domingo, 14 de octubre de 2007

El 12 de octubre: antes Día de la Raza, ahora Fiesta Nacional de España, mañana Fiesta del Estado Español

No me atrevo a afirmar que lo único que tenemos seguro es que el 12 de octubre corresponda al día y el mes del descubrimiento de América. Ni siquiera si corresponde a un descubrimiento, encuentro o qué sé yo. En España sobre cualquier acontecimiento histórico relevante, nos hemos empeñado en enredarlo a base de deconstruir -o sea, seducir poéticamente, que es la estrategia del mismísimo ‘Diaulo’, el cirujano sepulturero- destruir, reconstruir, etc. Dice Cesar Vidal en su libro Mentiras de la Historia de uso común (Planeta de Agostini 2006): “Las mentiras históricas nunca han sido inocentes. No derivan de la fiabilidad humana, del escaso conocimiento que tenemos de algunos hechos o de la especulación. No, en realidad las mentiras que se encarnan en la Historia suelen tener una intencionalidad ideológica clara. Mediante su uso se pretende legitimar causas no pocas veces ilegítimas, inventar justificaciones para el presente, desviar las propias responsabilidades hacia otros, encontrar chivos expiatorios de los pecados propios e incluso desculpabilizar las mayores atrocidades”. Por su parte, Ricardo de al Cierva dice en su libro Misterios de la Historia (Planeta 1990): “Hay en la Historia demasiada mentira, demasiada política, demasiadas nubes de humo, demasiados secretos sin resolver”. Así opinan los historiadores.

La fecha del 12 de octubre ha sufrido distintas designaciones seguramente por efecto de oportunas deconstrucciones y reconstrucciones, tipo “memorias históricas”, políticamente interesadas. Los políticos no han dejado de meterse en corral de los historiadores, quienes ante la descripción de determinados hechos acontecidos en el pasado, se han visto postergados, cuando no desacreditados o perseguidos, por mor de la razón de la fuerza del poder político. La manipulación de la historia con fines sectarios o partidistas, no es cosa solamente de estos tiempos en los que se pretende, por ley, reinterpretar, digamos por caso, los atropellos ilegales de la II República, especialmente a partir del año 1934 y los consiguientes de la Guerra Civil. El resultado fue que, una dictadura fue finalmente derrocada por otra. Inevitablemente hubo, como siempre ha ocurrido en la historia, vencedores y vencidos. Y aquí estamos, con unos vencidos resucitados dispuestos a cambiar los papeles “como sea”.

Pero no es mi propósito entrar a analizar ahora este asunto. A lo que iba. La fecha en cuestión adquiere inevitablemente un gran significado con América y los iberoamericanos. La dictadura de lo políticamente correcto ha impuesto que se les llame latinoamericanos, o peor aún, simplemente “latinos” como signo de identidad. La cosa tiene gracia; ¿entonces nosotros los españoles, los portugueses, los franceses, los italianos, los rumanos y algunos más cuyas culturas y lenguas tuvieron mucho que ver con Roma, qué somos?-. Todavía en territorio gringo comprendo que sea utilizado el término latino como hecho diferenciador –aunque no dejen de ser una amalgama de pueblos no cohesionados que hablan español o portugués-, pero en la Europa Latina propiamente dicha resulta chocante. En fin, más papistas que el Papa, quiero decir, más latinistas que los latinos. Es posible que esta estrategia inventada por Napoleón para ocultar la herencia española, puede que esté tocando a su fin debido al Movimiento Nacional Indigenista, el invento de los nuevos libertadores bolivarianos que arrasa América.

Pero todo este asunto viene a cuento de una simple anécdota, aparentemente irrelevante. Precisamente en la tarde de la celebración de la Fiesta Nacional de España (FNE), cuando estaba llevando a cabo mi diaria caminata de puesta a punto, coincidí en mi trayecto, durante unos minutos, con dos chicas que por su acento y aspecto nadie dudaría que eran “latinas”. La cosa no tiene nada de especial, pues mi ruta cruza por el centro del barrio de Ventas, que en los últimos tres o cuatro años ha sufrido una metamorfosis muy llamativa. Gran parte de los pobladores fundacionales de este barrio procedentes de Andalucía, han sido sustituidos por “latinos” –naturalmente los andaluces desplazados eran latinos, aunque puede que ahora, según Moratinos político, sean andalusíes, o sea moritos. Adios Roma adios-. Una de las chicas, de raza negra, le comentaba a la otra, con cierta indignación: “esta es una fiesta de racistas: el Día de la Raza. El nombre lo dice todo”. Enseguida me vino a la memoria una información que acababa de leer en El Mundo de hoy día 12 –curioso periódico que, cada vez me resulta más difícil diferenciarlo de El País-, con el siguiente titular: “Gaspar Llamazares acusa al PP de fomentar la <> y el patriotismo de cortijo”. ¡Que barbaridad! Este lenguaje resulta más propio de disputas de taberna. Lo peor es que el coordinador de iU se siente obligado a estar todos los días en el candelero descalabrando a su odiada derecha. Resulta agobiante, pesada, reiterativa y sobre todo una antigualla. Todos los días los mismo. Se comprende que a algunos de sus camaradas no les guste el papel poco airoso de monaguillo del PSOE que hace su coordinador. Pero por lo que se ve, se agarra a la poltrona como una lapa; no hay forma. En fin, de alguna manera hay que agradecerle al PSOE que permite que el coordinador que coordina tenga tan desproporcionado protagonismo.

Como decía, el caso es que no me sonaba que alguien hubiera resucitado esa añeja expresión de “fiesta de la raza”, aparte del citado titular de Llamazares y el comentario de la manipulada negrita latina. Mi curiosidad me llevó a navegar un rato por la red de redes para probar a mejorar mis conocimientos sobre la evolución de las denominaciones que ha sufrido el 12 de octubre a lo largo de los años, y cuanto había de verdad en el uso de los términos raza con toda la carga peyorativa que comporta.

Aunque lo que encontré fue menos de lo que esperaba, no obstante vale la pena traerlo a colación. Fue en el año 1913, en el seno de la entonces constituida Unión Iberoamericana, presidida por un ex ministro del Gobierno de Maura llamado Faustino Rodríguez-San Pedro –por cierto bisabuelo de Rato- donde se decidió la institución del Día de la Raza. Este hecho fue el desencadenante de que sucesivamente fuera instituido en la mayoría de los países hispanoamericanos. Resulta interesante observar cronológicamente, dicha adopción. Así, cuatro años después de lo decidido en la Unión Iberoamericana, o sea en 1917, en Argentina, siendo presidente Hipólito Irigoyen, se instituyó el Día de la Raza. Un año después, bajo el reinado de Alfonso XIII, se adoptó en España con el nombre de Fiesta de la Raza. Le sigue Venezuela en el año 1921, estando de presidente Vicente Gómez, con la denominación de Fiesta de la Raza. La cosa duró hasta que el régimen de Chávez, en 2002, lo cambió por el Día de la Resistencia Indígena. Más claro, agua. Siguiendo con la cronología, fue Chile la que en 1923 instituyo el Día del Descubrimiento de Dos Mundos, aunque en la práctica se usa la expresión original del Día de la Raza. Nada menos que José Vasconcelos Calderón –el gran mexicano-, en el año 1928, la impuso en México como Día de la Raza. En Uruguay, desconozco desde cuando, dicha fiesta se la denomina Día de las Américas. En cambio en Colombia, Ecuador, El Salvador y Perú se la conoce como Día de la Raza, sin que conozca las fechas de su implantación, probablemente llevado a cabo a raíz de la adopción por la citada Unión Iberoamericana.

Conviene volver al caso de España. Como se ha dicho más arriba, la celebración se impuso en 1918 como Fiesta de la Raza. Desconozco en este momento que se hizo durante la época de la II República. Lo que sí sé es que Franco la confirmó, en el año 1940 como Día de la Raza. Casi veinte años después, o sea en 1958, Franco la cambio por la del Día de la Hispanidad, denominación con la que se la ha conocido hasta que en el año 1987, o sea casi 30 años después del último cambio, bajo la Constitución de 1978, en la España de las autonomías, pasó a denominarse, por ahora, Fiesta Nacional de España. Digo por ahora, porque tal y como van las cosas con ZP –que ahora abjura de su alias por razones electorales- si vuelve a salir no sería descabellado imaginar que el término Nacional será sustituido por el de Estado. O sea, Fiesta del Estado Español.

Visto lo anterior, teniendo en cuenta lo que babosea Llamazares y lo que repite la manipulada negrita latina de mi caminata, se puede decir que en España se desterró el término raza, evidentemente peyorativo, hace ya casi 50 años, mientras que en la mayoría de los países “latinos” dicha celebración es conocida actualmente, bien legalmente o como costumbre, como Día de la Raza. A algunos le traiciona su sectarismo y a otras la mala información recibida de algún propagandista del Movimiento Indigenista.

(Epílogo. Consultando el DRAE. Raza: Casta o calidad del origen o linaje. Racismo: Doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior. Fiesta: Día en que se celebra alguna solemnidad nacional, y en el que están cerradas las oficinas y otros establecimientos públicos).

