1. En busca del padre de los green shoots, brotes verdes, signo precursor de la recuperación
Quién se podía imaginar que una ingenua expresión, usada como metáfora de la esperanza, que la pintan verde, podía dar tanto juego. Me imagino que los equipos de inteligencia de la SGAE estarán ya trabajando a fondo, averiguando a quién le corresponde la paternidad de tan feliz idea, y confeccionando las listas de todos aquellos que se han tomado la libertad de “apropiarse” de tal expresión, para pedirles cuenta de los derechos que tienen que pagar.
¡Brotes verdes, verdes brotes! Esto me recuerda la letra de una famosa copla del Maestro Quiroga: Ojos verdes, verdes como la albahaca y el trigo y el verde limón, etc. Y también de aquel impresionante Poema del sonámbulo, de Lorca, al que le puso música Manzanita, por cierto con mucho tino: Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas, etc. Es curioso que al PSOE la cosa le sugiera un concierto, el núm. 1 en Mi mayor, La Primavera, de Antonio Vivaldi (1678-1741). Grandioso, acorde con tan memorable expresión, al parecer key de la solución de la crisis que nos aflige.
La segunda parte del titular me la ha sugerido el nombre de aquella vibrante película de Spielberg, protagonizada por Harrison Ford, En busca del arca perdida (1981), o sea, en busca del padre de la criatura, entre tantos que le han salido. He perdido la cuenta de las adjudicaciones de autor que le han hecho a lo de los “brotes verdes©” –nombre registrado - en las tertulias, de las que hay muchas más que brotes verdes, sobre todo en las TV digitales, que no paran de robarles “fósforos”© a las tradicionales de la radio, donde las ironías quedan mal si no se ve la cara del que habla. Esto ha provocado una notable expansión de la profesión de “tertulianos©”, invento también afortunado que impuso en su día el ínclito.
Cuando se lo oí por primera vez a la Vicepresidenta Segunda Ministra de Economía, y luego, cómo tantos y tantos celebraban la feliz ocurrencia, me dije, esto me suena haberlo oído hace por lo menos un par de meses. El caso es que dejé pasar la cosa, sin darle mayor importancia. Pero pasó el tiempo y la cosa no cesaba, y crecían, crecían los brotes. Y luego estaban las animadas tertulias debatiendo a fondo la cuestión; esto se le ocurrió fulanito, esto se le ocurrió menganito. ¡Basta! Esto pasa de castaño a obscuro. Tengo que hacer algo por calmar la ansiedad que me están produciendo los dichosos green shoots, digo brotes verdes. Lo mejor será que haga lo posible por refrescar mi memoria, y poner “negro sobre blanco©”.
2. Scott Pelley presentador del programa 60 Minutes de la CBS News entrevista a Ben Bernanke
Bromas aparte. Aquí, y en este post, me propongo contar, para no ser menos, mi versión de los hechos, con la correspondiente adjudicación del padre de la criatura, y algún detalle curioso sobre el no menos famoso Chairman del Fed, Mr. Ben Bernanke. Creo que la cosa puede tener su gracia en cuanto ayude a aclarar, qué intención y significado le puso Bernanke al usar ingenuamente tan simple expresión que, previamente, le había apuntado su entrevistador Scott Pelley, en su programa de la CBS News, 60 Minutes, el pasado 15 de marzo. Sobre este detalle prometo ampliar algo más, por aquello de la justa paternidad.
La verdad es que a mí, como economista, como posiblemente a la mayoría de los sensatos navegantes de la web que lleguen a leer este post, nos interesa especialmente todo lo que el sabio y experimentado Chairman del Fed –esa especie de banco central- nos diga sobre la crisis. He repasado varias veces el video que amablemente nos ofrece la CBS News, y tengo que decir que el presentador del programa 60 Minutes, Scott Pelley, es un excelente profesional que está, en todo momento, a la altura de su entrevistado, Chairman del Board of Governors of the Federal Reserve System, que por cierto es la primera vez que se deja entrevistar. Cosa perfectamente comprensible dada la gravedad de la situación, con mucha más entidad que la simple anécdota de los green shoots.
Quién se podía imaginar que una ingenua expresión, usada como metáfora de la esperanza, que la pintan verde, podía dar tanto juego. Me imagino que los equipos de inteligencia de la SGAE estarán ya trabajando a fondo, averiguando a quién le corresponde la paternidad de tan feliz idea, y confeccionando las listas de todos aquellos que se han tomado la libertad de “apropiarse” de tal expresión, para pedirles cuenta de los derechos que tienen que pagar.
