lunes, 28 de diciembre de 2009

Navidades 2009, One Solidary Life

Un buen amigo americano, Chip Wood, de quien he glosado alguna vez sus interesantes escritos en este blog, me ha enviado un enternecedor Christmas: un popular poema, tenido como anónimo, sencillo, directo, nada barroco. Rebuscando ha averiguado el nombre de su autor: Dr. James Allan Francis, incluido en su libro The Real Jesus and Other Sermons, publicado en el año 1926 por Judson Press.

One Solitary Life

He was born in an obscure village,
The child of a peasant woman.
He grew up in another obscure village
Where he worked in a carpenter shop
Until He was thirty.

He never wrote a book.
He never held an office.
He never went to college.
He never visited a big city.
He never traveled more than two hundred miles

From the place where He was born.
He did none of the things
Usually associated with greatness.
He had no credentials but Himself.

He was only thirty-three
When He died.
His friends ran away.
One of them denied Him.

He was turned over to His enemies
And went through the mockery of a trial.
He was nailed to a cross between two thieves.
While dying, His executioners gambled for His clothing,
The only property He had on earth.

When He was dead,
He was laid in a borrowed grave
Through the pity of a friend.

Twenty centuries have come and gone
And today Jesus is the central figure of the human race
And the leader of mankind’s progress.

All the armies that have ever marched,
All the navies that have ever sailed,
All the parliaments that have ever sat,
All the kings that ever reigned put together
Have not affected the life of mankind on earth
As powerfully as that One Solitary Life.

Siguiendo la invitación de compartir, ahora tan de moda en las redes sociales, lo he elegido como post de estas Navidades. Además, he tenido el atrevimiento de hacerme, para mí y para compartir, una traducción libre al español, intentando respetar el espíritu que nos dejó Allan Francisc en 1926.

Una vida solitaria

El hijo de una campesina,
Nació en una oscura aldea.
Creció en otra oscura aldea
Trabajando como carpintero.
Y cumplió treinta años.

Nunca escribió un libro.
Nunca tuvo un despacho.
Nunca fue a la universidad.
Nunca pisó una gran ciudad.

No más allá de 200 millas se alejó
Del lugar donde nació.
No hizo las cosas del señorío poderoso
Sus credenciales eran Él mismo.

Treinta y tres años tenía
Cuando murió.
Sus amigos desertaron
Incluso uno de ellos le negó.

A sus enemigos fue entregado
Y a un juicio burlón lo sometieron.
Entre dos ladrones en una cruz los clavaron.
La única propiedad que tenía en esta tierra,
Su ropa, mientras moría sus verdugos se la jugaron.

Por la compasión de un amigo,
Cuando estaba muerto,
En una tumba prestada lo enterraron

Veinte siglos han pasado
Y hoy Jesús es luminaria de la raza humana.
Paladín del progreso de la humanidad.

Ni todos los ejércitos que han existido,
Ni todas las flotas que han navegado,
Ni todos los parlamentos que han legislado,
Incluso todos los reyes juntos que han reinado,
Han afectado a la vida de la humanidad en la tierra
Tan intensamente como Una vida solitaria.

lunes, 14 de diciembre de 2009

GUERRA Y PAZ EN EL DISCURSO DE OBAMA EN OSLO

Obama manejó con soltura y lucimiento el realista aspersorio, “si vis pacem, para bellum”, en el corazón de una Europa mayoritariamente pacifista y sorprendida.

Las razones de esta glosa

El pasado 20 de octubre edité un post en este blog con el título “Barack Hussein Obama y sus dos grandes logros: Jack y Squat”, donde ponía en duda, incluso diría ridiculizaba, los méritos que justificaban el otorgamiento del premio Nobel de la Paz. A la vista del inesperado e importante discurso de Obama, me siento obligado a dedicarle este otro post de rectificación y reconocimiento.

Tenía una gran curiosidad por conocer el texto del discurso de Obama en Oslo. Pasadas unas horas me puse a rastrear por la web, y lo que me encontré fue una serie de resúmenes mutilados y mal traducidos. Curiosamente por estos lares se maquilló el discurso de Obama de modo que resultara políticamente correcto. Porque ciertamente el discurso debió resultar muy incorrecto para los países donde, como dijo el propio Obama, “existe una profunda ambivalencia acerca de la acción militar de hoy, no importa cuál sea la causa”. Ciertamente, resultó un premio Nobel de la Paz que no tuvo pelos en la lengua, donde el pacifismo de guardarropía no tuvo cabida.

