdad la que cuenta, sino la prevalencia y el señorío personales

La DE en el fondo toca temas relacionados con la lógica y el funcionamiento de la mente humana. Hegel explicaba su dialéctica como algo que no tenía nada que ver, en absoluto, con la dialéctica clásica y que según Sch se basaba en absurdos que no contenían base real alguna. Contra esa dialéctica hegeliana se iría afianzando en la mente de Sch una visión de la Dialéctica en un sentido mucho más aristotélico. Kant y Aristóteles, mucho más realistas que Platón, supieron desenmascarar el verdadero espíritu de la Dialéctica, considerándola como un arte de la apariencia.

Sch redujo la Dialéctica a una mera técnica estratégica de supervivencia intelectual, por la que la verdad no era ya un objetivo final, sino una más de las apariencias y engaños utilizados para destruir los argumentos del oponente.

La obra de Sch que estoy comentado está muy acorde con el elitismo del que siempre hizo gala este autor. Hay que recordar que su discípulo más directo fue Friedrich Nietzsche.

Sch manifiesta que su escritor predilecto es el filósofo Gracián, del que dice que ha leído todas sus obras, entre las que destaca El Criticón que considera “el libro más maravilloso del mundo”.

Sch no busca ampliar una metafísica fundada, más o menos rigurosamente, en principios abstractos, sino una sabiduría de la vida, aguijoneada por la discordancia. En el marco de esta idea se sitúa el tratado de Sch sobre la erística o el arte de tener razón, en el sentido de sabiduría de la vida, lo que refleja la indudable influencia del arte y prudencia de Gracián. Es decir Sch pertenece a este grupo de filósofos que se apasionan por la mundología o por la filosofía mundana. Es decir, filosofía de carácter práctico, no especulativa.

Como Gracián, Sch supo llegar con sus escritos, también, al hombre común. El pragmatismo triunfaba tras tanta bufonada. Sch llegó a ser el filósofo más famoso de finales del siglo XIX. Hegel y los idealistas habían sido olvidados hace ya tiempo.

Las astucias, ardides y bajezas a las que se recurre, con el propósito de tener razón, son tantas y variadas, y se repiten con tanta regularidad, que permitieron a Sch hacer una interesante recopilación de 38 estratagemas que figuran en el libro comentado sobre el que se centran los comentarios y opiniones de este trabajo.

El propósito de la DE, según Sch, no es el de que alguien tenga razón objetiva en un asunto, sino el de que al final de la discusión se la otorgue, ya sea bien porque efectivamente la tiene, o bien porque haya sido muy hábil en su defensa y la haya obtenido sin tenerla.

Sería un error entender el tratado de DE como un manual de discusión. Más bien se la considera como una pequeña guía para desenmascarar las argucias y las falacias argumentativas de quienes discuten con nosotros, o de aquellos a quienes observamos en discusión con otros.

Lo que pretende demostrar Sch es que la DE es el arte de discutir para tener razón tanto lícita como ilícitamente. Los antiguos usaron tanto la Lógica como la Dialéctica como sinónimos. Aristóteles colocó juntas a la retórica y a la dialéctica, cuyo propósito es la persuasión. Aristóteles distingue, primero, la lógica o analítica como la teoría o la instrucción para obtener los silogismos verdaderos, y en segundo lugar a la Dialéctica como la instrucción para obtener los silogismos probables, los que corrientemente se tienen por verdaderos.

Todo el mundo tiene su propia dialéctica natural. También tiene su propia lógica innata. Una persona, corrientemente, no muestra carencia de lógica natural, en cambio sí falta de dialéctica. Esta última es un don natural desigualmente repartido.

Hay, pues, una serie de estrategias, que al ser independientes del hecho de que se tenga razón objetiva, pueden ser utilizadas también, cuando objetivamente no se tiene razón. Por tanto, lo que pretende Sch es diferenciar la Dialéctica de la lógica, mucho más sutilmente de cómo lo hizo Aristóteles, es decir, dejar a la lógica como referida a la verdad objetiva, y dejar a la Dialéctica como al arte de tener razón.

