Mostrando entradas con la etiqueta Ben Berenanke. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ben Berenanke. Mostrar todas las entradas

lunes, 8 de junio de 2009

Brotes verdes, los green shoots de Ben Bernanke (y II)


6. La segunda fase de la crisis, debida a la debilidad de la economía real

Ante la insistencia de Pelley, haciéndose eco de la opinión de la gente de la calle, que no ve que tanto dinero para salvar a instituciones como AIG o Citigroup, ataque a la raíz del problema, Bernanke lo justifico, atención, del siguiente modo: “Efectivamente, parte del problema está ahí. Como usted sabe la crisis comenzó con las subprime y otros activos tóxicos. Ahora estamos en una segunda fase y es que la economía [real] está muy débil. La debilidad de la economía indica que algunas de las medidas que se tomaron al principio para estabilizar los bancos no han sido suficientes y, por tanto, hemos tenido que hacer más.”

Ante el anterior argumento de Bernanke, Scott Pelley dio pruebas de su profesionalidad e independencia, con el tono respetuoso que mantuvo durante toda la entrevista, le dijo: “Como usted sabe Mr. Chairman, hay mucha gente de fuera de este edificio –en ese momento estaban rodando en el interior del edificio del Fed- a lo largo del país dicen, ‘al infierno con ellos. Lo están haciendo mal. Los salarios escandalosos de de Wall Street deben desaparecer’”, remató Pelley.

7. Primero apagar el fuego. La metáfora del vecino que fumaba en la cama

A este argumento de Pelley, Bernanke recurrió a una metáfora que, sin embargo no tuvo la repercusión de los green shoots. Se refirió al caso de un vecino que fuma en la cama, con el riesgo de provocar un incendio que contagiaría a sus vecinos con casas de madera. Efectivamente, en la metáfora se provoca el incendio, ¿Debe su vecino, al ver el fuego por la ventana, denunciar al vecino imprudente o llamar al parque de bomberos? Ante semejante riesgo, arguye Bernanke, la norma primera es apagar el fuego, y luego ponernos a debatir cuál debería ser el castigo a imponer al imprudente y desconsiderado fumador. Pero la guinda a la metáfora se la puso Bernanke diciéndole a Pelley: “el fuego está todavía ardiendo”. Ingeniosa metáfora.

Desde luego a Pelley no se dejó en el saco ninguna pregunta importante, como la de si todos los bancos regulados por el Fed son solventes –recordemos a los lectores que la escala de gravedad creciente de los bancos tiene tres niveles: liquidez, solvencia, rentabilidad-. A lo que contestó Bernanke: “Yo creo que sí lo son. Precisamente ahora estamos llevando a cabo un stress test, mediante el cual podremos apreciar cuál sería la situación de cada banco en el caso de un escenario turbulento distinto al que ahora contemplamos. Lo que planeamos hacer es decirle a cada uno, que capital necesitaría para que resultaran adecuadamente capitalizados. [Insisto] No sólo solventes, sino apropiadamente capitalizados, incluso en los escenarios más adversos.”

Al astuto Pelley no se le escapó el alcance de semejante afirmación, por lo que lanzó al Chairman del Fed la siguiente pregunta: “¿Se está usted comprometiendo en esta entrevista, a que no está dispuesto a dejar que ninguno de esos bancos vaya a la quiebra, cualquiera que sea el problema que luzcan en sus actuales balances, no se les dejará caer?Bernanke estuvo presto a la respuesta: “No irán a la quiebra. Lo que sí podemos hacer, si fuera necesario, saldar la compañía de una forma conveniente.” O dicho de otro modo, lo que Bernanke quiere decir es que el Gobierno debería estabilizar las compañías en dificultad llevándolas a una especie de reserva sanatorio de recuperación, apartada. Puso el ejemplo del caso AIG, a la que salvaron de la quiebra debido al caos que tal cosa hubiera provocado. En ese sanatorio tranquilo, se le pide a AIG que se salve a sí misma, vendiendo subsidiarias y usando aquellos procedimientos que les permitan devolver el dinero recibido del Gobierno. Muy interesante. Ya dijimos que sería interesante escuchar a Mr. Bernanke.