Finalmente tuve que recurrir al texto que, en apenas un par de horas, ya ofrecía íntegro NYT, que a su vez lo había obtenido de la oficina de prensa de la Casa Blanca. Tengo que reconocer que, a medida que avanzaba en la lectura del discurso, me sorprendía gratamente. No me lo esperaba. Por eso, lo que me propongo ahora es glosar las partes que me parecen más significativas dadas las circunstancias. El discurso es clarificador y una buena vacuna contra el cejudo relativismo oficial. Mucho me temo que más de uno se va a decepcionar con su san Obama apóstol de la paz, reverso forzado de la medalla del diabólico Busch.

La controversia del otorgamiento del premio Nobel de la Paz

Lo primero que se debe destacar del discurso es que, al comienzo, reconociera con “gran humildad”, que estando al comienzo de su trabajo, y no al fin, y en comparación con otros gigantes de la historia que han recibido el premio, “mis logros sol leves”. Su primer golpe de hisopo cargado de franqueza fue, “sería un insensible si no reconociera la controversia que su generosa decisión ha generado”. Todos rieron el desparpajo del Comandante en Jefe de primer ejército de un planeta que se calienta, en todos los sentidos. Obama los había deslumbrado por sorpresa.

Si hubiera que resumir el contenido del discurso de Obama en pocas palabras escogería aquella cita que erróneamente la mayoría adjudica a Julio Cesar (100 – 44 a. de C.), Si vis pacem, para bellum. Si quieres la paz prepara la guerra. El verdadero autor de esa trillada frase, pero no menos acertada, por los siglos de los siglos, fue un escritor romano de temas militares, llamado Vegacio, que escribió un libro titulado Epitoma rei militaris. Libro que fue copiado hasta la saciedad durante siglos. Lo escribió, más o menos, en el año 390 d. de C., dedicado al emperador Teodosio I, el grande. El último emperador que gobernó todo el mundo romano, el occidental y el oriental. La frase completa de Vegacio dice así: "Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum”. Así que quien desee la paz, que prepare la guerra. La que ha llegado a nosotros es una versión abreviada para el consumo.

En ningún momento Obama disimulo su personaje, dadas las circunstancias, y dejó de ser y parecer lo que representaba. “La cuestión más significativa del otorgamiento de este premio es el hecho de que soy el Comandante en jefe de las fuerzas armadas de una nación en medio de dos guerras.” Y añadió, “estamos en guerra, y yo soy el responsable del despliegue de miles de jóvenes norteamericanos desplazados para luchar en tierras lejanas.” Y para que
no quedara duda de la franqueza de ánimo con que Obama recogía su inmerecido premio, dijo: “Llego aquí con un profundo sentido de los costes de los conflictos armados y consecuentemente lleno de preguntas difíciles sobre la relación que existe entre la guerra y la paz y la clase de esfuerzo que debemos llevar a cabo para remplazar la una por la otra.” Ciertamente, sólo los grandes estadistas, como el que ahora vemos en Obama, asumen que no es sólo un frívolo juego de palabras el cambiar una cosa por otra, como el que cambia un jarrón de sitio.

La moral de la guerra

Cada vez se puede comprobar que Obama, o sus asesores, me da lo mismo ya que es él quien los escoge –recuerdo aquel epitafio de la tumba de Roquefeller: “aquí yace un hombre que supo rodearse de personas mejor que él”- es una persona con una gran formación histórica y humanística. No es un simplón de los que dicen, sin más, de la noche a la mañana, otro mundo es posible. Ni tampoco sea de los que cree que baste con decir “no a la guerra” para erradicarla. Las bases de su realismo parecen tener buenos cimientos. No elude el manoseado debate de guerra si o guerra no, cuando afirma que ese es ya un viejo debate. “La guerra, en una u otro forma ya apareció con el primer hombre, en los albores de la historia. Pero su moral no se cuestionaba sino que era aceptada simplemente como un hecho, como la sequía o las enfermedades.” ¿Cuántos líderes políticos de estos tiempos se atreverían a denunciar semejante demérito? La moral de la guerra, ahora, se cuestiona impúdicamente.