Para definir concisamente qué es la dialéctica habrá de considerársela despreocupándose definitivamente de la verdad objetiva, que es asunto de la lógica. La Dialéctica como tal debe enseñar únicamente cómo podemos defendernos contra ataque de cualquier tipo, especialmente contra los desleales y evidentemente como podemos atacar lo que el otro expone, sin contradecirnos y lo más importante, sin que seamos refutados.

Por eso, en la Dialéctica hay que dejar a un lado la verdad objetiva y considerarla como algo accidental y simplemente no ocuparse más que de cómo defender las afirmaciones propias y cómo invalidar las del otro.

Con frecuencia uno mismo no sabe si tiene razón o no. A veces cree tenerla y se equivoca. La función de la Dialéctica es la misma que la del maestro de esgrima que no repara en de quién es la razón en la riña que condujo al duelo. Atacar y parar es lo único que cuenta, como en la Dialéctica, que es una esgrima intelectual. Si nuestro objetivo es mostrar la validez de proposiciones falsas, no tendremos más que pura sofística. Por tanto una acertada definición de lo que es la dialéctica sería que es una esgrima intelectual para tener razón en las discusiones.

Lo esencial de toda discusión es saber lo qué sucede. Si un adversario nos ha propuesto una tesis, para refutarla existen dos modos y dos vías. Los modos son los siguientes: ad rem, con referencia a la cosa, y ad hominem, con referencia a la persona con la que se discute. En cuanto a las vías, son también dos: refutación directa y refutación indirecta. La directa muestra que la tesis no es verdadera. La indirecta que no puede ser verdad.

Protágoras fue el que dijo que el dominio de la palabra permite poder convertir en sólidos y fuertes los argumentos más débiles. Gorgias decía que con las palabras se puede envenenar y embelesar. El arte de la persuasión no está al servicio de la verdad, sino de los intereses del que habla. Antes de Platón ya, llamaban a este arte “conducción de almas”. Posteriormente incluso Platón fue más duro y lo definió como “captura de almas”.

En toda discusión o argumentación, en general, hay que estar de acuerdo, a modo de principio, en algo sobre lo cual podamos coincidir al juzgar el asunto en cuestión. Es decir, con quien niega los principios no puede discutirse (contra negatem principia non est disputandum). O dicho de otro modo, una persona docta en una materia, debe de abstenerse de discutir con quienes no lo sean, pues no puede utilizar contra estos sus mejores argumentos, que carecerán de validez ante la falta de conocimientos de sus oponentes. Sobre esta cuestión Goethe decía:

• “Nunca, incauto, te dejes arrastrar a discusiones; que el sabio que discute con ignaros expónese a perder también su norte.”

Y peor aún, si al adversario le falta ingenio o inteligencia, se sentirá enseguida herido en su parte más sensible y quien discuta con él notará enseguida que ya no lo hace contra su intelecto, sino contra lo radical del ser humano. De ahí que su mente no se ocupe de otra cosa más que de las astucias, ardides y toda clase de engaños hasta que, agotado, acabe por recurrir a la grosería.

Así pues, y para terminar, la segunda regla que podemos sacar para nuestro beneficio de estas reflexiones es, que no se debe discutir con personas de inteligencia limitada. Las astucias, ardides y bajezas a las que se recurre con el propósito de tener razón son tantas y tan variadas, que todo lo que saquemos de una discusión -que no conversión- de este género sea un terrible dolor de cabeza, malestar y subida de tensión.

martes, 26 de enero de 2010

Dialéctica, amiga o enemiga de la verdad. (III)

La palabra razonada: logos

Aristóteles, en su obra la Retórica, decía que para poder persuadir al escuchante, nuestro alegato podría recurrir a tres cosas: el logos, el ethos y el pathos. O dicho de otro modo, recurriendo a la palabra razonada, a la confianza y a las emociones.