Madrid 14/10/2007
Francisco J. Manso Coronado

sábado, 4 de agosto de 2007

Curioseando en el "Saco bendito" de Raúl del Pozo


Son varias los posts que figuran en este blog que están dedicados a comentar alguna columna de Raúl del Pozo (RdP). Para evitar resultar empalagoso no voy a repetir los méritos por los que, en ocasiones, le dedico especial atención a sus develamientos. Tan sólo decir que la columna que nos acarrea en esta ocasión se caracteriza por esos tirones de la manta en los que no se deja nada en el teclado, o títere sin cabeza, sin reparar en la categoría de, o los, protagonistas analizados, que es como si lanzara todo lo que tiene dentro sobre asuntos candentes, que están en boca de algunos y en la mente de muchos. Ya sé que en muchas esquinas de la prensa digital se escribe a calzón quitado, con frecuencia irresponsablemente. Pero son muy pocos los que se atreven a gastarse estos desplantes en un medio de la difusión que tiene El Mundo (“El saco bendito”, 2-8-07). No digo yo que en pleno mes de agosto, cuando la parroquia esta dispersa físicamente y mentalmente, facilite ciertos desahogos sin preocuparse de mirar alrededor.

Menudo repaso le dedica al joven juez Torres y a sus malayos. Dice RdP que el juez en cuestión es “duro, frío, que lee novelas de Pérez Reverte, juega a la PlayStation y sigue a Los Simpsons”. RdP tiene la habilidad de decir que dicen, otras veces de referir hechos, y de nunca cogerse los dedos, que no es cosa menor, como diría el otro. El caso es que, según parece, al juez valiente, que fue de pesca a Marbella, se le han escapado los “tiburones peregrinos”, esos privilegiados a los que se le ha aplicado el In dubio pro reo. O sea, en caso de duda, a favor del reo; porque a RdP le gusta adornarse, de vez en cuando, con algún que otro latinajo. Y no es que RdP diga que el juez duro “sólo haya pescado chanquetes”, o sea malayos. Pero si dice que dicen que que no ha “escarbado en las cloacas”. También dice que Ángeles Muñoz –por cierto, doctora en ciencias-, o sea la nueva alcaldesa del PP en Marbella, avisó cuando sólo era portavoz de su partido, “que Roca tiene padrinos en la Junta de Andalucía”.

RdP explica por que titula su columna, con reticencia, “El saco bendito”, en lugar del llamativo y amarillo “sambenito” que el Santo Oficio le ponía a sus reos. Como según dice RdP, al juez que le gustan Los Simpson, detesta a los paparazzi, y por eso ha entregado a los “chanquetes” sospechosos, o sea los reos de la justicia civil, a los espectadores y telespectadores que los “acosaban con insultos”. Y añade RdP, supongo que de motu proprio, que el juez que lee las novelas de Pérez Reverte, “que es hijo putativo del Garzón, ha administrado la prisión preventiva con sadismo y ha puesto el saco amarillo a muchos que quedarán exentos”. Pero no queda ahí la cosa: “No ha colocado ni corchetes ni pulseras a ningún político de los que cobran comisiones”. Que bochorno, leerlo así de claro. Es que a RdP le gusta la cirugía curativa. Y a mí también.

En definitiva, el juez que juega con la Play, que “ha tenido el apoyo del sanedrín de los ropones”, “deja el juzgado número 5 de Marbella después de haber empapelado a los malayos y de echar a la papelera o a la trituradora algunos autos que tenía preparados”.

Francamente, aunque sea de vez en cuando, sienta bien que alguien, sin recurrir a frases vacuas, políticamente correctas, trate las cuestiones sin velos vaporosos, con sentido, de modo que podamos enterarnos el resto de los ciudadanos mortales. Las cosas claras. De eso se trata.

sábado, 21 de julio de 2007

Frases que hacen pensar: "La mentira es una virtud política"



Raúl del Pozo (RdP) se solaza en una columna de “puesto fijo” en el periódico El Mundo –también podríamos llamar de contrato indefinido- con un título bien conferido: Vicios de la Corte. O sea, hacer ecografías –las radiografías ya están técnicamente superadas- de los males que aquejan, no fácilmente apreciables, a las señorías que se mueven por esa supuesta Corte que es Madrid, y que el talento indiscutible de RdP retrata con originalidad. En general, es muy raro encontrar a RdP sin inspiración o que recurra simplemente a describirnos “como pasa el rato PepeCarapato” –en memoria del periodista Pepe Alcaide del Diario Córdoba-. Todas sus columnas suelan tener gran repercusión, y es bien sabido que presidentes, jefes de estado, ministros, lideres de la oposición –en singular, sólo funciona una- están pendientes, cada día, del qué dirá esta especie de fuente nutricia para afanosos de opiniones sin brújula. En el fondo le temen –lógicamente-, lo que infunde un gran respeto y trato deferente allá por donde vaya. No es posible ignorarlo. Su arena de lidia suele ser el Congreso de los Diputados. Además cumple muy bien la consigna de su director, PJR, de que El Mundo sea un buen ejemplo de periódico abierto a todas las sensibilidades, mediante un hábil juego de desplazamientos de un lado a otro de la convencional línea fronteriza de las geométricas ideologías. Es una cómoda frontera coladero, inventada por unos astutos ideólogos de humo de paga. Ese centro que, ideológicamente, nadie ha sido razonablemente capaz de definir, representa lo políticamente correcto. Pues como digo, RdP, pasa cómodamente de un lado a otro y nunca se queda formalmente atrapado en una de las canchas. Ese pasaporte-bula se lo gana, por derecho, gracias a su ingenioso dominio de la palabra. Ah, y cuando llega el caso, afirma que él es un hombre de izquierdas, naturalmente. Aunque luego, cuando llega la hora, reparta leña a los suyos.

Pues bien, el pasado sábado día 14 de julio, nuestro admirado politólogo, nos ofreció una contundente lección sobre la importancia de la mentira en políticaLa engañifa, como él la llama-. En esta ocasión situó el púlpito en el centro mismo de la raya mágica, desde donde impartió golpes categóricos a diestra y siniestra. Lo atractivo de su columna estaba en la abundante dosis de franqueza que puso en juego para hablar de la mentira. “Es difícil llegar a ser líder político en España sin saber mentir”. No cabe más claridad. Sin duda, eso es lo que hay en el cuadrilátero del combate de la acción política española. “Los socialistas y populares se acusan mutuamente de pucheladores en los tratos con los vascos”. “No hay más que verles los caretos en el telediario.” RdP le recuerda a Aznar que Ortega ha dejado escrito que “el imperio de la política es el imperio de la mentira.” Unos y otros, como en el juego de volleyball, se echan en cara sus mentiras desde cada lado de la frontera cedazo. El Aznar mentiroso de Atocha, se la devuelve enumerando las mentiras y ocultaciones de Zapatero en las negociaciones con ETA. “Ha habido que engañar tanto y a tantos que al final se han engañado a sí mismos.” Pero de inmediato RdP le da una buena palmadita correctora a Aznar: “Mentir no es de caballeros; la verdadera aristocracia no consiste en batirse, sino en no mentir; los políticos, señor Aznar, no tienen nada que ver con los aristócratas; es muy difícil gobernar sin camelar. Un buen político no tiene por qué ser un caballero, dado que la mentira es una virtud en política.” En ocasiones RdP pega sin piedad incluso a esos que llaman ciudadanía: “la muchedumbre siempre dispuesta a creer cualquier necedad, sobre todo la mayor de todas, la más celebrada: el pueblo es sabio y la verdad acaba siempre imponiéndose”.Jaja. No se puede negar que en esta lección el maestro ha estado sembrado.

martes, 17 de julio de 2007

Frases que hacen pensar: contrato democrático o contrato matrimonial


En esta ocasión me ha llamado especialmente la atención un artículo escrito por Álvaro Delgado Gal (ADG) titulado El Contrato democrático (ABC 17/7/07). La parte más divertida, pero especialmente ilustrativa, es aquella en la que, al hilo de la película de David Lean, sobre un caso de adulterio de género femenino, se pregunta ADG si hace bien el marido perdonando a su mujer. Contesta ADG: “sí, hace bien, porque el matrimonio, aunque es un contrato civil, es más que un contrato”. Y añade más adelante: “El contrato democrático, sin embargo, es otra cosa../..porque el gigantesco poder concedido al Gobierno introduce una asimetría que ni las elecciones, ni la judicatura, ni las garantías constitucionales están en grado de neutralizar. Y se distingue del matrimonio, en que no es necesario, ni aun recomendable, amar al Gobierno. Nadie debería amarlo, ni siquiera los que lo han apoyado con su voto. Un pueblo amante, sería un pueblo entregado, y por lo mismo, un pueblo expuesto a perder la libertad.”

La manifestaciones escogidas más arriba me recuerdan el abuso retórico del que con frecuencia hace gala la vicepresidenta, que en varias ocasiones a pretendido “asustar” a la oposición –no hace falta aclarar cuál, pues sólo hay una- afirmando que criticar al Gobierno es atacar al Estado. ¿Ajá?

sábado, 14 de julio de 2007

Micorreo: Pepe Bono (PB) & U2 Bono (U2B)


Amigo, disculpe que le insista con mi referencias a las Vidas Paralelas de Pedro G. Cuartango -CTango para abreviar-. En general, sus columnas me parecen, además de ingeniosas, divertidas y divulgadoras de la historia -cosa oportuna en estos tiempos que corren-, que hacen buena pedagogía. En su columna de hoy (El Mundo), sábado 14 julio, fiesta nacional de Francia y de Sarko, predomina el ingenio y el divertimento. O sea, compara dos personajes famosos por vocación: uno artista y otro político. CTango se divierte descubriéndonos que las verdaderas aspiraciones de los dos súper están invertidas. Ironías de la vida. Dice CTango que U2B, en realidad, quería ser político; mientras que PB siempre ha querido ser artista. Entonces el "perverso" -estas comillas son mías- CTango, afirma que, en el fondo, "una y otra cosa son lo mismo". Jaja.