No quiere decir Obama que haya que aceptar fatalmente esos hechos dolorosos y que no se intente hacer algo. Por eso, las leyes, los filósofos los hombres de Estado han tratado de controlar los efectos destructivos de las guerras. De este esfuerzo ha surgido el concepto, desgraciadamente interesadamente manipulado de “guerra justa”. Sobre este interesante asunto Obama manifiesta: “[la guerra justa] sugiere que la guerra sólo sea justificada cuando se cumplan ciertas condiciones: si se hace como último recurso, o en defensa propia, si la fuerza utilizada es proporcional y si, siempre que sea posible, los civiles estén a salvo de la violencia.” A lo que el mismo Obama contesta con escepticismo: “Por supuesto, sabemos por la historia, que la mayor parte de las veces ese concepto de ‘guerra justa’ rara vez se ha respetado.”

Obama recuerda que su país saco las castañas del fuego a Europa

Seguramente, siendo Obama consciente de que se encontraba en ese momento, en el santa sanctórum del pacifismo europeo, lugar de origen del premio Nobel de la Paz, se permitió recordarle a los allí presentes, la cruda realidad de la ensangrentada Europa. “En el lapso de 30 años, por dos veces, una terrible carnicería engulló a este continente. Y si bien es difícil concebir una causa más justa que la derrota del Tercer Reich y las potencias del Eje, la Segunda Guerra Mundial fue un conflicto en el que el número de civiles muertos superó al de soldados.”

Y aunque Obama dice que debemos sentirnos orgullosos herederos de aquellos que tuvieron la fortaleza de vencer tan difíciles momentos del pasado, así como de las instituciones creadas, da un dramático toque de atención avisando de los peligros que ya tenemos encima. “Sin embargo, ha bastado una década del nuevo siglo para que esa sólida arquitectura del pasado se empiece a desplomar bajo el peso de las nuevas amenazas. La proliferación de armas nucleares puede aumentar el riesgo de una catástrofe, por eso es razonable que el mundo tiemble ante la perspectiva de una guerra entre dos superpotencias nucleares.”

Y sigue Obama echando encima de la conciencia de sus turbados oyentes más argumentos para que acepten que si quieren la paz, tendrán que prepararse para la guerra. El panorama que pinta es desgarrador. “El terrorismo es cada vez más que una táctica, en la medida que las nuevas tecnologías hacen posible que simples hombres con rabia destructora descomunal puedan asesinar a inocentes en proporciones horribles.” Sigue Obama recordando otras amenazas que penden sobre nosotros. “El resurgimiento de conflictos étnicos o sectarios, el crecimiento de movimientos secesionistas, las insurgencias y los Estados fallidos. En las guerras de hoy son asesinados muchos más civiles que soldados.” No se puede ser más realista. Y mucho me temo que no pocos de los asistentes se hayan removido incómodos en sus asientos, al oír que el agraciado con el premio Nobel de la Paz hable de prepararse para la guerra.

Nuevos enfoques para la noción de guerra justa

Cuando uno lee con detenimiento el discurso de un Obama premio Nobel de la Paz, llama la atención que insista una y otra vez sobre los peligros que nos acechan. “Yo no traigo aquí la solución definitiva para los problemas de la guerra. Pero si [tengo claro que] estamos obligados a pensar en nuevos enfoques para las nociones de ‘guerra justa’ o los imperativos de una ‘paz justa’.”

El párrafo que sigue no puede ser más contundente. Es como un jarro de agua fría que recibiera alguien que estuviera sesteando. “Debemos comenzar por reconocer la dura verdad: No vamos a erradicar los conflictos violentos en nuestras vidas. Y habrá momentos en que las naciones, bien sea individualmente o en concierto, no sólo necesiten recurrir a la fuerza sino que lo consideren moralmente justificado.”

Y hasta no faltó una declaración solemne que claramente no sólo iba dirigida a los encopetados asistentes de tan protocolario acto, sino sobre todo a sus compatriotas y a los enemigos seculares de Estados Unidos de antes de la demolición del muro – no se cayó solo- y de después del 11-S. “Pero como jefe de Estado juré proteger y defender mi país”. Seguidamente aclaró suficientemente lo que quería que se entendiera. “Yo me enfrento al mundo como es y, por tanto, no puedo quedarme de brazos cruzados frente a las amenazas al pueblo estadounidense.”