Lo más simple que se puede decir de la palabra es que es un sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea (DRAE). Baste con reflexionar un poco sobre esta sobria definición para darnos cuenta del poder de la palabra. ¿Quién no se ha visto en la tesitura de redactar un telegrama o mensaje electrónico comprometido, para darse cuenta de la dificultad de encontrar la palabra adecuada? Con frecuencia descubrimos que el límite de nuestras ideas lo marcan nuestras palabras.

No hay nada que no se haya dicho ya sobre la palabra. Las palabras son símbolos de las cosas del mundo, por lo que a cada palabra le corresponde un significado. Cada vez que digo o utilizo una palabra pongo en juego tres cosas: su expresión, el concepto con el que la asocio, de significado constante, y la cosa a la que se refiere, que pueden ser muchas, aunque dentro de un ámbito referencial reconocible en la propiedad que comparten. O sea, el significado es la idea real que evocan las palabras. Recordado todo lo anterior, se comprende que Lewis Carroll dijera en cierta ocasión: “No hay mayor despotismo irrespetuoso, pretendidamente ilustrado, que el que a veces se ejerce sobre la capacidad esencial del significado de las palabras, atribuyéndoles otros caprichosos.”

En la fraseología popular podemos escuchar, con frecuencia, “por la boca muere el pez”. Por nuestra boca dejamos escapar más que indicios de lo que el pecho esconde. Y haciéndole caso de Cervantes, lo que salga de nuestra boca mejor suene llano, sin encumbramiento, “pues toda afectación es mala.” Y sobre todo cuidando que la palabra escogida no infunda error, pues es probable que se revuelva contra el entendimiento. O sea, nada de jugar con las palabras aunque sea tan diestramente como el sofista, porque el manoseo acaba por hacerla tan liviana que termina por no significar nada.

Jugar irrespetuosamente con el significado de las palabras -lo negro es blanco, lo blanco es negro-, parece cosa de villanos. Estas son las palabras volantonas, con alas, y puede ocurrir que se posen donde nosotros no queremos. El canario Pérez Galdós decía que “palabra y piedra suelta no tienen vuelta”. Sin duda, la palabra lanzada para golpear, puede herir más hondo que una espada.

En ocasiones, la palabra es como una fiera salvaje que hay que domesticar antes de darle suelta. Quizá, por eso son pocos los que consiguen fijar el sentido de las palabras que usan. Algunos maestros del engaño las usan para disfrazar u ocultar su pensamiento. Aunque el pensamiento así maltratado va quedando anulado, ahogado, de manera que, finalmente, no quede nada que ocultar. Esa retórica robotizada, de forma florida pero sin fondo, es como el canto de los pájaros, “que cantan sin saber lo que cantan: todo su entendimiento es su garganta” (Octavio Paz).

Decía el francés Jean Paulhan –especialista entre otras cosas en el lenguaje, no traducido al español- que si las palabras no hubiesen cambiado de sentido y los sentidos no hubiesen cambiado de palabra, todo habría sido dicho ya. Por eso, en ocasiones, la conversación con otra persona se parece a eso que se llama diálogo de besugos. Aunque no siempre estas situaciones son fruto involuntario de nuestros deseos, sino que es la expresión de un pensamiento profanado. Con lo anterior no quiero decir que sea fácil acertar que la palabra concebida y empleada en una determinada ocasión sea la conveniente. Cuando esto ocurre habría que decir que surgió la fórmula mágica.

En definitiva, la palabra es la gran herramienta de la lucha por el poder. Fue Gramsci el que le descubrió a todos estos encantadores pastores de rebaños de ciudadanía –palabra símbolo- que el camino más corto y más sutil para conquistar el poder político es el poder cultural. Por eso una de las cosas que mejor funcionan estos días en España es la acción concertada de intelectuales y artistas bienpagaos, llamados “orgánicos”, que muy eficazmente han conseguido infiltrarse en todo tipo de medios de comunicación, expresión e, incluso, universitarios.

viernes, 22 de enero de 2010

Dialéctica, amiga o enemiga de la verdad. (II)


La diosa Eris

Hesiodo, poeta de la antigua Grecia (700 a. C.) escribió una obra llamada Teogonía que viene a ser como la génisis de la mitología griega. Ahí aparece la diosa Eris, quien para Hesiodo era una de las fuerzas primordiales descendiente de Nix (la Noche). Los romanos la llamaban en su mitología la diosa de la Discordia, a la que consideraban hermana de Ares, el dios de la guerra.