Pelley sigue tirando dela betería de preguntas clave, y le pregunta a Bernanke: “¿Qué cosa le quita el sueño?”A lo que contesto Bernanke: “Creo que el riesgo que más me preocupa, como usted supone, es que no dispusiéramos de la política adecuada. Que no tuviéramos el compromiso para resolver la situación y que tuviéramos que dejar seguir la crisis. En tal caso, como usted sabe, no podríamos hablar de recuperación.”

8. El Fed, los perros guardianes del Sistema que cometieron gran cantidad de errores

Como parte de la entrevista se desarrolla en el edificio del Fed, lo aprovecha el entrevistador para comentar pormenores del funcionamiento de tan importante institución, así como el ritmo de trabajo que lleva a cabo el Chairman, trabajando en estos tiempos difíciles 80 horas a la semana. En ocasiones incluso se duerme, otras tiene que ir los fines de semana. Alguna vez, incluso, pasar la noche en la oficina. Bernanke es consciente de que el Fed es la sangre del sistema bancario. Sus 12 bancos regionales actúan como cajas de compensación –clearing houses- de los bancos comerciales. Pero una de las más importantes responsabilidades del Fed es la de actuar como reguladores de los grandes bancos del país haciendo de perros guardianes.


Y precisamente al pasar por esta cuestión, una de las que se considera que han fallado estrepitosamente, Pelley aprovecha para meter los dedos en la llaga. “Se supone que ustedes están para evitar que surjan problemas”. Bernanke contesta con claridad. “Hemos cometido gran cantidad de errores. Esto no se discute.

A continuación Bernanke hace una descripción muy interesante que ayuda a comprender el comprometido papel de un banco, que maneja una divisa que es demandada como el vehículo de los medios de pago a nivel mundial. Ninguna otra divisa soportaría semejante responsabilidad. De alguna manera lo que hace Bernanke es una confesión honesta de lo que ha contribuido a la crisis. “Durante la última docena de años o más, enormes cantidades de ahorro han venido sobre los Estados Unidos, y también sobre algunos otros países industriales. Estos ahorros procedían de China y del Este Asiático. De este modo, ciento de miles de millones de dólares, han arribado sobre nuestro sistema financiero. Y como es sabido, esta situación sería una gran cosa si, a continuación, invirtiéramos dicho dinero de forma inteligente, de modo que le sacásemos un buen rendimiento.”

9. La confesión. Los reguladores del Sistema no hicieron bien su trabajo

Bernanke sigue confesando con franqueza lo que su sistema de vigilancia era: “Pero, desgraciadamente, nuestro sistema financiero no hizo bien su trabajo. Teníamos un sistema de regulación [vigilancia, inspección] que era como un castillo de arena en la playa. Mientras a la playa llegaban suaves olas que lamían apaciblemente al castillo de arena, todo va estupendamente. Pero cuando aparecen olas rompedoras, se descubre enseguida que el sistema no es lo suficientemente fuerte como para resistir.” He aquí otra buena metáfora, la del sistema de vigilancia del sistema financiero y bancario que resultó ser un castillo de arena. Tampoco esta metáfora ha tenido mucha acogida. Opino que está muy bien traída, porque es lo que ha ocurrido a nivel globalizado, por aquello de la globalización.

Como siempre Pelley no deja pasar la presa y muerde. “¿Tiene el Fed alguna responsabilidad al dejar que tales cosas le ocurrieran a los bancos?”. A lo que contesta Bernanke con una humildad que le honra: “como otros reguladores nosotros hemos hecho algo más. Hemos hecho un gran esfuerzo en revisando nuestras propias prácticas y las de los bancos. Estamos haciendo lo posible por reforzar nuestras normas en cada punto donde sea posible. No obstante, no seré yo quien niegue que, efectivamente, podríamos haber hecho un mejor trabajo, como también los demás.”Aunque concediéndose algún alivio, el Chairman, finalmente, reconoce que no lo hicieron bien. Evidentemente. Que buen ejemplo para otros muchos, aunque fuera aliviándose.

