Hará unos 10 días escribí en el “muro” de mi perfil en facebook la siguiente pregunta: ¿Se está produciendo una inquietante metamorfosis desde la Sociedad del Bienestar a la de la "sociedad del malestar"?
Escribí: “Como economista y escritor, invito a aquellos amigos, y no amigos, que estén más o menos informados de lo que está aconteciendo estos días en toda Europa, a que respondan a mi pregunta. Digo más o menos, porque basta con ver unos cuantos telediarios, no sólo los de la BBC, o el telón de fondo de la llamada "Cumbre del G-20" para conocer la situación. Varias tormentas marcan la "meteo político económica": la lucha de divisas, la canciller Ángela Merkel, China, el nuevo impuesto que se propone implantar la CE a las instituciones financieras, para crear un fondo con el que pagar su seguro contra catástrofes. Está feo que a eso lo bauticen con la ya vieja expresión de "Tasa Tobin".
En su día, el viejo Premio Nobel de Economía, protestó por el abuso que algunos hacían de su nombre para respaldar ciertas interpretaciones torticeras de lo que él dijo. En resumen, se avecinan nuevos tiempos que traerán barreras proteccionistas que frenarán el comercio internacional. ¡El último que cierre la puerta y apague la luz, que hay que ahorrar!”
Hoy quiero ampliar el asunto entonces planteado con algunos datos que hace que, efectivamente, aumente mi preocupación por el peligro de cambio o desaparición de la perla de la corona europea.
Efectivamente, hace unos días, Dominique Strauss-Khan gerente del FMI, alertaba, sin andarse con rodeos, sobre el fin de la sociedad del bienestar. Según sus propias palabras, “la envidia del mundo” está amenazada por los bajos niveles de crecimiento y las pobres perspectivas de empleo de la economía europea.
Según los datos que ofrece la citada organización FMI, a finales del mes de septiembre, del total de parados que hay en España –más de cuatro parados registrados-, solo el 73,9% cobraban alguna prestación. Además, no deja de aumentar el gasto asociado al pago de dichas prestaciones durante la crisis. En concreto, España tendrá que destinar en el año 2011, más de 30.000 millones.
Tanto la protección de los desempleados como el sistema de pensiones, a nivel mundial, ofrece muchas irregularidades. Así, mientras en Europa Occidental el 92% de los jubilados disfrutan de la correspondiente cobertura, en USA es del 75,6%, en América Latina no llega al 50% y a nivel mundial presenta una media del 40%. Pero como todos valores medios, son sólo eso, un estadístico que presentan una desviación considerable sobre la media, en este tipo de cálculos. Porque en el África subsahariana el valor medio que se obtiene es del 15%, mientras que hay países que no llegan al 3%.
Hoy mismo hemos sabido que Irlanda ha aceptado ser rescatada de la quiebra en la que ha caído su sistema financiero. Mientras que alguna ministra exhibe su constante sonrisa de satisfacción por el triste acontecimiento, la realidad es que el hecho nos confirma, sin lugar a dudas, de la gravedad en la que se encuentra UE y especialmente su precipitado Euro, que ahora nos tiene metidos en un laberinto del que no encontramos su salida.
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lunes, 22 de noviembre de 2010
La crisis hace peligrar la “Sociedad del Bienestar”
Hará unos 10 días escribí en el “muro” de mi perfil en facebook la siguiente pregunta: ¿Se está produciendo una inquietante metamorfosis desde la Sociedad del Bienestar a la de la "sociedad del malestar"?
Escribí: “Como economista y escritor, invito a aquellos amigos, y no amigos, que estén más o menos informados de lo que está aconteciendo estos días en toda Europa, a que respondan a mi pregunta. Digo más o menos, porque basta con ver unos cuantos telediarios, no sólo los de la BBC, o el telón de fondo de la llamada "Cumbre del G-20" para conocer la situación. Varias tormentas marcan la "meteo político económica": la lucha de divisas, la canciller Ángela Merkel, China, el nuevo impuesto que se propone implantar la CE a las instituciones financieras, para crear un fondo con el que pagar su seguro contra catástrofes.
Está feo que a eso lo bauticen con la ya vieja expresión de "Tasa Tobin". En su día, el viejo Premio Nobel de Economía, protestó por el abuso que algunos hacían de su nombre para respaldar ciertas interpretaciones torticeras de lo que él dijo. En resumen, se avecinan nuevos tiempos que traerán barreras proteccionistas que frenarán el comercio internacional. ¡El último que cierre la puerta y apague la luz, que hay que ahorrar!”
Hoy quiero ampliar el asunto entonces planteado con algunos datos que hace que, efectivamente, aumente mi preocupación por el peligro de cambio o desaparición de la perla de la corona europea.