Eris es conocida como quien lanzó la manzana con la que Paris elegiría a la diosa más hermosa, lo que originó la Guerra de Troya. La cosa transcurrió del siguiente rocambolesco modo. Se celebraba la boda de Tetis (divinidad marítima) y Peleo (rey de Ptía Tesalia) a la que fueron invitados todos los dioses menos Eris. Inesperadamente apareció la diosa toda enfadada con sus alas y lanzó una manzana de oro en medio de todos diciendo que el fruto debería ser entregado a la diosa más hermosa de todas. Como era de esperar las diosas femeninas comenzaron a disputarse la manzana.

Los dioses masculinos allí presentes no querían tomar partido. Zeus, el más poderoso, terminó por enviar a las revoltosas diosas al monte Ida, en la Tierra, con Hermes, quien se encargaría de llevar a Paris, el príncipe troyano, la manzana para que fuera él quien se encargara de entregarla a la diosa más bella. Las diosas entraron en una puja ofreciendo a Paris grandes regalos a cambio de la manzana de oro. Atenea le ofreció la sabiduría y el triunfo en la guerra. Hera el poder y la riqueza. Afrodita le ofreció la mujer más hermosa. Finalmente a Paris le atrajo la oferta de Afrodita y le dio la manzana y ésta cumplió su promesa dándole Helena de Troya. Y así surgió la discordia entre aqueos y troyanos conocida como la Guerra de Troya.

Como curiosidad digamos que Eris (Discordia) engendró otras nefastas personificaciones: Parió a Ponos (Pena), a Lete (Olvido), a Limos (Hambre), al lloroso Algos (Dolor), a las Hisminias (Disputas), a las Mecas (Batallas), las Fonos (las Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Neikea (los Odios), los Pseudologos (las Mentiras), las Anfilogias (las Ambigüedades), a Disnomia (el Desorden), a Ate (la Ruina y la Insensatez) y Horcos (Juramento). Cosas de la mitología. Lo admirable es que luego los griegos fueron capaces de superar a los dioses del Olimpo con otra arma más poderosa, también inventada por ellos: logos que significa razón o principio, palabra razonada, inteligencia, ciencia, estudio, sentido, pensamiento, idea, argumento. O sea, la lógica.

Eris ha sido adoptada como la diosa madre de la moderna religión discordiana, el Discordianismo fundada en 1959 por Greg Hill (Mal-2). Esta religión reconoce el caos y la discordia como cualidades deseables, en contrastes con la mayoría de las religiones que idealiza la armonía y el orden. Esta religión ganó popularidad con una novela de Robert Anton Wilson titulada The Illuminatus Trilogy (1975), base del folclore esotérico hacker, donde se narra la lucha por el poder en la sociedad secretas de los Illuminatis que gobiernan el mundo desde las sombras y la anárquica resistencia que lucha contra estos, los seguidores del Discordianismo.

En nuestro tiempo la diosa Eris se hizo popular a través de los dibujos animados de la Cartoon Network con una serie llamada Las sombrías aventuras de Billy y Mandy. En uno de los episodios, Eris, que la representan con apariencia inspirada en Madonna, hace que el caos se apodere de Puro Hueso, Billy y Mandy dándoles la manzana dorada del caos y la discordia.

Después de conocer los amenazantes poderes de Eris parece como si me estuviera diciendo: -no se te ocurra hacerme frente desacreditando el poder de la manzana de oro. Y hete aquí que me encuentro dudando si ignorar, o no, la amenaza de la vengativa diosa y librar la batalla del descrédito de los que recurren a morder su dorada y atractiva manzana de oro, sin importarles que la víctima sea el valor de la verdad. En resumen, la clave del arco ofensivo de la me tengo que valer para desafiar a Eris es, la palabra.
(continua)

martes, 12 de enero de 2010

Dialéctica, amiga o enemiga de la verdad. (I)

¿Es la dialéctica el camino que conduce a la verdad?