10. El problema no es la falta de dinero sino la falta de confianza

Debo reconocer que Pelley me ha causado muy buen impresión, porque es innegable que no ha hecho concesiones al poderoso Chairman –en la práctica, es la segunda persona más poderosa después del presidente-, y no ha dejado prácticamente ninguna laguna. En la forma de plantear la siguiente pegunta se aprecia su sistemática de poner en evidencia las contradicciones. Aunque también debemos reconocer la serenidad y la ausencia de insolencia en las respuestas.

Esta es la siguiente pregunta del entrevistador: “Tuvimos pánico en 1907. Como consecuencia fue creado el Fed para evitar que tales cosas se volvieran a repetir. Luego tuvimos la Gran Depresión. Y ahora tenemos lo que tenemos. ¿Cómo podríamos evitar que tales cosas se vuelvan a repetir?” Pues atención a la respuesta de Bernanke: “Fuerte regulación de las grandes firmas, lo que incluye disponer de un conjunto de leyes que nos permitan corregir los excesos. Una gran institución internacionalmente activa, a la que no le afecten los impactos adversos de cualquier bancarrota desordenada que pueda producirse, lo que incluye la posibilidad de disponer de un regulador sistemático. Un regulador que tenga la competencia de poder contemplar al sistema como un todo”. La verdad es que en esta descripción de Bernanke se me plantean algunas incógnitas que quizá se resuelvan cuando se produzca el desarrollo de estos proyectos. Lo que no cabe duda, en lo que llevamos oído, es que el caballo de batalla parece estar en potenciar extraordinariamente los sistemas de vigilancia y control. Habrá que estar atentos.

Esta parte de la entrevista está siendo muy interesante, ya que en realidad está siendo un debate sobre las cuestiones sacadas a la luz. Le replica Pelley: “Su respuesta ha sido la de que se hiciera lo que no se hizo en 1929, o sea echar dinero sobre el sistema. Pero hay un argumento que se produce hoy que dice que ese no es el problema. El problema no es que haya poco dinero en el sistema. El problema es que hay mucho miedo en el sistema. Y que con esas compañías que están siendo apoyadas por el Gobierno, nadie de Wall Street puede decirnos quienes son solventes y quienes no lo son. Y por tanto, los negocios no se mueven.” Es muy interesante esta argumentación de Pelley. Veamos que contesta Bernanke.

Dice Bernanke: “Estoy completamente de acuerdo que la clave del problema es la confianza. La gente no sabe lo que está pasando y por tanto tienen miedo. Además no están seguros quienes se van a recuperar, o no. Por tanto, la cuestión es cómo se puede alcanzar la confianza. Yo creo que el mejor camino para lograr la confianza es dejar ver que progresamos.

11. El presentador Scott Pelley le sugiere a Bernanke la metáfora de los green shoots, brotes verdes, signo precursor de la recuperación

Y por fin entro en la parte de la entrevista en la que sale lo de los tan traídos y llevados green shoots, o sea los brotes verdes. Espero que leída en su contexto inmediato y mediato de la entrevista, nos proporcione una idea más clara de lo que Bernanke quiso decir.

Como hemos visto más arriba, la entrevista iba transcurriendo sobre la idea que la confianza se logra cuando se hace visible el progreso. Es en ese punto cuando Pelley le hace la siguiente pregunta: “¿Do you see green shoots?”; o sea, ve usted brotes verdes. Entiendo que la pregunta en el sentido en el sentido de señales mínimas, lo que es un botón un brote de una planta que nace, que puedan inspirar la ansiada confianza de la que se está hablando.