Obama recuerda que el mal existe en el mundo –Busch lo llamaba de otra manera, eje del mal-. “Pero no nos equivoquemos: el mal existe en el mundo. Un movimiento no violento no podría haber detenido a los ejércitos de Hitler. Las negociaciones no pueden convencer a los líderes de Al Qaida para que depongan las armas. Decir que en ocasiones el uso de la fuerza es necesario no puede considerarse un gesto cínico. Es reconocer [con honestidad] la realidad histórica, las imperfecciones del hombre y los límites de la razón.” Evidentemente Obama está marcando contrastes filosóficos. Rompiendo los moldes de lo políticamente correcto. Es de esperar que pronto veamos una contraofensiva de los filósofos pacifico relativistas que ahora reinan.

La ambigüedad de muchos países sobre la acción militar de hoy

Y también encontramos en el discurso de Obama reproches de cierto calibre. Por ejemplo, para que no haya duda, aclara a quiénes van dirigidas las advertencias del párrafo anterior. “En este punto deseo resaltar que en muchos países existe una profunda ambivalencia acerca de la acción militar de hoy, [incluso] cualquiera que sea la causa. Y en ocasiones [esa ambivalencia] está asociada a ciertas sospechosas especulaciones acerca del mando único de la superpotencia militar.”

Y frente a esas especulaciones de desagradecidos, a Obama no le duelen prendas para recordarle a todos: “Pero el mundo debe recordar que no fueron simplemente las instituciones internacionales las que trajeron la estabilidad al mundo después de la Segunda Guerra Mundial. Cualesquiera que sean los errores que podamos haber cometido, la realidad es que: los Estados Unidos de América han ayudado a garantizar la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y la fuerza de nuestros brazos.” Cualquiera diría que Obama tenía necesidad de venir a Europa a recordarle a algunos desmemoriados que la gratitud es una virtud que honra a quien la practica. Los franceses suelen decir que la gratitud es la memoria del corazón.

Obama sigue defendiendo su teoría de la intervención oportuna, atacando directamente a los flojos de conciencia. “La no intervención por desviación de conciencia lacrimosa puede dar lugar que haya que hacerlo más adelante en condiciones más dolorosas. El uso de la fuerza puede estar justificado tanto por razones humanitarias, como fue el caso de los Balcanes, como por razones puramente bélicas.”

Su compromiso en el mantenimiento de la paz mundial

Obama renueva en este acto del Nobel de la Paz, su compromiso de no vacilar en el mantenimiento de la seguridad mundial. Pero advierte que solos no podrán hacerlo y les da un toque nada retórico a los que se escaquean en sus obligaciones. “En un mundo donde las amenazas son difusas y las misiones complejas, los Estados Unidos no pueden actuar solos. Esto es lo que pasa en Afganistán y ciertos Estados fallidos como Somalia. Los países de la OTAN y otros amigos y aliados asumen esta verdad y la demuestran en Afganistán, con su coraje. Pero hay otros muchos países que se desentienden del esfuerzo de aquellos que cooperan y se instalan en posiciones indeterminadas. Entiendo que la guerra no es popular, pero también sé esto otro: La creencia de que la paz es deseable no es suficiente para lograrla. La Paz requiere responsabilidad. La Paz implica sacrificio. Es por eso que la OTAN sigue siendo imprescindible.”

Seguramente aquellos que creían que Estados Unidos, a partir de Obama, renunciaba al liderazgo mundial, por aquello del multilateralismo, lo pueden tener claro si leen con atención la siguiente manifestación. “Y cuando nos enfrentamos a un enemigo depravado, que no se atiene a las normas, entiendo que Estados Unidos debe seguir siendo un abanderado en la conducción de la guerra.”

Ciertamente Obama, después de todos los argumentos que ha expuesto sobre las cuestiones de la guerra y la paz, se moja, y se atreve a anunciar las tres maneras en las que se puede construir una paz justa y duradera.

La primera norma tiene que ver con el incumplimiento de las leyes y las reglas internacionales.

“Los regímenes que rompan las reglas deberán rendir cuentas. Las sanciones deben exigir un precio real”. Y pone un ejemplo bien significativo: “el esfuerzo para evitar la propagación de las armas nucleares”. Luego se refiero al acuerdo de mediados del siglo pasado sobre no proliferación de armas nucleares, sobre el que advierte que sigue estando en vigor. “Estoy comprometido con la defensa de este tratado”. Y señala con el dedo acusador: “naciones como Irán y Corea del Norte no respetan las reglas de juego”. Y a los que se quedan de brazos cruzados simplemente de espectadores ante ese incumplimiento les dice. “Aquellos que buscan la paz no pueden permanecer de brazos cruzados cuando las naciones se arman para la guerra nuclear.”