En mi post anterior, en el que enfrenté imaginariamente a Platón con Marx, a guisa de vidas paralelas, quedó flotando a lo largo de todo el texto una palabra con mucha enjundia como es, Dialéctica. El hecho es que desde los primeros tiempos de la filosofía - no sabría decir si incluso con los presocráticos-, los filósofos no han dejado de darle vueltas a su significado, utilidad, valoración. Posiblemente sea la palabra que más veces sale en la mayoría de los tratados de filosofía. Siempre ha sido motivo de discusión; el desacuerdo ya empezó con Aristóteles y su maestro Platón.

Los políticos de izquierda suelen estar bien entrenados en la materia y saben sacar partido a la cuestión. Baste con ver en las tertulias, ahora tan abundantes en las nuevas TV temáticas de la red TDT, como los representantes de cupo de la izquierda actúan como verdaderas tanquetas que arrollan a los considerados de derechas, salvo honrosas excepciones. En general aquellos dominan las técnicas del debate con habilidad. La cuestión que quiero plantear es: ¿es la dialéctica el camino que conduce a la verdad?

La cuestión empezó a interesarme especialmente hará unos diez años, cuando cayó en mis manos un tratado u opúsculo de Arthur Schopenhauer (1788-1860) que nunca destinó al público, que se encontró entre el legajo de anotaciones que dejó el filósofo, por lo que, a pesar de formar una obra acabada en sí misma, carece de de una revisión definitiva. Tampoco recibió un título expreso, aunque su autor se refería a su trabajo como Eristische Dialektik. La primera edición en lengua española, según creo, es del año 1997, con el título Dialéctica erística o el arte de de tener razón, expuesta 38 estratagemas, de la editorial Trotta. La edición que yo leí es del año 2000, de unas cien páginas, está traducida por Luis Fernando Moreno Marcos Claros, autor de una esclarecedora introducción.

En varias ocasiones le oí decir a Rafael Termes que la mejor manera de aprender algo era obligarse a escribir sobre el particular y explicárselo a los demás. No han sido pocas las veces que me he aplicado el cuento, tanto como autor como en la actividad docente, y puedo afirmar que me ha dado buenos resultados.

Este trabajo está dividido en cuatro partes. La primera, que ahora termina, pretende, a guisa de introducción, plantear la pregunta clave a la que se quiere contestar en el conjunto del trabajo. La segunda parte la dedicaré a contar, de forma abreviada, la fantástica historia de la vengativa diosa Eris, que nos dejó Hesiodo en su obra Teogonía. De este modo comprenderemos porque Schopenhauer calificó a la dialéctica con el término, erística. La tercera parte estará dedicada a recordar y resaltar el importante papel de la palabra en la comunicación, donde la dialéctica interviene con especial protagonismo. La última parte de este trabajo, la dedicaré a glosar y comentar los aspectos más interesantes del citado libro más arriba de Schopenhauer, Dialéctica erística.
(continua)

domingo, 10 de enero de 2010

Obama da ejemplo. Sabe que la responsabilidad no se puede delegar

Obama ha dicho que está más interesado en corregir los errores que en buscar culpables. Asegura que el agujero de seguridad no se debió a un individuo o agencia concreta, sino que fue un fallo del sistema, y por tanto, es responsabilidad suya.

Otras cosas que ha dicho explícitamente Obama a sus ciudadanos –que no a la ciudadanía-, es: “estamos en guerra con Al Qaida”. De cajón

Como ya manifesté en mi post del pasado 14 de diciembre, por el que glosaba el interesante discurso de Obama en Oslo con motivo de la toma de posesión del premio Nobel de la Paz, con el título “Guerra y Paz en el discurso de Obama en Oslo”, dicho discurso, en mi opinión, marcó un antes y un después de la trayectoria de Presidente de Estados Unidos. No ha hecho falta que pasaran muchos días para que pudiéramos comprobar que aquel inesperado desplante de Obama no era agua de una día, con ocasión del desgraciado incidente que se produjo el 26-12-2009, por el que en el avión de la Northwest, que hacía la ruta Ámsterdam Detroit, el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab estuviera a punto de perpetrar un acto terrorista de trágicas consecuencias, de no haber sido por un fallo en el funcionamiento de su bomba. La Casa Blanca ha confirmado que el atacante pretendía perpetrar un atentado terrorista.