Atención al detalle, como acabamos de ver, es Pelley quien le brinda el formato de la metáfora, a la que Bernanke se adhiere con comodidad dada la capacidad pedagógica que tiene. Y contesta del siguiente modo: “I do. I do see green shoots”. Los veo. Veo brotes verdes. Pues atención a lo que sigue. “Pero no en cualquier sitio, aunque ciertamente en alguno de los mercados que hemos hecho funcionar. Y también vemos algunas mejoras en los bancos.”
Pelley le pregunta cuáles serán los primeros signos de recuperación que veremos. A lo que Bernanke contesta: “Creo que un signo podría ser el que un gran banco se recupere exitosamente a base de capital privado. Precisamente ahora, todo el dinero privado que se coloca en los negocios secundarios se hace bajo el argumento de, ‘No sabemos cuáles de esos bancos es el peor. No sabemos si son estables.’ O sea que no están dispuestos a llevar su dinero a los bancos.”

12. Y como despedida, la reiterada recomendación de Ben Bernanke

Y con esto la entrevista termina con una invitación que le hace Pelley a Bernanke para que le dirija un mensaje al Pueblo Americano, a lo que este accede diciendo lo siguiente: “Scott, le diría tres cosas. En primer lugar le diría que la Reserva Federal está aquí y que hará todo lo que esté en su mano para apoyar la recuperación. En segundo lugar le diría que debemos comprender que la recuperación no se producirá hasta que el mercado financiero y los bancos estén estabilizados. Y que nosotros llevaremos a cabo un plan, tenemos un plan apropiado. Aunque esto requiere que tengamos paciencia.”

Lo poco que resta de la entrevista tiene que ver con la retórica política propia del caso, infundiendo confianza a la gente, lo que para los fines de este post resulta superfluo.
Creo que ha valido la pena, tal como había anunciado, no por lo de los dichosos brotes verdes, sino por las interesantes opiniones que proceden de un personaje de la relevancia, los conocimientos y la responsabilidad del Chairman del Fed.

viernes, 5 de junio de 2009

Brotes verdes, los green shoots de Ben Bernanke (I)


1. En busca del padre de los green shoots, brotes verdes, signo precursor de la recuperación

Quién se podía imaginar que una ingenua expresión, usada como metáfora de la esperanza, que la pintan verde, podía dar tanto juego. Me imagino que los equipos de inteligencia de la SGAE estarán ya trabajando a fondo, averiguando a quién le corresponde la paternidad de tan feliz idea, y confeccionando las listas de todos aquellos que se han tomado la libertad de “apropiarse” de tal expresión, para pedirles cuenta de los derechos que tienen que pagar.

¡Brotes verdes, verdes brotes! Esto me recuerda la letra de una famosa copla del Maestro Quiroga: Ojos verdes, verdes como la albahaca y el trigo y el verde limón, etc. Y también de aquel impresionante Poema del sonámbulo, de Lorca, al que le puso música Manzanita, por cierto con mucho tino: Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas, etc. Es curioso que al PSOE la cosa le sugiera un concierto, el núm. 1 en Mi mayor, La Primavera, de Antonio Vivaldi (1678-1741). Grandioso, acorde con tan memorable expresión, al parecer key de la solución de la crisis que nos aflige.

La segunda parte del titular me la ha sugerido el nombre de aquella vibrante película de Spielberg, protagonizada por Harrison Ford, En busca del arca perdida (1981), o sea, en busca del padre de la criatura, entre tantos que le han salido. He perdido la cuenta de las adjudicaciones de autor que le han hecho a lo de los “brotes verdes©” –nombre registrado - en las tertulias, de las que hay muchas más que brotes verdes, sobre todo en las TV digitales, que no paran de robarles “fósforos”© a las tradicionales de la radio, donde las ironías quedan mal si no se ve la cara del que habla. Esto ha provocado una notable expansión de la profesión de “tertulianos©”, invento también afortunado que impuso en su día el ínclito.