PB siempre le ha gustado montar "excelentes espectáculos como el de su pretendida vuelta a una política del a que nunca se ha ido". O también el gran "chou" que monto con ocasión de su toma de posesión como ministro de Defensa, en aquel abril de 2004. Entonces, además de los personajes obligados por el protocolo, no faltaron folclóricas, famosillos tomateros, rosados y del corazón. "Ni la coronación de Napoleón fue tan emocionante". Y añade CTango, "los dos Bonos tienen un fuerte sentido épico".

Lo que nos cuenta CTango es un buen ejemplo del perfil de lo que son buenos (bonos) provocadores. PB se metió en una manifestación que no era la suya -la de AVT, en la que tuve la oportunidad de estar y ver- rodeado de cámaras ad hoc para que obtuvieran el material de base para elaborar el montaje mediático de la "paliza que todos vimos en los medios adictos" -estas comillas también son mías- que le dieron los fachas, que otra cosa podían ser, de AVT y PP. Y que decir del católico PB comulgando a base de rosquillas y buen vino en la "parroquia maldita de San Carlos Borromeo". ¡Que corte para sus amigos de siempre los obispos!

En cuanto al otro U2B, el irlandés, que decir de sus grandiosos espectáculos en pro de los desvalidos pueblos de la tierra, que le han dado tanta fama como a Al Gore con sus conferencias y películas sobre el calentamiento de la tierra. En premio de tanto ingenio y talento promocional a escala mundial, a uno la concesión del título de Sir del Imperio Británico, y al otro el premio Príncipe de Asturias por Cooperación Internacional. No, no pienso decir nada de Bob Dylan.

Amigo, no me negará usted lo ingenioso y divertido que resulta este análisis paralelo de la vida de dos bonísimos bonos que, en esta ocasión ha hecho Pedro G. Cuartango, o sea CTango para abreviar, que me ha inspirado esta emotiva carta. Saludos.

domingo, 8 de julio de 2007

Micorreo: La segunda legislatura con la Campana de Huesca


Amigo, le veo impresionado con el personal de repuesto de lo que usted llama Segunda legislatura. Dadas las características de ZP, lo de menos son las cualidades del ministro/a de turno; al fin y al cabo son meras peonzas del presidente más presidencialista que hemos conocido. Creo que somos muchos a los que nos ha llevado su tiempo reconocer el verdadero perfil del cándidamente llamado, Bambi. Uno de los columnistas políticos que mejor ha ido identificando los rasgos del personaje ha sido Raúl del Pozo. Columna a columna ha ido componiendo el retrato de lo que, en un principio parecía un dialogante franciscano hasta convertirse en un rompecabezas. No es que RdP afirme que ha descubierto todos los recovecos; precisamente ahora ya sabe, sin titubeo, que ZP es inescrutable e impredecible. Entro unos y otros se esta consiguiendo reconocer lo que se podría llamar ya el "sistema Zapatero". Cuenta RdP que fue Javier Valenzuela el primero en describirlo, de manera muy peculiar: "no adopta la forma de pirámide jerarquizada. No usa ni los sermones, ni las imprecaciones para hacer putadas; no deja de sonreír" -no sabría decir si esto el fruto del propio RdP o tomado de JV-. Más adelante RdP completa la descripción del citado peculiar sistema, pero ahora con texto entrecomillado: "Dibujado sería como un mapa del cielo con galaxias que orbitan en torno a un único astro central, lo que les da distintos puntos de intercesión". Un tanto alambicado pero interesante.

En la columna de hoy de RdP, "El móvil de ZP" (El Mundo 7-7-07), figuran otras cosas interesantes que merecen que se les preste atención. Para RdP esta crisis de Gobierno es una "degollación" como todas las degollaciones, claro; desde Ramiro el de la Campana de Huesca hasta Azaña, Franco, González, Aznar. Es la fosca habilidad del inescrutable e impredecible que se fue cargando antes a Maragall, Bono, Ibarra, Vázquez, así conocidos. Las víctimas desconocidas que faltan, irán saliendo. Dice RdP -"en cristiano"- que ZP tiene: "capacidad para las astucias, habilidades y emboscadas". Y a diferencia de otros, ni siquiera utiliza motoristas; le basta con unos "golpes de teléfono [móvil]".

Según RdP, una vez que ZP dejó al PP "desarmado, inconexo y descalabrado, para romper la murmuración del adelanto electoral, decidió tomar la iniciativa". Y añade más pinceladas sobre el inquietante cuadro del PP: "Mientras los dirigentes del PP viven un momento confuso y unos le echan la culpa del fracaso de Mariano Rajoy en el Debate sobre el estado de la Nación a Arriola, otros al entorno mediático y algunos a la falta de preparación". Esto se parece a lo que le decía en mi burlón e imaginario Informe confidencial anaranjado #1: "Además, se ha podido comprobar que han caído en la trampa de culpar de esta situación, no a su consabida finura frente al oponente, sino a la presión del terrorífico Federico Jiménez los Santos, burladero oportuno de los fracasos ajenos, para algunos. Diríamos que han bebido de la peligrosa droga del autoengaño exculpatorio."

Y al hilo de lo que se argumenta sobre MR, Lucía Méndez dice hoy en su columna El subsecretario (El Mundo 7-7-07): "Hacer política y oposición como si Zapatero no fuera el presidente sino un subsecretario es un error porque parte de una base falsa".

Amigo, por lo que se ve, somos muchos los que miramos la escena a través del mismo cristal tintado de oscuridad. Saludos cordiales.

domingo, 1 de julio de 2007

Rato y la rebelión en la granja plurinacional (de patologías del poder)


La llegada de Rato ha provocado todo tipo de reacciones, tanto de parte de los que están en el poder plural “consensuado”, como de los que están en la oposición única. También a periodistas, columnistas, tertulianos de la cuerda social nacionalista, como la derecha extrema o la extrema derecha, sin olvidar a los de la cuerda centrista –qu’est-ce que c’est que ça?- que tienen la ventaja de pasar sin problemas, en unos segundos, de territorio comanche a territorio federal.

Así, para Lucía Méndez, en El Mundo (30-6-07), España entera se ha quedado pasmada. Amén de que exista una “crisis existencial” en el seno del partido al que pertenece Rato, de la que Méndez no parece muy convencida, ya que piensa que también puede que sea por otras causas distintas. Pero, en fin, pasmaditos los dos, Rato y Rajoy, de ver tanto revuelo. Además, Lucía es una incrédula, entre otros, respecto a los argumentos que los medios han puesto en boca de Rato, como motivo de su vuelta. Nadie “está dispuesto a creérselo”. Méndez no se puede imaginar que Rato haya venido para llevar a sus hijos a patinar a El Retiro y cosas de ese tipo; “el mundo no funciona con esas reglas”, remata la columnista. Seguramente tiene razón Méndez cuando dice que Rato se habrá dado cuenta de que el país, su partido, Madrid y sus túneles, son distintos de los que dejó cuando se marchó. Aunque yo me imagino, en cambio, a Rato continuamente en contacto con su Madrid, aprovechando todos los medios de los que hoy nos podemos valer, y no estaría nada sorprendido, ni pasmado con lo que está viendo. Muchos otros seguro que sí se han quedado “Pasmados”, además de la propia Lucía. Pero lo mejor de Méndez es la seguridad con la que afirma que “a Rato no le queda más remedio que colaborar con Rajoy”. Y sigue más adelante, “Es completamente inimaginable que Rodrigo Rato quiera crear problemas al líder del PP, por lo que tendrá que ir con pies de plomo en sus intervenciones”. Caramba, que imaginación imaginando. A veces los periodistas tienen una forma muy sutil de darle consejitos/resoluciones a los políticos importantes: nada de crear problemas al jefe, y a sus órdenes. En fin, son formas de imaginar las cosas.

Raúl del Pozo, que también dedica su columna de El Mundo (30-6-07) a la portentosa vuelta de Rato, ve las cosas a través del sagaz cristal de la estrategia. Habla de objetivos, de estrategas, generales, piedras angulares y cosas así. Aunque también recurre al lenguaje futbolístico o náutico. Raúl no es que no se crea los motivos que cuentan de la vuelta de Rato, es que “casi nadie conoce el objetivo de Rato”. Efectivamente, ningún general, que se precie, va contando por ahí sus planes, renunciando entupidamente al poderoso efecto del factor sorpresa.

Es muy interesante lo que del Pozo nos cuenta sobre a lo que no viene Rato: a vengarse de Aznar, ni a esperar que la derrota de Rajoy lo sitúe en posición de delfín “indiscutible”, ni a desquitarse de no sé que cosas. Y afirma: “asistiremos a un thriller, a una escabechina goda. Más bien Rajoy necesita de Rato para dar más complejidad a su proyecto, para hacer un guiño a los nacionalistas catalanes, para recordar a los ciudadanos el triunfo económico de Aznar, pero sin aznarismo”.