Los medios de todo tipo se hicieron eco de ese importante acontecimiento. Las diferencias entre unos y otros medios, como suele ocurrir, se aprecia en los dichosos matices o en contar una verdad a medias. Lo que me propongo es hacer inteligibles los juguetones matices y contar la otra parte de la verdad disimulada. Fuentes de la lucha antiterrorista han confirmado que el presunto responsable de la detonación, un pasajero de 23 años de nacionalidad nigeriana, se ha identificado como miembro de Al Qaida y ha confesado, en el momento de ser detenido, que su intención era la de cometer un atentado en EE.UU.

El tal Abdulmutallab es un nigeriano, afortunado hijo de un papá banquero que, como suele ocurrir, es enviado a estudiar a Londres para hacerlo un hombre de bien. Pero en Londres, teniendo en cuenta el tolerante sistema británico de auto segregación en guetos musulmanes, y la ya demostrada eficaz organización de captación, reclutamiento y mentalización de nuevos terroristas suicidas, con base en las numerosas mezquitas allí existentes, se encargan de no dejar escapar a estos mirlos blancos tan moldeables para sus causa de matar infieles occidentales.

Obama ha precisado que el fallo no estuvo en la recopilación de la información sino en su procesamiento. Eso permitió que el nigeriano Abdulmutallab introdujera explosivos en el vuelo Northwest 253 procedente de Ámsterdam. Los servicios de Inteligencia americanos disponían de información suficiente para que saltaran las alarmas, pero "fracasaron a la hora de cruzar los datos".

El Presidente ha señalado que el fallo de seguridad no es aceptable y no lo tolerará. No obstante, Obama no ha cortado ninguna cabeza de la docena larga de asesores de seguridad nacional. Por ahora no ha caído la secretaria de Interior, Janet Napolitano, ni la de su principal asesor de contraterrorismo, John Brennan.

Obama ha dicho una cosa ya sabida y repetida a los ciudadanos de sus país: estamos en guerra con Al Qaida. Decir lo mismo en España sería, además de una cosa “insólita”, algo políticamente incorrecto que enfadaría al poder monclovita con el periodista de turno.

En los medios de Estados Unidos se pueden ver, cada vez más, programas que refrescan la memoria de lo que dijo el “maligno” Busch sobre la guerra, comparado con lo que ahora Obama dice y hace, al fin y al cabo pragmático y realista como buen americano.

Y termino este breve post como empecé, donde está el meollo de la razón de ser de su edición. Obama ha dicho que está más interesado en corregir los errores que en buscar culpables. Asegura que el agujero de seguridad no se debió a un individuo o agencia concreta, sino que fue un fallo del sistema, y por tanto, es responsabilidad suya. Amén.

martes, 5 de enero de 2010

DIÁLOGO DE PLATÓN Y MARX SOBRE LOS MITOS

Desde la antigüedad grecolatina se nos ha dicho que la filosofía y la ciencia vinieron para acabar con los mitos. Los mitos nacieron como primer recurso del ser humano para explicarse la creación del mundo, el origen de los dioses, la aparición del ser humano, el origen de las cosas, del bien, del mal, la fundación de ciudades, el fin del mundo, etc.

La imaginación me permite enfrentar a dos personajes tan distantes en el tiempo. Aunque no tan diferentes en sus intenciones. Platón vivió entre los años 427 y 347 a.C., y Karl Marx entre los años 1818 y 1883. Puede parecer un capricho absurdo. Para mí es una necesidad. He de decir que no sé cuál puede ser el resultado de este invento, pero al igual que cualquier otro hombre trato de aclararme preguntas, en este caso, relacionadas con los mitos. Por un lado me encuentro con el “mito de la caverna” de Platón, y por otro con el mito de la “sociedad sin clases” de Marx.