¡Brotes verdes, verdes brotes! Esto me recuerda la letra de una famosa copla del Maestro Quiroga: Ojos verdes, verdes como la albahaca y el trigo y el verde limón, etc. Y también de aquel impresionante Poema del sonámbulo, de Lorca, al que le puso música Manzanita, por cierto con mucho tino: Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas, etc. Es curioso que al PSOE la cosa le sugiera un concierto, el núm. 1 en Mi mayor, La Primavera, de Antonio Vivaldi (1678-1741). Grandioso, acorde con tan memorable expresión, al parecer key de la solución de la crisis que nos aflige.
La segunda parte del titular me la ha sugerido el nombre de aquella vibrante película de Spielberg, protagonizada por Harrison Ford, En busca del arca perdida (1981), o sea, en busca del padre de la criatura, entre tantos que le han salido. He perdido la cuenta de las adjudicaciones de autor que le han hecho a lo de los “brotes verdes©” –nombre registrado - en las tertulias, de las que hay muchas más que brotes verdes, sobre todo en las TV digitales, que no paran de robarles “fósforos”© a las tradicionales de la radio, donde las ironías quedan mal si no se ve la cara del que habla. Esto ha provocado una notable expansión de la profesión de “tertulianos©”, invento también afortunado que impuso en su día el ínclito.
Cuando se lo oí por primera vez a la Vicepresidenta Segunda Ministra de Economía, y luego, cómo tantos y tantos celebraban la feliz ocurrencia, me dije, esto me suena haberlo oído hace por lo menos un par de meses. El caso es que dejé pasar la cosa, sin darle mayor importancia. Pero pasó el tiempo y la cosa no cesaba, y crecían, crecían los brotes. Y luego estaban las animadas tertulias debatiendo a fondo la cuestión; esto se le ocurrió fulanito, esto se le ocurrió menganito. ¡Basta! Esto pasa de castaño a obscuro. Tengo que hacer algo por calmar la ansiedad que me están produciendo los dichosos green shoots, digo brotes verdes. Lo mejor será que haga lo posible por refrescar mi memoria, y poner “negro sobre blanco©”.
2. Scott Pelley presentador del programa 60 Minutes de la CBS News entrevista a Ben Bernanke
Bromas aparte. Aquí, y en este post, me propongo contar, para no ser menos, mi versión de los hechos, con la correspondiente adjudicación del padre de la criatura, y algún detalle curioso sobre el no menos famoso Chairman del Fed, Mr. Ben Bernanke. Creo que la cosa puede tener su gracia en cuanto ayude a aclarar, qué intención y significado le puso Bernanke al usar ingenuamente tan simple expresión que, previamente, le había apuntado su entrevistador Scott Pelley, en su programa de la CBS News, 60 Minutes, el pasado 15 de marzo. Sobre este detalle prometo ampliar algo más, por aquello de la justa paternidad.
La verdad es que a mí, como economista, como posiblemente a la mayoría de los sensatos navegantes de la web que lleguen a leer este post, nos interesa especialmente todo lo que el sabio y experimentado Chairman del Fed –esa especie de banco central- nos diga sobre la crisis. He repasado varias veces el video que amablemente nos ofrece la CBS News, y tengo que decir que el presentador del programa 60 Minutes, Scott Pelley, es un excelente profesional que está, en todo momento, a la altura de su entrevistado, Chairman del Board of Governors of the Federal Reserve System, que por cierto es la primera vez que se deja entrevistar. Cosa perfectamente comprensible dada la gravedad de la situación, con mucha más entidad que la simple anécdota de los green shoots.
En la presentación del personaje, Pelley dijo que Bernanke puede que sea el Chairman más importante que haya podido tener el Fed en su historia, pero que lo trascendental es saber si sabrá ayudar a América a sacarla de la profunda recesión por la que está pasando. Y sin más preámbulos Pelley entró bruscamente en materia, lanzándole la pregunta clave que todos querríamos hacer: “¿y cuándo terminará todo esto?”
3. El Sistema Financiero abrió la crisis y tiene la llave para cerrarla
Lo que me parece más útil no es hacer simplemente la traducción de lo que dijera Bernanke, sino resaltar aquellos aspectos que nos puedan ayudar a entender la situación, que no es poca cosa. Entonces, a la pregunta de Pelley ¿cuándo terminará la crisis?, Bernanke contestó: “todo depende en gran medida del sistema financiero”. Indudablemente esta afirmación es substancial, porque como hemos podido apreciar por las opiniones de ciertos medios aficionados a la economía, lo del sistema financiero se presentaban como un vicio de la economía, innecesario, como un grano inoportuno que bastaba con sajarlo. ¿Quién no se ha tropezada por las calles de su ciudad con manifestaciones de liberados sindicales en las que se pedía la cabeza de los banqueros, el FMI y el BM, etc.? No cabe duda que queda mucha pedagogía por hacer para comprender que la Economía Real, en un sistema de economía libre y abierta, es inseparable de la Economía Financiera.