Pero lo más interesantes, en mi opinión, es la reflexión que hace del Pozo en el supuesto de que el PP pierda nuevamente las elecciones: “estallaría una nueva vía y habría que buscar al líder del 2012 en la cantera”. Esto contrasta con lo que algunos afirman que hay que seguir “con lo que hay” y no cambiar de caballo a mitad de la carrera. Esta postura refleja el tradicional miedo al cambio, por aquello del peligro de lo desconocido. Pero también convine recordar lo que los antiguos estrategas chinos decían: efectivamente, el cambio anuncia peligro, pero también significa oportunidad escondida. El eterno juego de amenazas y oportunidades. Y ya que hablamos de estrategia, recordamos que el factor tiempo es el más valioso de los recursos de que pueda disponer un estratega: en el momento adecuado, en el lugar adecuado. Después las fuerzas. En resumen, creo que, en el momento oportuno –con frecuencia es único-, se puede “abrir” otra carrera con caballos y jinetes de refresco. Como decía Gracián: “el tesón debe estar en la voluntad [de ganar] y no en la opinión”.

Como se ha dicho, Raúl recurre también al lenguaje náutico, con enigmáticas intenciones: “Hay muchos banquillos en [la calle] Génova, pero sabido es que cuando hay muchos timoneles el barco naufraga”. ¿Quiere esto decir que Rato viene a hacerse con el timón de la nave zigzagueante? Raúl del Pozo termina su columna apostando por que las elecciones serán en marzo, y que en esa oportunidad “Rato podría ser uno de los tenores”. En fin, todo parece un tanto caliginoso, aunque especialmente incitante.

Los caballos son símbolos proféticos. Son usados figurativamente por Zacarías y también en la Apocalipsis. La identidad del jinete del caballo blanco siempre ha sido objeto de controversia. Para algunos representa a las huestes santas y su jinete está representando a la totalidad de los ejércitos celestiales que se oponen a la corrupta tierra. Pero sin entrar en complejas controversias, lo que es evidente es que el caballo blanco siempre ha sido símbolo de realeza y poder triunfador. Curiosamente, Napoleón siempre montó un caballo blanco. La mayoría de los reyes y guerreros poderosos los pintaban montando un caballo blanco. Ciertamente esa parece la intención de Ignacio Camacho al titular su columna del pasado sábado en ABCCaballo blanco”, que se inicia con esta frase: “Si no se enreda en su contrastada habilidad para convertir las virtudes en contrariedades y hacer de la oportunidades amenazas, el PP tiene en el regreso de Rodrigo Rato una extraordinaria posibilidad de reforzar su oferta electoral”.

Esta es la opinión, un tanto gafe, que del PP tiene Camacho y que el caballo blanco puede cambiar, dadas las capacidades mágicas que le reconoce: “simplemente con que se limitara a dejarse ver, hacer el “lobby”. Si es así que el caballo blanco tienes esos poderes, sería un despilfarro, conformarse con que simplemente se deje ver. Sinceramente, no creo que Rato haya venido, al margen de los motivos publicados que casi nadie cree, para dejarse “enganchar” por Rajoy por una pasión que le envenena la sangre. Como ya se ha dicho, Rato es demasiado inteligente para dejarse engañar, otra vez, con lo del delfinato de segundones en Madrid, presidencias del Congreso, o esperar a que el PP pierda las elecciones para entonces ofrecerle el regalo envenenado de que lidere un partido, ya gravemente dañado. Ah, y que de camino sirva para arreglar rotos y descosidos como el de “la estéril puja Gallardón-Aguirre”. No creo que sea necesario señalar quien es el causante de esa estéril puja. En lenguaje futbolero, Aguirre es una galáctica que sería de gran valor en la operación cambio, antes de que termine la carrera.

Es posible que muchos de dentro -y de fuera- del PP se consideren chamuscados por letal llamarada del 11-M. Ese es su terrible complejo. Pues, precisamente, creo que el caballero blanco vale para cambiar “la llamarada letal del 11-M” en argumento dialéctico ofensivo.

Francamente, sería un grave error utilizar al caballo blanco, la gran esperanza, como gran fontanero que, servilmente, tiene que arreglar todas las chapuzas que le mande el señorito Rajoy, a cambio de regalitos como los que se mencionan. Rato representa una macrofuerza conductora resultante de muchas voluntades que aspiran a un cambio de rumbo, lo antes posible, procedentes no sólo del interior de España, sino también del ámbito internacional. O sea, no se trata de un refuerzo para el PP actual, si no de una fuerza aglutinadora, que hasta ahora ha estado ausente del juego de influencias del partido.

Si no se gana ahora la carrera, y se deja a la esperanza blanca como reserva para un después perdedor, tendremos un ZP 4 años más, controlando todas las palancas del poder, usándolas en la forma y manera que hemos visto ya. Y muy pronto veríamos como el caballo blanco se convertiría en caballo negro. Y aún le sobraría tiempo para acabar de convertir la España de la Transición que conocíamos, en una II República bis.

viernes, 15 de junio de 2007

La abundante cosecha de la “manzanas de oro” que ofrece la vengativa diosa Eris. Los que la muerden adquieren el arte de tener razón sin tenerla.




Los que sois visitantes habituales de este blog, os habréis dado cuenta del Mensaje de Bienvenida que figura en primera línea del lado derecho, por encima de mi foto. A veces se me ocurre pensar que puede que sea un error poner, precisamente como mensaje de bienvenida, un acusatorio espantapájaros para trileros del lenguaje. Probablemente, se podría decir que, los potenciales invitados, no pasarían del umbral del mi blog.

La diosa de la discordia se hizo popular con el nombre de Eris a través de los dibujos animados de la Cartoon Network con una serie llamada Las sombrías aventuras de Billy y Mandy. En uno de los episodios, Eris, que la representan con apariencia inspirada en Madonna, hace que el caos se apodere de Puro Hueso, Billy y Mandy dándoles la manzana dorada del caos y la discordia. Pero si tú, visitante de este blog, quieres leer algo más serio sobre la vengativa diosa de la dorada manzana, pincha con tu ratón aquí: Eris.

El caso es que la tentadora Eris o Éride, desde su posición privilegiada en la cabecera de mi blog, parece como si me estuviera advirtiendo: “no se te ocurra hacerme frente desacreditando el poder de mi manzana de oro”. He estado dándole vueltas, sopesando los riesgos de meterme en corral ajeno de mis conocimientos reconocidos. Además mi amigo el filólogo se encargaría de enviarme un varapalo vía comentario de blog. El caso es que siempre he tenido debilidad por los desafíos. Y hete aquí que me encuentro dispuesto a ignorar la amenaza de la vengativa diosa y librar la batalla del descrédito de los que recurren a morder su dorada y atractiva manzana, sin importarles que la víctima sea el valor de la verdad. En resumen, la clave del arco ofensivo de la que me voy a valer, mejor dicho de la que me tengo que valer es, la palabra.

Lo más simple que se puede decir de la palabra es que es un sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea (DRAE). Basta con reflexionar un poco sobre esta sobria definición para darse cuenta del poder de la palabra. ¿Quién no se ha visto en la tesitura de redactar un telegrama o mensaje electrónico comprometido, para darse cuenta de la dificultad de encontrar la palabra adecuada? Alrededor de mi mesa de trabajo suelo disponer de post-it adhesivos con alguna frase escrita apreciable que no quiero olvidar. El viento, o el plumero de turno, seguramente han hecho volar el que ahora debo citar de memoria. Venía a decir algo así como: el límite de mis ideas lo marcan mis palabras. Siento no hacerle justicia de reconocimiento a su autor.

No hay nada que no se haya dicho ya sobre la palabra. Como un acto de humildad voy a repasar, para mi propio beneficio y necesidad, algunas cosas básicas. Nada más lejos de mi intención que pretender dar lecciones tan generales a mis, ilustres e ilustrados visitantes. La cosecha no pretende ser muy copiosa pero suficiente. Las palabras son símbolos de las cosas del mundo, por lo que a cada palabra le corresponde un significado. Cada vez que digo o utilizo una palabra pongo en juego tres cosas: su expresión, el concepto con el que la asocio, de significado constante, y la cosa a la que se refiere, que pueden ser muchas, aunque dentro de un ámbito referencial reconocible en la propiedad que comparten.
Como no quiero complicarme la cosa, doy un salto mortal simplificador y digo: materialmente, un significado es una representación mental que sucede en el cerebro. O sea, cuando oigo una palabra se activa un modelo cognitivo que me evoca “la cosa”. Pero también puede que se me activen otros modelos, o excluya a otros. Hasta se me puede producir una cadena de evocaciones. Claro, por eso me interesaba aquella cita del post-it que perdí: el límite de mis ideas lo marcan mis palabras. Sólo un poco más. Me decía a mí mismo, más arriba, que el significado de una palabra es el concepto del que es portadora; si además definimos su significado, precisamos las propiedades de ese concepto. O sea, el significado es la idea real que evocan las palabras. Recordado todo lo anterior, se comprende por que Lewis Carroll dijo en cierta ocasión: “No hay mayor despotismo irrespetuoso, pretendidamente ilustrado, que el que a veces se ejerce sobre la capacidad esencial del significado de las palabras, atribuyéndoles otros caprichosos.”