La segunda norma tiene que ver con los derechos humanos

Esta cuestión la argumenta del siguiente modo. “La paz no es simplemente la ausencia de conflictos visibles. Sólo una paz justa basada en los derechos y la dignidad inherentes a cada individuo, puede ser verdaderamente duradera.” Atención a los matices del siguiente argumento. “Algunos países justifican la falta de respeto a los derechos humanos con el argumento de que esos principios son occidentales, ajenos a sus culturas locales.” Entiendo que Obama no está de acuerdo con esas teorías de que en nuestro mundo actual existen diversas civilizaciones que hay que respetar. Queda claro que en nuestro mundo sólo existe una civilización: la de los derechos humanos y las del respeto de las reglas internacionales. En ocasiones Obama llega a ser muy sutil para dejar caer ciertas advertencias. “La promoción de los derechos humanos no se puede hacer sólo haciendo exhortaciones sobre la paz. A veces, debe ir acompañada de [cierta] diplomacia laboriosa”. Claro que cada uno puede entender como le plazca lo de “diplomacia laboriosa”, pero creo que está clara la intención.

Y precisamente en el desarrollo de la segunda norma para alcanzar la paz justa y duradera, tiene un justo y oportuno recuerdo para otros importantes personajes, que en la reciente conmemoración del 20 aniversario del derribo del muro de Berlín, fueron tendenciosamente ignorados en los actos oficiales. “El compromiso del Papa Juan Pablo II con Polonia creó un espacio no sólo para la Iglesia Católica, pero también para los dirigentes sindicales, como Lech Walesa. Los esfuerzos de Ronald Reagan sobre el control de armamentos y el abrazo de la perestroika, no sólo propició la mejora de las relaciones con la Unión Soviética, sino que facilito la aparición de disidentes en toda Europa Oriental.”

La tercera y última norma anunciada por Obama tiene que ver con la miseria, la inseguridad económica, los derechos civiles y políticos

Es mucho el espacio que Obama dedica a esta importante cuestión. Entra en detalles que servirían como guía de principios para más de una enigmática ONG. Para no hacer demasiado extensa esta glosa del discurso de Obama, de entre todas destaco la siguiente. “La seguridad no existe donde los seres humanos no tienen acceso a suficientes alimentos o agua potable, o a las medicinas y la vivienda que necesitan para sobrevivir.”

El final lo reserva para denunciar la complicada situación de Oriente Medio. Se pueden encontrar algunas frases lapidarias. “La Guerra Santa no siempre puede ser una guerra justa. Y lo más peligroso, lo vemos en la forma en que la religión es utilizada para justificar el asesinato de inocentes por los que han distorsionado y contaminado la gran religión del Islam.”

Y para los idealistas empedernidos, un mensaje: “No tenemos que creer que la naturaleza humana es perfecta. Debemos creer que todavía puede mejorar. No debemos vivir en un mundo idealizado, sino en uno donde todavía quedan ideales alcanzables que lo conviertan en un mejor lugar.”

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Economía Sostenible no es un concepto perteneciente a la Ciencia Económica sino un elaborado elemento de la lucha política, con ropaje seudocientífico

Procede de los lobbies verdes del IPCC (Panel Internacional del Cambio climático), de Green Peace, de Al gore, de la Comisión Brundtland, todos enraizados con la suicida moratoria del Club de Roma del año 1968.

Y la economía sostenible dijo: -ya estoy aquí

No he podido evitarlo. Me he acordado de aquella emocionante escena de Tarradellas en el balcón de la Generalitat, de aquel 23 de octubre de 1977, cuando en olor de multitudes dijo aquello de: “Ja sóc aquí”. ¿Que por qué me he ido por la cosa catalana? Debe ser el ambiente dominante después del sonado titular de todos a una, ese Fuenteovejuna a la catalana. ¿O puede que haya sido el partido del Real Madrid, un equipo de futbol, contra el MuchoMásQueUnEquipo Barcelona? Aunque no, porque no suelo ver partidos de futbol. Lo siento, no me interesan. Ni tampoco el GH y cosas así.