Efectivamente, hace unos días, Dominique Strauss-Khan gerente del FMI, alertaba, sin andarse con rodeos, sobre el fin de la sociedad del bienestar. Según sus propias palabras, “la envidia del mundo” está amenazada por los bajos niveles de crecimiento y las pobres perspectivas de empleo de la economía europea.
Según los datos que ofrece la citada organización FMI, a finales del mes de septiembre, del total de parados que hay en España –más de cuatro parados registrados-, solo el 73,9% cobraban alguna prestación. Además, no deja de aumentar el gasto asociado al pago de dichas prestaciones durante la crisis. En concreto, España tendrá que destinar en el año 2011, más de 30.000 millones.
Tanto la protección de los desempleados como el sistema de pensiones, a nivel mundial, ofrece muchas irregularidades. Así, mientras en Europa Occidental el 92% de los jubilados disfrutan de la correspondiente cobertura, en España es del 85%, en USA es del 75,6%, en América Latina no llega al 50% y a nivel mundial presenta una media del 40%. Pero como todos valores medios, son sólo eso, un estadístico que presentan una desviación considerable sobre la media, en este tipo de cálculos. Porque en el África subsahariana el valor medio que se obtiene es del 15%, mientras que hay países que no llegan al 3%.
Hoy mismo hemos sabido que Irlanda ha aceptado ser rescatada de la quiebra en la que ha caído su sistema financiero. Mientras que alguna ministra exhibe su constante sonrisa de satisfacción por el triste acontecimiento, la realidad es que el hecho nos confirma, sin lugar a dudas, de la gravedad en la que se encuentra UE y especialmente su precipitado Euro, que ahora nos tiene metidos en un laberinto del que no encontramos la salida.
Escribí: “Como economista y escritor, invito a aquellos amigos, y no amigos, que estén más o menos informados de lo que está aconteciendo estos días en toda Europa, a que respondan a mi pregunta. Digo más o menos, porque basta con ver unos cuantos telediarios, no sólo los de la BBC, o el telón de fondo de la llamada "Cumbre del G-20" para conocer la situación. Varias tormentas marcan la "meteo político económica": la lucha de divisas, la canciller Ángela Merkel, China, el nuevo impuesto que se propone implantar la CE a las instituciones financieras, para crear un fondo con el que pagar su seguro contra catástrofes.
Está feo que a eso lo bauticen con la ya vieja expresión de "Tasa Tobin". En su día, el viejo Premio Nobel de Economía, protestó por el abuso que algunos hacían de su nombre para respaldar ciertas interpretaciones torticeras de lo que él dijo. En resumen, se avecinan nuevos tiempos que traerán barreras proteccionistas que frenarán el comercio internacional. ¡El último que cierre la puerta y apague la luz, que hay que ahorrar!”
Hoy quiero ampliar el asunto entonces planteado con algunos datos que hace que, efectivamente, aumente mi preocupación por el peligro de cambio o desaparición de la perla de la corona europea.
Efectivamente, hace unos días, Dominique Strauss-Khan gerente del FMI, alertaba, sin andarse con rodeos, sobre el fin de la sociedad del bienestar. Según sus propias palabras, “la envidia del mundo” está amenazada por los bajos niveles de crecimiento y las pobres perspectivas de empleo de la economía europea.
Según los datos que ofrece la citada organización FMI, a finales del mes de septiembre, del total de parados que hay en España –más de cuatro parados registrados-, solo el 73,9% cobraban alguna prestación. Además, no deja de aumentar el gasto asociado al pago de dichas prestaciones durante la crisis. En concreto, España tendrá que destinar en el año 2011, más de 30.000 millones.
Tanto la protección de los desempleados como el sistema de pensiones, a nivel mundial, ofrece muchas irregularidades. Así, mientras en Europa Occidental el 92% de los jubilados disfrutan de la correspondiente cobertura, en España es del 85%, en USA es del 75,6%, en América Latina no llega al 50% y a nivel mundial presenta una media del 40%. Pero como todos valores medios, son sólo eso, un estadístico que presentan una desviación considerable sobre la media, en este tipo de cálculos. Porque en el África subsahariana el valor medio que se obtiene es del 15%, mientras que hay países que no llegan al 3%.
Hoy mismo hemos sabido que Irlanda ha aceptado ser rescatada de la quiebra en la que ha caído su sistema financiero. Mientras que alguna ministra exhibe su constante sonrisa de satisfacción por el triste acontecimiento, la realidad es que el hecho nos confirma, sin lugar a dudas, de la gravedad en la que se encuentra UE y especialmente su precipitado Euro, que ahora nos tiene metidos en un laberinto del que no encontramos la salida.
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