Dado el indiscutible valor de la palabra, no hay sabio o escritor consagrado que no haya dejado algún testimonio, cita, aforismo o referencia sobre la misma: Solón, Sócrates, Digesto, Juan de Torres, Cervantes, Bacon, Shakespeare, Rober Burton, Talleyrand, Balmes, G. Eliot, Dostoiewsky, Pérez Galdós, Unamuno, Blasco Ibáñez, Amado Nervo, Valéry, Pio Baroja, Einstein. En fin, la lista sería interminable. Cada uno tiene sus propias opiniones y apreciaciones, sobre el valor de la palabra, pero siempre reflejo ilustrativo de su aprecio y respeto.

Resulta ilustrativo reflexionar serenamente sobre algunas de esas opiniones dadas u oídas sobre el valor y significado de tan importante y poderosa herramienta. Cualquier de nuestros actos, nuestras obras, se convierten en una imagen, o sea en una palabra que es como un hilo de oro que conecta con el pensamiento. Por eso me incordia tanto que cualquier intruso, contagiado con el veneno de la manzana maligna, pretenda imponerme su pensamiento único o manipular gratuitamente mis modelos mentales, mis creencias.

En la fraseología popular podemos escuchar, con frecuencia, “por la boca muere el pez”. Por nuestra boca dejamos escapar más que indicios de lo que el pecho esconde. Y haciéndole caso a Cervantes, lo que salga de nuestra boca mejor suene llano, sin encumbramiento, “pues toda afectación es mala.” Y sobre todo cuidando que la palabra escogida no infunda error, pues es probable que se revuelva contra el entendimiento. O sea, nada de jugar con las palabras aunque sea tan diestramente como el trilero, porque el manoseo acaba por hacerla tan liviana que termina por no significar nada. Jugar irrespetuosamente con el significado de las palabras -lo negro es blanco, lo blanco es negro-, parece cosa de villanos. Estas son las palabras volantonas, con alas, y puede ocurrir que se posen donde nosotros no queremos. Pérez Galdós decía que “palabra y piedra suelta no tienen vuelta”. Sin duda, la palabra lanzada para golpear, puede herir más hondo que una espada.

En ocasiones, la palabra es como una fiera salvaje que hay que domesticar antes de darle suelta. Quizá, por eso son pocos los que consiguen fijar el sentido de las palabras que usan. Algunos maestros del engaño las usan para disfrazar u ocultar su pensamiento. Aunque el pensamiento así maltratado va quedando anulado, ahogado, de manera que, finalmente, no quede nada que ocultar. Esa retórica robotizada, de forma florida pero sin fondo, es como el canto de los pájaros, “que cantan sin saber lo que cantan: todo su entendimiento es su garganta” (Octavio Paz).

Normalmente me preocupa sobremanera lo que quiero decir, cuando lo peor que me puede pasar es que diga cosas sin querer. En ocasiones esto es debido a que uno usa palabras que han cambiado de significado con el tiempo. Decía Paulhan que si las palabras no hubiesen cambiado de sentido y los sentidos no hubiesen cambiado de palabra, todo habría sido dicho ya. Aunque no siempre estas situaciones son fruto involuntario de nuestros deseos, sino que es la expresión de un pensamiento profanado. Con lo anterior no quiero decir que sea fácil acertar que la palabra concebida y empleada, en una determinada ocasión, sea la conveniente. Cuando esto ocurre habría que decir que actuó la fórmula mágica.

Otras veces me preocupa especialmente la necesaria amplitud de mi vocabulario disponible, sin caer en la cuenta que es más importante tener la habilidad de conocer el número de usos posibles de una palabra. No me refiero al juego sucio de algunos de imponer significados retorcidos a las palabras. Un ejemplo de estos días lo encuentro en el concepto “acto terrorista”; pues bien, según la pertenencia o adscripción del sujeto parlante, utilizara diferentes palabras: resistencia, accidente, violencia y, a veces –las menos- terrorismo. Os invito a que juguéis a emparejar el perfil ideológico del sujeto con cada expresión.

Todos los que buscan y aprecian las ideas y la verdad con afán, les pone de mala leche la palabrería en torrente donde abundan palabras camufladas de las que hay que recelar. En este guirigay resulta difícil que no se produzcan disensiones y antagonismos dado el baile de interpretaciones que damos a las palabras. Y no digamos cuando muchas personas utilizan las mismas palabras para diferentes cosas; entonces las palabras provocan incomprensión y desconfianza. Villaespesa decía: “¡Una piedra tuerce un río: a veces, una palabra puede torcer un destino!”.

La personalidad de cada uno puede venir caracterizada por la ropa, las gafas, el color del pelo, el acento, la corbata, etc. Todos estos rasgos, en realidad, son accesorios. La verdadera personalidad aparece a partir del momento en que se desarrolla la palabra. Y si no, vean a FSD , que odia la corbata, ahora que se explaya a deshora, en Diario de la Noche (TeleMadrid). A pesar del madrugon, vale la pena verlo y oirlo a sus anchas. Sus palabras son un torrente franco que no exigen el filtro del recelo. Véanlo, si les apetece, en plena faena gracias a YouTube.

Bueno, de los inefables directores de tertulia radiofónica no me atrevo ni a empezar; no sabría como terminar. Las tertulias constituyen hoy día una prospera escuela de propagación de la retórica, esa que Platón decía que servía para el encantamiento de las almas. Creo que fue J. L. Parada al que le oí utilizar, por primera vez, el palabropolitiqués” para referirse a ese lenguaje desvergonzado que usan los políticos. Y es que la mentira sigue siendo rentable, sobre todo ahora que el mentiroso esta vacunado contra el pudor.

En definitiva, la palabra es la gran herramienta de la lucha por el poder. Fue Gramsci el que le descubrió a todos estos encantadores pastores de rebaños de ciudadanía –palabra símbolo- que el camino más corto y más sutil para conquistar el poder político es el poder cultural. Por eso una de las cosas que mejor funcionan estos días en España es la acción concertada de intelectuales y artistas bienpagaos, llamados “orgánicos”, que muy eficazmente han conseguido infiltrarse en todo tipo de medios de comunicación, expresión e, incluso, universitarios. Y como muestra la interesante antología que el escritor Miquel Porta Perales nos ofrece (ABC 16/06/07), en la que se describe la patología que caracteriza a tan activos "orgánicos": el síndrome de Jeremías y el síndrome de Jezabel. Tan complementarios y tan ilustrativos.
Y mira por donde, esta mañana he sido escuchante de una entrevista que Cherrera le hacia Ramón Jáuregi. Toda la paciencia y habilidad suavona de la que es capaz Carlos para apelar a la lógica de la razón chocaban, una y otra vez, con el muro impenetrable de argumentos retórico erísticos de este gran artista de la política. Oiga, y que serio lo dice. En níngún momentos RJ titubeó. Escuchando esta situación, se me vino a la memoria una frase contundente de Quevedo: "no hay disparate en el mundo tan grande que no tenga ley que la apoye." RJ se sabe todas las "leyes de apoyo" que existen.
Ah, la pazzzzz –estoy contagiado de la expresión utilizada por Ignacio Camacho-. No hace mucho le preguntaba: ¿qué es más importante, la pazzzz o la libertad? Bueno, cada mochuelo a su olivo. Yo me contentaría, muy mucho, con lo que decía Walt Whitman: “el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz”. ¡Por favor, menos pastoreo!

Si no me descalabran los aludidos, volveré sobre los erísticos poderes de la manzana dorada.

miércoles, 13 de junio de 2007

La cumbre del G8 y el telón de fondo del debatido Calentamiento/Cambio Climático de la Tierra


Los líderes de la tierra del G8 se reunieron en Heiligendamm, norte de Alemania, para debatir, en esta ocasión, sobre el enigmático problema de moda: ¿Calentamiento o Cambio Climático? Lograron sólo un acuerdo de mínimos sobre el “Cambio” -¿cosa distinta del Calentamiento?-. En la foto salieron Japón, Canadá, Francia, Rusia (invitada), Alemania (anfitriona A Merkel), USA, RU, Italia, Comisión Europea (JM Durao Barroso).

El mínimo avance lo “regaló” USA que salvó a la cumbre del fiasco, o sea Bush -el “diablo” perseguido por las hordas anti todo- que admite –ah, novedad sospechosa- que hay que reducir la emisión industrial de gases de efecto invernadero que debe ser gestionada por la ONU –vaya embolado que le endosa al organismo más inútil que se conoce, ¿será una venganza por todas las putadas que el organismo internacional, que más países no democráticos acoge en su seno, le ha hecho a Bush?-.

Los científicos siguen con su cantinela de extrapolar cifras utilizando misteriosos modelos: “de seguir la tendencia actual, la temperatura aumentará entre 1’4 y 5’8 grados en el año 2100”. Ahí queda eso. Para esa horquilla y esa fecha, todos calvos. No se lo ponen difícil.

El hecho es que el G8 de 9/06/07, ni adopta recortes cuantificables, ni tampoco hace referencia a los datos de 1990. Según lo acordado, las negociaciones sobre las medidas a tomar deberán iniciarse en la cumbre del clima de la ONU que se celebrará en diciembre de 2009. Lo que resulte de esos debates deberá sustituir al manido e indigesto Protocolo de Kyoto firmado en 1997 y que expira en 2012.