Quizá lo más sensato sea que lo relaciones con esa conocida fábula de Félix María Samaniego, El Parto de los Montes, que además disfruta de una saga que se remonta a Esopo (siglo VI a. C.), le siguió Horacio con su trillado latinajo, Parturient montes, nasceter ridículos mus. Efectivamente, mejor resonemos los dos últimos versos de la primera estrofa de la versión española de Samaniego: Estos montes, que al mundo estremecieron, / Un ratoncillo fue lo que parieron. ¿Y quién era ese ridículos mus que parieron los montes?: La Economía Sostenible.

No voy a negar que la tenga tomada con la Economía Sostenible y con el Calentamiento de la Tierra que lidera el desfachatado Al Gore. Recordaréis que no hace mucho publiqué dos posts sobre lo primero. Por si acaso no los recordáis, o no los habéis leído, pego a continuación los vínculos correspondientes:

http://wwwmansocoronado.blogspot.com/2009/09/el-insustentable-desarrollo-sostenible.html
http://wwwmansocoronado.blogspot.com/2009/09/el-insustentable-desarrollo-sostenible_13.html

Lo de la economía sostenible salió de la chistera mágica de ZP con ocasión del Debate de la Nación del pasado 12 de mayo. Exactamente, sobre este particular el nasceter rompió aguas diciendo:

"Se trata de aunar esfuerzos para emprender una transición hacia sectores con futuro y empleos de calidad, que primen el medio y largo plazo por encima del cortoplacismo; para apoyar los proyectos de economía sostenible vamos a proponer un fondo a través del ICO y movilizará al menos 20.000 millones entre fondos públicos y privados durante 2009 y 2010. Además los presupuestos destinarán otro fondo para estos proyectos cuya cuantía será de 5.000 millones. El Gobierno lo solicitará por procedimiento de urgencia, nos proponemos buscar un amplio acuerdo social".

Pocos días después, exactamente el día 25 del mismo mes, ZP se desplazó en un avión de la Fuerza Aérea Española –lo que provocó un debate más de esos que al PSOE le entran por un oído y le salen por el otro- para asistir a un mitin en Dos Hermanas de Sevilla, donde ante 20.000 personas sentenció que Andalucía sería la primera sostenible. ¿Verdad que parece un juego de palabras? Porque Andalucía hace mucho tiempo que es una sostenida y no un simple adjetivo futurible.

Volviendo al parto de los montes, que se produjo el pasado 27 de noviembre, en primicia exclusiva de la Ministra Elena Salgado, lo primero que uno se puede preguntar es cómo han entendido los ciudadanos la nueva magia del progreso zapateril. Creo que sería muy pretencioso por mi parte imaginar que la generalidad de las personas están en condiciones de opinar sobre tan complejo asunto, como suelen ser las cuestiones de la gran economía que, además, desde el principio se viene explicado mal, mezclando cosas encriptadas, de distinta naturaleza. Yo mismo, profesional de la economía, vengo haciendo esfuerzos, hace meses, para intentar comprender lo que se propone llevar a cabo el Gobierno y el partido que lo sustenta, con eso de la economía sostenible. Y me digo, -pero vamos a ver, ¿en qué libro de texto de la facultad venia este fascinante concepto o modelo? ¿Estará en los libros de los economistas neocons, en los de los keynesianos, en los de la Escuela de Chicago, será cosa de la Escuela Austriaca?

Ah, seguramente la clave está en la palabra sostenible, que procede del arsenal de combate de los verdes y de los del IPCC (Panel Internacional sobre Cambio Climático) de la ONU. O sea, sostenible es un gallardete distintivo de acción política. Por tanto Economía Sostenible no es un concepto perteneciente a la Ciencia Económica, sino un elaborado concepto político definidor de una forma de entender el mundo. Uno de los largos tentáculos dialécticos de los ecologistas, del Panel IPCC, de Green Peace, de Al Gore, del comando de la Comisión Brundtland (1987), de los antiglobalización, e incluso de los defenestrados de la moratoria suicida del Club de Roma (1968), etc.

Otra cosa es que indaguemos como lo han visto los que profesionalmente se dedican a informamos de los acontecimientos que se producen en nuestra sociedad. Especialmente algunos de ellos que asumen la responsabilidad de constituirse en formadores de opinión. Los columnistas especializados. Quiero decir, en un primer intento podría resultar muy ilustrativo observar cuáles han sido los titulares de los principales medios de prensa digital y de papel. Cuál su reacción, cuál su interpretación, cual su posicionamiento ante el hecho.