Cuando se lo oí por primera vez a la Vicepresidenta Segunda Ministra de Economía, y luego, cómo tantos y tantos celebraban la feliz ocurrencia, me dije, esto me suena haberlo oído hace por lo menos un par de meses. El caso es que dejé pasar la cosa, sin darle mayor importancia. Pero pasó el tiempo y la cosa no cesaba, y crecían, crecían los brotes. Y luego estaban las animadas tertulias debatiendo a fondo la cuestión; esto se le ocurrió fulanito, esto se le ocurrió menganito. ¡Basta! Esto pasa de castaño a obscuro. Tengo que hacer algo por calmar la ansiedad que me están produciendo los dichosos green shoots, digo brotes verdes. Lo mejor será que haga lo posible por refrescar mi memoria, y poner “negro sobre blanco©”.

2. Scott Pelley presentador del programa 60 Minutes de la CBS News entrevista a Ben Bernanke

Bromas aparte. Aquí, y en este post, me propongo contar, para no ser menos, mi versión de los hechos, con la correspondiente adjudicación del padre de la criatura, y algún detalle curioso sobre el no menos famoso Chairman del Fed, Mr. Ben Bernanke. Creo que la cosa puede tener su gracia en cuanto ayude a aclarar, qué intención y significado le puso Bernanke al usar ingenuamente tan simple expresión que, previamente, le había apuntado su entrevistador Scott Pelley, en su programa de la CBS News, 60 Minutes, el pasado 15 de marzo. Sobre este detalle prometo ampliar algo más, por aquello de la justa paternidad.

La verdad es que a mí, como economista, como posiblemente a la mayoría de los sensatos navegantes de la web que lleguen a leer este post, nos interesa especialmente todo lo que el sabio y experimentado Chairman del Fed –esa especie de banco central- nos diga sobre la crisis. He repasado varias veces el video que amablemente nos ofrece la CBS News, y tengo que decir que el presentador del programa 60 Minutes, Scott Pelley, es un excelente profesional que está, en todo momento, a la altura de su entrevistado, Chairman del Board of Governors of the Federal Reserve System, que por cierto es la primera vez que se deja entrevistar. Cosa perfectamente comprensible dada la gravedad de la situación, con mucha más entidad que la simple anécdota de los green shoots.

En la presentación del personaje, Pelley dijo que Bernanke puede que sea el Chairman más importante que haya podido tener el Fed en su historia, pero que lo trascendental es saber si sabrá ayudar a América a sacarla de la profunda recesión por la que está pasando. Y sin más preámbulos Pelley entró bruscamente en materia, lanzándole la pregunta clave que todos querríamos hacer: “¿y cuándo terminará todo esto?”

3. El Sistema Financiero abrió la crisis y tiene la llave para cerrarla

Lo que me parece más útil no es hacer simplemente la traducción de lo que dijera Bernanke, sino resaltar aquellos aspectos que nos puedan ayudar a entender la situación, que no es poca cosa. Entonces, a la pregunta de Pelley ¿cuándo terminará la crisis?, Bernanke contestó: “todo depende en gran medida del sistema financiero”. Indudablemente esta afirmación es substancial, porque como hemos podido apreciar por las opiniones de ciertos medios aficionados a la economía, lo del sistema financiero se presentaban como un vicio de la economía, innecesario, como un grano inoportuno que bastaba con sajarlo. ¿Quién no se ha tropezada por las calles de su ciudad con manifestaciones de liberados sindicales en las que se pedía la cabeza de los banqueros, el FMI y el BM, etc.? No cabe duda que queda mucha pedagogía por hacer para comprender que la Economía Real, en un sistema de economía libre y abierta, es inseparable de la Economía Financiera.

Bernanke, consciente de lo que estaba afirmando, recalcó que, como la historia nos demuestra, nos es posible alcanzar una recuperación consolidada mientras el sistema financiero siga enfermo. Contestando a la pregunta de Pelley, “probablemente veremos el fin de la recesión este año”. Ojo, Bernanke se refiere a la recesión. Por eso subrayó con énfasis: “No volveremos al pleno empleo. Pero espero que veamos el fin de esta caída tan fuerte como la de los dos últimos trimestres”. En cuanto a la recuperación, señala Bernanke, la veremos el próximo año, o sea en el 2010, lo que propiciará el despegue –takeoff- futuro. Seguramente a Pelley le dio un vuelco el corazón de alegría al oír esto, por lo que insistió: “¿Quiere usted decir, con lo anterior, que ya estamos fuera de peligro?” “No”, contestó rápidamente Bernanke y volvió machaconamente sobre lo del sistema financiero: “Creo que la clave está en el sistema bancario y en el sistema financiero”. En esta ocasión Bernanke estuvo más fino y amplio, acertadamente, incluir a una componente crucial del sistema financiero.