Los de Greenpeace, que son unos chicos listos y oportunistas –ahora toca la moda del clima, antes los derechos humanos- han calificado el acuerdo de Heili –para abreviar- de “ridículo, menos de poco”; “lo único que han hecho es posponer el problema”. Caramba, que otra cosa se puede hacer sobre un asunto que no está nada claro y que, lo tomes por donde lo tomes, las cuentas salen insoportables. Como tienen muchos paganos –de dinero- interesados en remover el cotarro, los chicos de GP llevaron a cabo la protesta más espectacular a base de lanchas rápidas perseguidas por las de la policía alemana. En la persecución de cine, dos lanchas de GP, que pasaron la línea de seguridad –estos chicos adinerados siempre lo consiguen-, chocaron entre sí. Tres personas resultaron heridas, 21 fueron detenidas y 11 embarcaciones fueron incautadas; esto no supone un problema económico para estos snob-boys, que siempre tienen quien les eche una mano -llena de dinero-.

Como viene siendo habitual, el más entusiasta de la peña –entiéndase, cumbre- ha sido Tony Blair. En cambio, el recién estrenado presidente francés Sarko, no se dejó llevar por la corriente –se nota que es otra cosa, que apreciamos-: “Si me quieren ver decir que podríamos haberlo hecho mejor, entonces diré que sí. Quiero hablar francamente”.

Como siempre, la cumbre estuvo asediada por las manifestaciones violentas “anti-todo”. Que gran labor logística llevan a cabo los organizadores de estas “fiestas”, como vienen demostrando desde hace varios años transportando y coordinando a miles de personas a los cuatro puntos cardinales. Y todo esto debe costar un pastón. Pregunta del millón: ¿quién paga todo esto?

Y ahora pasemos describir el telón de fondo anunciado aprovechando los brochazos que nos lanzan los sabios de la nueva “ciencia del clima”. La Sra. Brutland fue quien acuño, en 1987, el concepto de “desarrollo sostenible” (DS), en el célebre informe Nuestro futuro común, por encargo de la ONU. Veinte años después del DS, en muchos sentidos los problemas ecológicos han aumentado en el mundo en desarrollo –forma eufemística de referirse a los países pobres.

Cinco años después del informe Nuestro futuro común se produjo la cumbre de Río en 1992, donde se firmó la Convención del Clima y la Convención de la Biodiversidad. Luego tuvimos el Protocolo de Montreal sobre la capa de ozono. Caramba, nunca he visto tanta palabrería mágica, ni siquiera entre los de mi profesión, o sea aquellos economistas de los años 60/70, ya felizmente superada. Ahora resulta que todos los comunicadores profesionales han rehabilitado y adoptado la citada jerga, incorporándole la nueva cosecha de los profesionales de la publicidad trufada de eslóganes al uso de los progres “anti-todo”.

La señora Brutland afirma algo que suena muy políticamente correcto, entre tantos pronósticos y adivinanzas catastrofistas: “Necesitamos superar la pobreza –Dios, que descubrimiento-. Tenemos que superar la pobreza para ser capaces de cuidar el medio ambiente –claro, claro, si no, no valdría la pena superar la pobreza-. Porque la gente se ve obligada a destruir sus recursos naturales con el fin de sobrevivir”. Como se puede ver, la suprema razón que en el futuro orientará nuestros afanes será: “cuidar el medio ambiente”. Allá, en la cúspide.

En una entrevista publicada en El Mundo (9/06/07), la entrevistadora Tana Oshima informa que el nuevo papel de la Sra. Brutland es el de “dialogar” –como no- con los dirigentes del mundo –que barbaridad- para que tomen medidas contra el “calentamiento global”. Ante esa afirmación, a la entrevistadora le surge, como un disparo a boca jarro, la siguiente pregunta/comentario: “Así que ahora se añade el problema del cambio climático”. O sea, lo que faltaba para complicar la cosa. Hasta ahora hablábamos de calentamiento, pero en vista de los huracanes Katrina, el Niño y la Niña –que aguanta todo lo que le echen- las inundaciones por todos sitios -¿se hablaba de sequía?- y, simultáneamente, las terribles nevadas que todavía, a finales de mayo, asolan enormes extensiones de terreno.

En fin, en adelante, deberemos estar atentos sobre con qué asunto nos están exorcizando los expertos del Panel y de las múltiples Plataformas que se extienden como una plaga por todo el mundo: cambio o calentamiento; calentamiento o cambio. Ojo. Las alarmas sobre las catástrofes se desarrollan sobre una gran variedad de temas. Así, la Sra. Brutland advierte: “El Norte está mejor que hace 20 años –digo yo: el invierno pasado los rusos pasaron menos frío y ahorraron gastos de calefacción; y en el pasado mayo disfrutaron de un verano tipo mediterráneo- pero África está mucho peor”. Y continua la experta: “El mundo rico no cumplió sus promesas con el mundo pobre. China, Brasil y la India deberán formar parte de la solución”.

Ante esa afirmación por la que los nuevos ricos, después de siglos de pobreza, los meten en el saco de los sacrificios al dios clima, la pregunta clave que me hago es: ¿estarán dispuestas estas nuevas potencias económicas, en auténtico desarrollo –sin eufemismos- a echar el freno ahora que ya están tocando las mieles del primer mundo? –Y entre tanto en Latinoamérica con la revolución pendiente de la TL (teología de la liberación)- No resulta difícil imaginarse su inquietante pregunta: “¿pero estamos seguros que todo este lío del calentamiento y ahora del cambio se debe al desarrollo económico?” Si es así, no resultaría descabellado esperar que los nuevos ricos argumenten en su defensa: “Pues ahora nos toca a nosotros; no estamos dispuestos a retroceder a los años de la miseria”. Claro, tampoco los agricultores de la UE y USA están dispuestos a renunciar a las subvenciones para facilitar las exportaciones de los “países en desarrollo”. Todo esto parece un rompecabezas endiablado, en manos de los súper expertos de la nueva ciencia suprema del clima.

Según la Sra. Brutland: “ahí están las evidencias, el mundo se enfrenta a cambios drásticos y tenemos que hacer algo”. Y acaba cerrando toda posibilidad de debate afirmando: “Ya no hay que debatir sobre el cambio climático en sí porque eso ya esta hecho”. “Y punto”, como diría cualquier ministra de educación de un país desarrollado.

La entrevistadora no pierde ocasión de meterle los dedos a la experta: “¿Cómo ve el escenario de la era pos-Kyoto? ¡Atención, ya viene la era pos-Kyoto! Veamos de qué se trata. “Va a ser crítico. En diciembre se celebrará la Conferencia de las Partes en Bali (sobre el cambio climático), donde se debatirá lo que va a ocurrir en 2008 y 2009. Para 2010 se tendrá que haber ratificado un nuevo acuerdo. Es necesario que se establezcan nuevas negociaciones y probablemente mejorar las bases para que participen más países”. Nunca había visto y leído mayor ausencia de humildad característica de los “sabios científicos”. Es la nueva dictadura de los catastrofistas del calentamiento y del cambio.

Pero vean como no faltan quienes estén dispuestos a rematar la faena. Así, el chileno Ricardo Lagos –ya ha encontrado un nuevo enchufe como mandarín de la ONU- y el senador Timothy Worth –los senadores americanos tienen muchas salidas- actual director de la Fundación Naciones Unidas –sí señor, existe también una Fundación- ya tiene dicho como deberá ser –así, futuro simple- como deberá ser el nuevo acuerdo posterior a Kyoto: “A las medidas ya existentes deberán añadirse la eficiencia energética, la lucha contra la deforestación y las energías alternativas no contaminantes”. Pues que se vayan preparando los gobiernos democráticos o no, a someterse a esta nueva dictadora –no del proletariado- del nuevo gobierno mundial –estamos más cerca de la gran utopía del Gobierno Mundial…. del Clima- dispuesto a poner de vuelta y media al mundo mundial. Como es natural, ante este tremendo programa de certezas futuras, la Sra. Brutland termina afirmando: “Así que sí, tenemos mucho que hacer”.

Después de este agotador análisis de la situación, lo dejaremos aquí. Pero prometo continuar con este asunto que ofrece mucha tela que cortar, aunque sólo sea para dejar de prestarle atención a la vieja e insoportable batalla que los políticos están librando sobre ETA, esa que no deja de matarnos y atemorizarnos desde hace más de 40 años. Algunos repiten aquella nostálgica frase del posfranquismo: “contra ETA se vive mejor –da réditos/nueces-. ¡Miserables criaturas! Ahora más que nunca resulta de grata eufonía la antigua y siempre actual petición: “que la paz sea con nosotros”. Amén.

viernes, 4 de mayo de 2007

Micorreo: La pobreza y los mendrugos



Mi querida amiga,

Espero que tu largo viaje haya resultado soportable. Atravesar el charco siempre resulta incómodo por todo eso de lag jet. Como desde tu marcha no he tenido noticias tuyas me he quedado preocupado en razón del problema familiar que motivó tu apresurada vuelta a casa. Es posible que esta carta se cruce con la tuya que espero me traiga novedades que calmen mi inquietud por la situación de tu familia.

Como no sé el tiempo que te verás obligada a permanecer en tu casa, aunque sospecho que no va ser corto, me he propuesto convertirme en tu corresponsal personal con objeto de que tu alejamiento del Madrid que tanto aprecias –no va con segundas-, no represente una desconexión traumática. Me he impuesto el compromiso de, por lo menos, una vez por semana, tenerte al día de los acontecimientos más destacados, o curiosos, de lo que aquí pasa. A tu vuelta, que espero no se retrase demasiado, te será más fácil coger el tren de lo cotidiano.