Y hablando de titulares, yo que soy profesional de la economía, pero no del periodismo, lo primero que debería que hacer es reflexionar sobre qué es un titular. Me voy a la web, que casi nunca me defrauda –depende de cómo se le pregunte y con qué intención se busca-, y entre las muy diversas ofertas que se me ofrecían escojo la que considero más atractiva, con el argumento de llamarse “Cursos para compartir lo que sabes”. Y respondiendo a la pregunta formulada aparece abierto el capítulo 9 de un curso sobre Redacción Periodística. Dicho capítulo trata precisamente sobre El Titular. Sin más rodeos, y con permiso de los propietarios del sitio web que identifico expresamente, pego a continuación la definición que ofrecen:

El titular es la primera toma de contacto del lector con la noticia. Debe ser atractivo para que el lector siga leyendo, por ello, sus funciones serán las de informar y atraer al lector. El titular resume el tema de la noticia pero no debe agotar la información.El titular y el cuerpo de la noticia deben tener una coherencia semántica. El titular no debe destacar una parte de la noticia a la que el cuerpo no le de importancia. A pesar de todo, no hay una coherencia lineal, por lo que el titular no será la primera línea del texto y no debe haber una continuidad narrativa entre ambos.”

Hace muchos años que ojeo y leo periódicos y revistas y me parece muy sensato lo que más arriba se dice. Pues con estos mimbres, lo que pretendo es construirme una especie de collage representativo de los principales titulares de la prensa digital y de papel o line, que al día siguiente del parto, trataron sobre el asunto de la Economía Sostenible. En total he pescado 31 titulares que supongo reflejan el estado de opinión de las redacciones responsables, que están también identificadas. En este punto, cada uno de nosotros tiene una experiencia o un pre-juicio sobre la línea editorial ideológica de cada cabecera del medio que se expresa.

Se recoge el titular principal en negrita, acompañado del cuerpo del subtitular complementario y a continuación, entre paréntesis, la cabecera que identifica al medio protagonista, sin añadir comentarios de ninguna clase.

La reacción de los medios visto por sus titulares

Economía insostenible. El anteproyecto de Ley de Economía Sostenible copa las portadas de los diarios nacionales aunque comparte espacio con la resaca de reacciones al editorial publicado por doce diarios catalanes en favor de la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña y a la primera votación sobre las enmiendas a la totalidad de la ley del aborto. (Intereconomia).

Por fortuna sólo es humo. En comparación con lo que cabía esperar, habida cuenta de la siniestra trayectoria de este Gobierno, bien podemos celebrar que el PSOE haya puesto en marcha la máquina propagandística simplemente para vender humo. (Libertad Digital –Editorial)

El cajón de sastre de la Ley de Economía sostenible. Se simplifica la creación de empresas: las más pequeñas, en un sólo día. Se equipara la fiscalidad de alquiler y compra de vivienda. Las administraciones deberán pagar en 30 días frente a los 60 actuales Los accionistas deberán aprobar los sueldos de los directivos de empresas. El número de consejeros de los organismos reguladores se recortará (El Mundo)

Ni medidas nuevas, ni estructurales: luz verde a una ley-cajón 'desastre'. M. Vázquez del Río / H. F. Calleja (El Economista.Es)

El Gobierno impondrá por ley la temperatura de bares y tiendas. No podrá superar los 21 grados en inverno ni bajar de los 26 grados en verano, según el real decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros para fomentar el ahorro de energía. (La Razón)

El Gobierno limita el nuevo modelo productivo a reformas ‘light’ de la economía. (Cotizalia)

El Gobierno pone parches a la economía para salir de la crisis. La Ley de Economía Sostenible busca renovar el caduco modelo de crecimiento en esta década. Las reformas estructurales profundas brillan por su ausencia. (J. García. La Gaceta de Intereconomía)

El mantra sostenible. Ninguna economía puede ser sostenible con déficit del ocho por ciento y el disparatado despilfarro de las autonomías españolas. (Ignacio Camacho ABC)

Otra ley para tomarnos el pelo. Como era de temer, el Gobierno ha dado a luz una ley que no sirve para nada más que para su campaña de marketing. Ahora todos sus miembros se esforzarán en vendernos que con esto, los problemas de crecimiento económico y de empleo están resueltos. (Emilio J. González Libertad Digital)

Es el momento de las reformas de verdad. (Editorial. Cinco Días)