4. La Gran Depresión y el desempleo

Pelley se refirió a la tasa actual de desempleo en América del 8.1 % –reconozco que estoy contagiado de utilizar el término doméstico América para referirme a Estados Unidos, lo que en esta ocasión hago por comodidad-, para lanzar la siguiente pregunta: “¿espera usted que se duplique el desempleo?” Como era lógico Bernanke se refirió a la dificultad de hacer previsiones exactas, pero parecía que no tenía duda en cuanto que dicha tasa de desempleo no superaría los niveles actuales. Pero sorprendentemente, vuelve a la carga: “pero sólo triunfaremos si somos capaces de estabilizar el sistema financiero”. Más claro no se puede decir.

Pelley parece que no se pudo sustraer, como todo el mundo, hacer referencia a la Gran Depresión, por lo que le preguntó a Bernanke: “¿Quiere usted decir que no estamos en peligro de caer en una nueva Depresión Americana?” A lo que Bernanke contestó: “Creo que hemos conseguido evitar ese riesgo. Ahora el problema es conseguir que las cosas funcionen nuevamente”.

5. La crisis comenzó en 2007 con las subprime. La máquina de hacer dinero

A continuación Pelley dedico una parte de la entrevista a resaltar la brillante biografía de su distinguido invitado, así como a la historia de la importante institución que preside que fue creada en 1913. Y sin abandonar la historia, siguió recordando los detalles de los fiascos con los que se inició la actual crisis. Detalles que sólo voy a mencionar de pasada, por considerar que me desvían de los propósitos que me animan a elaborar y editar este post.

Para Bernanke la crisis comenzó en 2007 con los indecorosos problemas de las hipotecas, la crisis de los prestamistas que obligaron al Fed, o sea a Bernanke, a bajar rápidamente los tipos de interés, como es sabido. Pelley fue repasando cada uno de los más sonados, Bear Steams, Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Brothers, AIG y demás. Y aunque Bernanke sí reconoció que todos estos episodios tuvieron mala prensa, que consideraba un error no dejarlos caer –“Let ‘em fail, the markets will take care of it”-, defendió las decisiones tomadas en su día, en algunos casos con diferentes varas de medir, por las siguientes razones: “no teníamos otro opción, no teníamos medios”.

El Fed tenía miedo a los efectos colaterales que podría afectar seriamente a todo el sistema financiero. En septiembre Bernanke y su Secretario del Tesoro, Paulson, fueron a pedir una ayuda masiva de salvamento para el sistema bancario que los legisladores del Capitol Hill aceptaron. “Si no hubiéramos tenidos tales poderes, las consecuencias podrían haber sido muy graves. Fue una situación muy grave”, argumentó Bernanke.

Pelley le recordó a Bernanke la enorme cantidad de dinero que por aquel periodo crítico hubo que poner en circulación, por lo que le hizo la siguiente pregunta: “¿Tuvo usted que recurrir a la máquina de hacer dinero?” Atención a la respuesta de Bernanke: “Tuvimos necesidad de hacerlo porque nuestra economía está muy débil y la inflación muy baja. Cuando la economía comience a recuperarse, será el momento de rebobinar los programas, subir los tipos de interés, reducir la oferta monetaria para evitar que la recuperación provoque inflación.” Como se puede apreciar por las manifestaciones de Bernanke, forma parte del grupo de economistas que ahora creen que el cierre del grifo del dinero, a cal y canto, por parte del Fed en 1929, convirtió aquella recesión en una calamidad global. “No hicieron ningún esfuerzo para evitar la quiebra de miles de bancos”, reprochó Bernanke.


(continua)