Por aquí todo sigue más o menos igual que cuando te fuiste: una caldera en ebullición, donde, de un día para otro, las cosas se enredan aún más, aunque parezca absurdo. Empezaré contándote una curiosidad. Dice un tal Ricardo Verges –catedrático de economía-, al tiempo que debatía en un artículo periodístico (El Mundo 29-4-07) relativo al sobado tema del ladrillo, una curiosa teoría de la información. Como sabes, en esto de la vivienda no nos ponemos de acuerdo si suben, si bajan los precios; si burbuja sí, si burbuja no. Tú ya sabes que este es un tema al que le he prestado atención con un largo post en mi blog (http://wwwmansocoronado.blogspot.com/2007/04/la-enigmtica-burbuja-inmobiliaria.html). Pues bien, la teoría en cuestión, traída por Verges, es atribuible al economista norteamericano George A. Akerlof, que fue premio Nóbel en el años 2001 –junto con A. Michael Spence y Joseph E. Stiglitz- por su análisis de los mercados en los que unos agentes disponen de más datos que otros para predecir su evolución –los expertos los llaman mercados con información asimétrica-. La teoría de la información en cuestión se llama “la selección adversa” que, según Verges, la practicamos especialmente los españoles. O sea, ante la falta de información tanto de compradores –especialmente- como de vendedores, los actores protagonistas de este mercado se remedian, según esta teoría, tomando decisiones contraproducentes: frente a la verdad, la mentira; frente al conocimiento, creencia; frente al intercambio, caciquismo; y por último, frente al honor, confianza. Caramba, se me ocurre que esta teoría valdría, también, no sólo para los compradores de pisos. De cualquier modo, Verges tiene razón: si el mercado fuera suficientemente transparente por parte de las autoridades concernidas y los agentes económicos, “funcionaría de maravilla”. ¡Atención compradores, hay que ser mucho más exigentes a la hora de pedir información!

Como es habitual en P. J. Ramírez –ya sabes, director de El Mundo- nos endosó su consabido cartapacio dominical, bien regado de metáforas y documentadas referencias literarias (El retablo de las maravillas), con el fin de darle un buen repaso al Gobierno. Pero casi siempre, buscando entre líneas, encuentras también algún mensaje pérfido dedicado al PP: “Decían que España se rompía y luego a la hora de la verdad el PP ha consensuado todos los estatutos menos uno”. Apoyado en esta afirmación rabiosa, PJR lanza la pregunta acusadora: “¿Cabe mayor prueba de que la oposición hizo electoralismo barato a costa de Cataluña y de que [como consecuencia] se ha avanzado decisivamente en la consolidación del Estado autonómico [confederal]? Como verás no desaprovecho la oportunidad para meter mis tendenciosos corchetes.

Creo que todavía estabas por aquí cuando se celebró la primera vuelta de las elecciones francesas para nuevo presidente que, según los sondeos, se dilucidaría entre los tres siguientes candidatos Ségolèn Royal, izquierda socialista, Sarkozy, por la derecha conservadora y Bayrou por el centro. El resultado es que ha sido eliminado éste último. Para no enredarme prematuramente, me he limitado a utilizar la clásica denominación que me recuerda al baile de la yenka –una canción del verano del año 1965 de Johnny and Charley-. Adivino lo que estarás pensando: que tú eres más joven y no viviste esa época. Bueno, no importa. El estribillo decía así: /Izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás, un dos tres/. El baile consistía en dar saltitos siguiendo el estribillo. Conviene recordar que por aquellos años había censura por aquí, pero la gente se las ingeniaba. A lo que iba, en realidad, si analizas detenidamente sus programas electorales habría que hacer curiosas matizaciones, especialmente en el caso de Bayrou, el perdedor. Pues bien, por primera vez en la historia, ha ocurrido que el citado candidato centrista eliminado, ha mantenido un debate televisivo con la socialista Royal, conocida por la “zapatera francesa”, con la pretensión de escenificar una alianza tácita entre los dos partidos. Curiosamente, la zapatera ha adoptado el modelo zapateril de aislar y expulsar el competidor –mejor diría enemigo- político. Además de extravagante, el acto resultó un espectáculo versallesco contra Sarco –como se le llama familiarmente en los titulares-. Según los analistas acreditados, Sarco ha sido lo suficientemente listo para aparecer como una víctima de “las oscuras maniobras de la zapatera”. ¿Te recuerda esto el tortuoso Pacto de Tinnel? Seguro que sí. Los vicios antidemocráticos se contagian. Todo sea por el poder. Cuidado, yo no digo que todos los políticos sean iguales.

El ambiente político insólito que se percibe en España, especialmente a partir del 14-M, da la impresión de que contagia la vida cotidiana de las gentes. Todo lo que hacemos parece contaminado. Este comentario lo traigo a cuento del efecto apabullante, cansino, repetitivo con que los medios, especialmente la TV gubernamental, nos ha venido endosando a propósito del nacimiento de la segunda hija de los Príncipes de Asturias, la infanta Sofía. Un amigo con el que coincidí en el kiosco de los periódicos, me decía con cierta malevolencia al oído: “todo esto ha sido una maniobra para que acabemos odiando a la monarquía, preparando el camino de la III república”. La verdad es que algunos afinan excesivamente. Quizás los únicos que habrán quedado satisfechos son los aficionados a los programas rosa o del corazón que han encontrado una veta que explotar para su trabajo. Ya sabes como es Raúl del Pozo, con esos prontos de ingenio con los que nos suele retratar el ambiente de ciertas situaciones. Pues el pasado 1 de mayo le dedicó una columna a La Infanta (El Mundo), en la que, ente otras cosas decía: “La Familia Real española debe, o debiera, estar abrumada por la ola de adulación mediática y popular. ‘Se han pasao’, como dicen los castizos”. Pero lo más característico del estilo de RdP lo encontré en la severísima critica que dedico al público aficionado a estos eventos: “/…la gente tiene la cabeza llena de ranas, de noviazgos, embarazos reales y cacerías; cuanto más pobres más mendrugos”. Caramba con los mendrugos. Se ve que el afamado columnista estaba malhumorado.

Querida amiga, aunque todavía son muchas las cosas que me dejo en tintero -mejor dicho en el teclado- para ponerte al día, creo que debo dosificarme para evitar que mis mensajes te cansen y te predispongan cuando te los encuentres en la pantalla.
Hasta la próxima.

lunes, 23 de abril de 2007

Modelos de formas de estado: el embrollo del Estado autonómico español


Es tal el enredo que estamos padeciendo sobre la cuestión de la reformas de los Estatutos de las CC AA de España, que ya no sabemos cuál es el significado de ciertas palabras necesarias para poder entender qué modelo de Estado tenemos y adónde nos quieren llevar los que detentan el poder en la actualidad. Basta con leer las columnas de opinión de los periódicos, oír las omnipresentes tertulias radiofónicas, o a los políticos de turno.

Si se recuerda la historia del nacimiento de los Estados Unidos, se sabe que cuando en 1776 las colonias se declararon independientes, los trece territorios originales se constituyeron en Confederación. A partir de ese momento, todavía tuvieron que pasar más de siete años hasta que ganaran la guerra a la Metrópolis. Pero cuatro años después, o sea, enseguida, con visión de futuro, llegaron a la conclusión de que el sistema confederal no les convenía. Este hecho marca el sentido de la evolución histórica de las formas de organización territorial de los Estados de Derecho. Por eso, en 1787, los territorios nacidos confederados, decidieron reunirse en Filadelfia para acordar, todos juntos, sin admitir privilegios a ningún territorio, una Constitución Federal, acuerdo que alcanzaron al año siguiente.

O sea, tan sólo doce años después de la espléndida Declaración de Independencia de las colonias, unos novatos, sin historia sobre sus espaldas, crearon la primera democracia moderna dotada del primer texto codificado del mundo, el primer Estado de Derecho de la historia. Y aún hoy, a pesar del tiempo transcurrido, a pesar del enorme peso de la historia de la que presumimos los europeos -o quizá por eso- el texto presentado en la Convención de Bruselas para la Unión Europea, aprobado por algunos estados y rechazado por dos de gran significación, no supera al modelo que gobierna y rige a la Unión Americana.

En el caso europeo se ha echado de menos el sentido de Estado, la generosidad, la altura de miras de unos auténticos constructores de fórmulas de convivencia en libertad y derecho, con el ingenio suficiente para saber utilizar resortes de equilibrio entre fuerzas centrífugas y centrípetas, como el que demostraron Madison o Adams, entre otros. Ahí sigue vigente la Constitución Federal de 1788, que después de 219 años sólo ha necesitado 27 "enmiendas", que no reformas, para seguir siendo útil para una de las sociedades más dinámica que se conocen, a la que sirve eficaz y eficientemente. Mientras que nuestra experiencia, a partir del Estatuto de Bayona de 1808 -por ponerlo más extenso en el tiempo-, o sea en casi 200 años, se computan más de treinta Constituciones generales. La mayoría de las cuales no llegaron a entrar en funcionamiento. Pero aún seguimos dándole vueltas, y últimamente de forma más intensa.