A pesar del tiempo transcurrido entre los dos filósofos, ambos tan dialécticos, no parece que quisieran acabar con los mitos, mediante el uso de la razón, sino más bien demostrar, dialécticamente, que su particular mito era el bueno. Para no perderme, tendré que poner, de la forma más sintética posible, negro sobre blanco, los tortuosos caminos que recorren cada uno de los dialogantes. Ambos, con pretensiones de salvadores, tratan de “liberar al hombre de la esclavitud.”

El mito de la caverna aparece en el libro VII de “República” de Platón. Más que un mito parece una alegoría, o si se quiere una metáfora, sobre la situación en que se encontraba el hombre respecto al conocimiento. No voy a repetir aquí la historia del mito de Platón. No es el objetivo de esta experiencia. La historia del mito está al alcance de cualquiera en el citado libro más arriba. O también en abundantes páginas de la web. Mi interés está en tenerlo en cuenta como punto de referencia para el desarrollo de las ideas de Platón.

Para Platón su misión como filósofo era influir en la sociedad de su tiempo (como muchos años después lo hizo Marx aunque con intención antagónica a la de Platón) para que los hombres rompieran las ataduras que les sujetaban a la “realidad material del mundo”, que no son más que sombras chinescas sobre el fondo de la cueva del mito, y poder volar por las alturas donde residen las “ideas eternas.”

Platón pretende una sociedad perfecta, más justa, que será aquella en la que los que la dirijan sean los filósofos. Muchos siglos después a esto lo hemos llamado “despotismo ilustrado”. Pero hay más. En la república ideal de Platón todo debe estar subordinado “al bien común”. En la Revolución Francesa pretendieron crear una “ciudadanía virtuosa” a base de guillotina que trabajando a destajo, eliminaba a los que se negaban a recibir la gracia ciudadana, en la Plaza de la República, hoy llamada de La Concordia. ¡Qué ironía! Aquí tenemos ya la utopía del orden perfecto. Muchos de los que vivimos en 2.010 sabemos, por la historia y por triste experiencia, que tal cosa no existe en ninguna parte. Parece mentira, pero después de tantos siglos resulta angustioso comprobar que todavía media humanidad se enfrente a la otra mitad para imponerle ideas tan trilladas. Debe ser la sempiterna magia de la palabra utopía.

No se puede negar que a Platón se esforzó en encontrar la verdad. Y desde entonces los filósofos no han dejado de buscarla, aunque algunos lo hicieran utilizando añagazas dialécticas que ciertamente son un “arte” con el que, en ocasiones, se consigue tener razón sin tenerla. Aristóteles, alumno de Platón, discrepó de su maestro en cuanto a las pretensiones de la dialéctica respecto a la búsqueda de la verdad. Porque, ¿cómo podemos reconocer la verdad? ¿Qué es la verdad?

Frente al mito de la caverna de Platón, Karl Marx escribió, casi 23 siglos después, su gran mito Manifiesto del partido comunista. Una obra soberbia de la literatura subversiva con una influencia impresionante sobre la humanidad, por la que ya han muerto millones de personas en el pasado y aún en nuestros días. Lo normal en los escritos de los filósofos ha sido tratar de desentrañar los misterios del mundo, de la humanidad, de las cosas de manera desinteresada. Pero en el caso de Marx, como el de Platón, como ya hemos visto anteriormente, pretendían influir de manera decisiva en la organización de la sociedad combatiendo la tiranía. Marx despreciaba las filosofías que no tenían “efectos prácticos directos”.