Bernanke, consciente de lo que estaba afirmando, recalcó que, como la historia nos demuestra, nos es posible alcanzar una recuperación consolidada mientras el sistema financiero siga enfermo. Contestando a la pregunta de Pelley, “probablemente veremos el fin de la recesión este año”. Ojo, Bernanke se refiere a la recesión. Por eso subrayó con énfasis: “No volveremos al pleno empleo. Pero espero que veamos el fin de esta caída tan fuerte como la de los dos últimos trimestres”. En cuanto a la recuperación, señala Bernanke, la veremos el próximo año, o sea en el 2010, lo que propiciará el despegue –takeoff- futuro. Seguramente a Pelley le dio un vuelco el corazón de alegría al oír esto, por lo que insistió: “¿Quiere usted decir, con lo anterior, que ya estamos fuera de peligro?” “No”, contestó rápidamente Bernanke y volvió machaconamente sobre lo del sistema financiero: “Creo que la clave está en el sistema bancario y en el sistema financiero”. En esta ocasión Bernanke estuvo más fino y amplio, acertadamente, incluir a una componente crucial del sistema financiero.
4. La Gran Depresión y el desempleo
Pelley se refirió a la tasa actual de desempleo en América del 8.1 % –reconozco que estoy contagiado de utilizar el término doméstico América para referirme a Estados Unidos, lo que en esta ocasión hago por comodidad-, para lanzar la siguiente pregunta: “¿espera usted que se duplique el desempleo?” Como era lógico Bernanke se refirió a la dificultad de hacer previsiones exactas, pero parecía que no tenía duda en cuanto que dicha tasa de desempleo no superaría los niveles actuales. Pero sorprendentemente, vuelve a la carga: “pero sólo triunfaremos si somos capaces de estabilizar el sistema financiero”. Más claro no se puede decir.
Pelley parece que no se pudo sustraer, como todo el mundo, hacer referencia a la Gran Depresión, por lo que le preguntó a Bernanke: “¿Quiere usted decir que no estamos en peligro de caer en una nueva Depresión Americana?” A lo que Bernanke contestó: “Creo que hemos conseguido evitar ese riesgo. Ahora el problema es conseguir que las cosas funcionen nuevamente”.
5. La crisis comenzó en 2007 con las subprime. La máquina de hacer dinero
A continuación Pelley dedico una parte de la entrevista a resaltar la brillante biografía de su distinguido invitado, así como a la historia de la importante institución que preside que fue creada en 1913. Y sin abandonar la historia, siguió recordando los detalles de los fiascos con los que se inició la actual crisis. Detalles que sólo voy a mencionar de pasada, por considerar que me desvían de los propósitos que me animan a elaborar y editar este post.
Para Bernanke la crisis comenzó en 2007 con los indecorosos problemas de las hipotecas, la crisis de los prestamistas que obligaron al Fed, o sea a Bernanke, a bajar rápidamente los tipos de interés, como es sabido. Pelley fue repasando cada uno de los más sonados, Bear Steams, Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Brothers, AIG y demás. Y aunque Bernanke sí reconoció que todos estos episodios tuvieron mala prensa, que consideraba un error no dejarlos caer –“Let ‘em fail, the markets will take care of it”-, defendió las decisiones tomadas en su día, en algunos casos con diferentes varas de medir, por las siguientes razones: “no teníamos otro opción, no teníamos medios”.
El Fed tenía miedo a los efectos colaterales que podría afectar seriamente a todo el sistema financiero. En septiembre Bernanke y su Secretario del Tesoro, Paulson, fueron a pedir una ayuda masiva de salvamento para el sistema bancario que los legisladores del Capitol Hill aceptaron. “Si no hubiéramos tenidos tales poderes, las consecuencias podrían haber sido muy graves. Fue una situación muy grave”, argumentó Bernanke.
Pelley le recordó a Bernanke la enorme cantidad de dinero que por aquel periodo crítico hubo que poner en circulación, por lo que le hizo la siguiente pregunta: “¿Tuvo usted que recurrir a la máquina de hacer dinero?” Atención a la respuesta de Bernanke: “Tuvimos necesidad de hacerlo porque nuestra economía está muy débil y la inflación muy baja. Cuando la economía comience a recuperarse, será el momento de rebobinar los programas, subir los tipos de interés, reducir la oferta monetaria para evitar que la recuperación provoque inflación.” Como se puede apreciar por las manifestaciones de Bernanke, forma parte del grupo de economistas que ahora creen que el cierre del grifo del dinero, a cal y canto, por parte del Fed en 1929, convirtió aquella recesión en una calamidad global. “No hicieron ningún esfuerzo para evitar la quiebra de miles de bancos”, reprochó Bernanke.
(continua)