Pronto se cumplirán 30 años de la implantación del actual Estado de las Autonomías. Aunque nadie quiere comprometerse a hablar de reformar la actual Constitución, el hecho es que, por la puerta de atrás cuelan las reformas que se han aprobado hasta el momento, especialmente la del Estatuto Catalán, que suponen una reforma de facto, sin enfrentarse claramente a la complicada situación en las que nos encontramos.

El hecho es que, en las tertulias, en las columnas de opinión, en las declaraciones de algunos partidos abiertamente comprometidos en la reforma constitucional –sean iU o ERC-, en el hecho consumado de los nuevos estatutos aprobados, todo indica que se quiere implantar un modelo de estado de corte federal. Pero no se aborda abiertamente llevándolo a las Cortes, donde correspondería enfrentarse con la realidad inevitable, respetando así la soberanía del pueblo español.

No hace falta ser un especialista en derecho constitucional para darse cuenta que, realmente, nuestras CC AA, constituyen una forma -imperfecta- de seudo Estado Federal, intencionadamente asimétrico y no rematado en su enunciación. Asimétrico por cuanto admite los privilegios forales, que naturalmente provocan agravios comparativos de los ambiciosos nacionalistas tradicionales y de los nuevos, que se apuntan para no ser menos, en vista de la situación de desbordamiento en la que estamos abocados. Como es sabido, los responsables del diseño de la Constitución de 1978, intencionadamente, no quisieron rematar el diseño poniéndole puertas al campo, con objeto de satisfacer las intereses nacionalistas de dejar abierta la posibilidad de llevar a cabo interminables "reformas" que, necesariamente, se agotarán tan sólo cuando los nacionalistas separatistas hayan alcanzado su objetivo. El caso es que, en los interminables debates celebrados, en su día, para alcanzar el tan cacareado consenso que trajera la nueva Constitución de la Transición, ganó la resistencia y tenacidad de los nacionalistas y perdieron los que buscaban proteger la permanencia de la unidad de España.

En su momento, hubo celebraciones y grandes palabras de reconocimiento por haber alcanzado el consenso que permitió la Transición. Estas alegrías por la paz y progreso que proporcionó la Transición, que parecía que serían para toda la vida, se agotaron con la celebración de los 25 años de su nacimiento. Por una parte las nacionalistas de siempre y los de nuevo cuño, junto con el nuevo Gobierno socialista del 14-M del 2004, bien por que aspira a rescatar las olvidadas y viejas ideologías de la I y II República, cosa que los anteriores Gobiernos socialistas no manifestaron formalmente, o bien por necesidad de agarrarse al poder que le ofrecen los nacionalistas para aferrarse al sillón, el caso es que, ahora, se habla de la necesidad de llevar a cabo una II Transición, porque la anterior, según dicen los promotores del cambio de régimen, fue una trágala, una continuación del franquismo. Ahí queda eso. A los que nos ha tocado vivir el periodo franquista con la ilusión de que algún día disfrutaríamos de una verdadera democracia de derechos y libertades, todo lo que ahora está ocurriendo significa un verdadero chasco ¿Es que realmente ninguno de los responsables políticos intervinientes, en su momento, para “lograr el consenso como sea”, no se dieron cuenta que, con aquel invento de la Constitución del Estado de las Autonomías, era previsible que ocurriera lo que ahora está pasando? No creo que falten autores, textos, reflexiones, sobre la teoría del poder, que brindaran luz y raciocinio sobre la cuestión a aquellos padres de la patria, hoy acusados, por algunos, como padres bastardos. La salida de un sistema dictatorial a otro democrático, no es algo nuevo en la historia de la humanidad. El poder siempre ha necesitado que se le marque el campo dentro del cual debe transitar. En nuestro caso no se quisieron marcar dichos límites, por ingenuidad o por otras razones inconfesables Y aún así, la historia nos enseña que de tiempo en tiempo, la eterna ambición por el poder esta presta para derrocar al que lo detenta.

Seamos de una vez claros y honestos, la Transición dejó importantísimos cabos sueltos, que trajeron una cadena de problemas de difícil arreglo. Realmente, lo que se infiere de todo lo leído y oído respecto a los nuevos Estatutos aprobados y los que vienen de camino, constituyen una regresión histórica hacia la confederación. Se trata de deshacer el camino, pues históricamente las confederaciones o se han disuelto o se han transformado en Federación de Estados. Por tanto, se trata de una estrategia de tránsito a la independencia, de gran utilidad para los nacionalistas, especialmente desde el punto de vista legal, de cara tanto a nuestro embrollado sistema judicial, como de cara a la UE, con lo que se evitan el riesgo de tener que negociar la entrada en la Unión, con el inconveniente de ponerse en la cola -por ahora de 27 países- de solicitud de privilegios y derechos. En este estado de cosas, no sería descabellado esperar que las restantes CC AA, que hasta hora no han manifestado aspiraciones independentistas, al sentirse afectadas por el mal del agravio comparativo –la envidia es uno de los pecados capitales de los españoles-, se declararán, cuando menos, cantones independientes.

El modelo de organización territorial que acoge nuestra Constitución de 1978, al estar intencionadamente no rematado y de redacción ambigua, según han reconocido en repetidas ocasiones los propios responsables de su diseño, no sólo nos ha traído el Estado más descentralizado del mundo, manifestado jactanciosamente como virtud, sino también un Estado débil frente a las interminables reclamaciones de los nacionalistas, que se sitúan tras el burladero de un diseño constitucional que no tiene techo. Lo que en el plano teórico pretendía otorgar el máximo grado de descentralización dentro de un Estado Unitario, en el plano práctico resultó ser una extraña mezcolanza de Estado Compuesto -el Estado Plurinacional, que por su intencionada ambigüedad no marca tendencias-. Ante los hechos que estamos viviendo, no es posible vaticinar en qué puede terminar este edificio inconcluso y carente de planos guía preparados y suficientemente promulgados. La pregunta que nos asalta a muchos ciudadanos de España es: ¿en qué terminará este embrollo -no inesperado, precisamente-, en una federación, en una confederación o en un big-bang de nuevos estados independientes?

Creo que es un error empeñarse en hacer de la debilidad virtud. Naturalmente que sería posible, desde la indeterminación actual, contando con grandes dosis de buena voluntad –que no se aprecian en la mayoría que detenta el poder en la actualidad-, alcanzar un acuerdo que remate claramente en un modelo de estado reconocible. Pero para ello haría falta enfrentarse de cara a la realidad, y acordar, por consenso, una serie de "reformas" constitucionales o ,en el peor de los casos, pactar una nueva y definitiva Transición de hombres buenos, que acabe con los flecos y las ambigüedades de la actual constitución. Resulta dramático comprobar que, uno de los artífices principales, por no decir hombre clave, de la aclamada Transición, para su desgracia -o suerte-, una terrible enfermedad le ha quitado la conciencia que le hubiera permitido conocer, y padecer, la inutilidad de todo el esfuerzo realizado, llevado a cabo con ilusión, en aquellos años de cambio de "libertad sin ira", desde una dictadura hacia una democracia. Lo que entonces fue un feliz hallazgo, ahora, por mor de unos intereses de poder, resulta, para algunos, un estorbo que hay que agraviar, primero, y luego eliminar.

Micorreo: "Tertulianos" debatiando sobre las corridas de toros


Estimado director de tertulia:
Estuvo divertido el coloquio sobre la prohibición de las corridas de toros. Te lo aseguro. Por las maneras de discutir, las señoras dieron buena prueba de tener mala educación, muy mala. Tú que eres periodista te pregunto: ¿Crees que conviene adoptar esa actitud para quedar bien con la audiencia de nuestro tiempo? Yo debo estar muy antiguo y quiero reciclarme, por eso te pregunto. Respecto a los defensores de turno de las corridos, resultaron de lo más ingenuo y candoroso que he oído. No tenían ni idea de a lo que se estaban enfrentando. No salían de un ladrillo, diciendo monadas. Resulta sorprendente que un crítico taurino, entre otros, tuviera tan pocos recursos dialécticos. Supongo que la próxima vez que los inviten a defender las corridas, frente a grupos que llevan siglos desarrollando argumentos anti-taurinos, se lo pensarán dos veces.

Algún comentario más sobre las señoras. Quedó muy claro que odiaban las corridas de toros. Imagínate unas nacionalistas atacando a la Fiesta Nacional española. Aunque lo de las señoras no es nada comparado con lo que te puedes encontrar en Internet con la marca de origen Cat. Latía con más fuerza su anti-españolismo que la defensa de los animales. No se esforzaron mucho en desarrollar las razones por las que los humanos debemos proteger a los animales y también a la naturaleza en general. El contertulio RP tiene razón. Los animales no tienen derechos -a pesar de esos surrealistas decálogos que circulan por ahí-. Somos los humanos los que, como prueba de nuestra humanidad, desarrollo, civilización y madurez tenemos la responsabilidad de protegerlos por diferentes razones; por estar en la cúspide del poder de los seres vivos. Pero sin caer en aberraciones.

Seguro que tu conoces, como yo, casos de personas que no sienten ni siquiera compasión por el dolor y el sufrimiento humano, pero lo darían todo por su perro. Seguro que, como a mí, te vienen a la memoria muchos ejemplos de famosos y famosillos que lideran asociaciones de lo más pintorescas, pero que no reflejan amor y respeto por los derechos humanos. Como alguien ha dicho; son malos tiempos en los que hay que explicar lo obvio. Seguiré siendo escuchante de tu programa. Saludos y felices vacaciones.