Este ensayo no pretende crear una nueva filosofía. No soy filósofo, tan sólo un economista que piensa y observa. Por esta razón no pretendo profundizar en las raíces hegelianas del pensamiento de Marx. Tan sólo constatar que Marx, incluso como alumno de Hegel, puso boca abajo la dialéctica de su maestro. Nada de que sea la Idea la que mueva la dialéctica universal. Es la materialidad del ser humano manifestada por su desasosiego por sus relaciones sociales, laborales, económicas, técnicas, la que determina lo que los seres humanos van a admirar, van a creer, van a pensar, en definitiva, filosóficamente. Es decir, lo que mueve la dialéctica universal no es la Idea, sino la Materia, lo que inexorablemente lleva a seres humanos al enfrentamiento de unos contra otros, a luchas por el poder. Nada debe interponerse en el proceso que conduzca a la realización de la futura sociedad sin clases, sin jerarquías sociales en las que participarán las clases subordinadas, donde todos serán propietarios de lo común.

La influencia del comunismo marxista ha sido descomunal en los países en los que triunfó. Lo peor, que “se convirtió en una justificación ideológica de dictaduras sanguinarias que acaban con las libertades sin propiciar realmente la justicia ni el desarrollo social”. (Historia de la filosofía, Fernando Savater, pag. 215. Edit. Espasa Calpe, Madrid 2009)

Ambos, Platón y Marx, crearon filosofías con las que pretendían influir en la organización de la sociedad de su tiempo. Ambos pretendían liberar a los hombres de las cadenas que les sujetaban a la tiranía. Pero para ello escogieron caminos antagónicos. Platón quería que los hombres se liberaran de las cadenas que les ataban a la realidad material del mundo para que fuesen capaces de ver las “ideas eternas”, porque “las cosas transitorias que nos rodean son meros reflejos perecederos” (F. Savater op. citada). Esas cosas transitorias son las sombras que representan la realidad material que veían los hombres en el mito de la caverna ideado por Platón como método pedagógico.

Por su parte, Marx utilizó el materialismo dialéctico para influir en la sociedad con una intención contraria, antagónica, a la que utilizó Platón. Marx glorificó de forma radical, precisamente, la condición material de la vida humana. Para Marx no existe otra cosa que determine lo que los hombres van a pensar filosóficamente que la lucha de clases, las relaciones laborales, la economía, la tecnología. Nada de Ideas, sino la Materia que necesariamente llevan a la lucha por el poder.

En una cosa sí coinciden Platón y Marx. En quién tiene que dirigir la sociedad para alcanzar esa sociedad perfecta, justa. Para Platón serán los que tengan mayor capacidad racional los encargados del mantenimiento del orden. Y esos no pueden ser otros que los filósofos, los comerciantes, los artesanos. Y todo supeditado al “bien común”. Incluso Platón se percató en su tiempo de la importancia de controlar a los intelectuales y a los músicos. Para Marx la dirección tiene que recaer, también, en los intelectuales, los científicos, los artistas del Partido. Platón y Marx coinciden en que todas las ideas deben estar orientadas a glorificar al Estado. La hegemonía es, para estos filósofos, el ejercicio de las funciones de dirección intelectual y moral unida a aquella del dominio del poder político.

Gramsci (1891-1937), el gran teórico de la intelligentsia marxista-comunista italiano, dejó una frase lapidaria que ayuda a comprender por qué la izquierda le presta tanta atención al lobby titiritero de la ceja y asimilados: “La conquista del poder cultural es previa a la del poder político y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados ‘orgánicos’ infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios.” Especial atención le dedica Gramsci a los periodistas: “Los periodistas, que retienen ser literatos, filósofos, artistas retienen también ser los verdaderos intelectuales”, mientras modernamente es la formación técnica la que sirve para formar la base del nuevo tipo de intelectuales, un “constructor, organizador, persuasor”, que debe llegar “de la técnica-trabajo a la técnica-ciencia y a la concepción humano-histórica, sin la cual permanece especialista y no se vuelve dirigente”.

Finalmente esto es lo que ha resultado de este ensayo de “diálogo” sorprendente entre dos grandes filósofos a través de los siglos. Sin duda, von Mises tenía razón cuando dijo: “La base de todo dominio de poder es, la ideología.” Fin del dialogo fantástico.