LEY DE ECONOMIA SOSTENIBLE. El Gobierno reforma varios sectores para intentar reconducir la economía a partir del 2010. El principal objetivo es establecer principios de buena regulación para crear un marco normativo "estable y predecible" con bajo nivel de cargas administrativas. (Financiero Digital)

La economía española es "insostenible": el nuevo "hermano pobre de la UE". Los problemas económicos de España, como el paro, la deuda y el déficit, son "insostenibles" y el país se ha convertido en el "nuevo hermano pobre de Europa", los trabajadores ineficientes con contrato fijo estén protegidos". (The Economist)

La insostenible economía de Zapatero. Los cuatro millones de parados continúan siendo la única realidad que se sostiene. El Gobierno impondrá la temperatura de bares y tiendas (Periodista Digital)

La Ley de Economía sostenible, un cajón de sastre que no aborda reformas esenciales. (Y. Gómez ABC)

La Ley de Economía Verde obliga a los altos directivos a publicar sus sueldos. El anteproyecto de Ley de Economía Sostenible aprobada este viernes obligará a todas las sociedades cotizadas a realizar un informe sobre las remuneraciones de los consejos de administración y del equipo directivo, que deberá someterse a votación como un punto separado en las juntas de accionistas. (Libertad Digital)

La Ley Sostenible recicla medidas: ni nuevas ideas ni reformas estructurales. El Gobierno ha aparcado la reforma del modelo productivo. La Ley de Economía Sostenible, con la que Zapatero busca acabar con el patrón del ladrillo, incluye medidas ya anunciadas o recicladas de los dos últimos programas electorales del PSOE. (Calixto Rivero. Expansión)

Las empresas más pequeñas se podrán crear en un día. Las sociedades limitadas más pequeñas, las que tengan un capital inicial de entre 3.000 y 3.100 euros y que suponen el 80% de las que se crean en España, podrán constituirse en un día y con un coste administrativo de sólo cien euros. (Libertad Digital)

La esperada norma no acomete las reformas estructurales necesarias para sentar las bases de un nuevo modelo. Fundamenta el ahorro energético en el control del termostato. Ley de Economía Sostenible: ¿y del cambio de modelo productivo, qué? Salgado incluye algunas medidas imprecisas y otras forzadas por la obligación de cumplir las directivas comunitarias. (La Razón)

Economía sostenible. Verde no, roja. Si el arcano de la sostenibilidad ha sido desvelado en esta ley, la Salgado lo oculta al público, salvo que la clave para la nueva economía productiva sea vigilar de cerca lo que gana el presidente del Santander y su equipo directivo (Pablo Molina. Libertad Digital)

La economía será insostenible mientras esté Zapatero en la Moncloa. El último dirigente del PP en sumarse a las críticas a la vacía Ley de Economía Sostenible ha sido Javier Arenas. En su opinión, la única solución es el fin del gobierno socialista: "La economía será insostenible mientras esté Zapatero". (Libertad Digital)


NADIE SABE LO QUE ES. Rajoy sobre la nueva Ley sostenible: "sólo empeora las cosas". El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que la nueva ley de Economía Sostenible del Gobierno es la consecuencia de "una cadena de anuncios" que nunca terminan y una medida que "sólo empeora las cosas". (Libertad Digital)

Salgado dice que la ley de Economía Sostenible no es franquista y pide al PP que se sume al diálogo. La ministra de Economía, Elena Salgado, ha afirmado hoy que la Ley de Economía Sostenible está "llena de propuestas" y no es "franquista", como afirma el PP, al que ha pedido que se sume de una manera constructiva al "diálogo con todos" en el que se basa este proyecto.
(La Vanguardia)

Salgado niega que la Ley de Economía Sostenible sea "franquista". La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, negó hoy que la nueva Ley de Economía Sostenible sea "franquista", como apuntó ayer el PP, y defendió además que está "llena de propuestas". (La Gaceta)

LOS IMPAGOS PÚBLICOS, HASTA 2013. Salgado vende humo con su nueva "Ley de Economía Sostenible". La Ley de Economía Sostenible es un paquete de pequeñas reformas con deducciones fiscales a las empresas que se vende como la panacea para "cambiar el modelo productivo". La reducción de la morosidad del sector público se aplaza a 2013 y no hay medidas para reducir el desempleo. (LD)

NO DESCARTA UN CRECIMIENTO POSITIVO EN EL CUARTO TRIMESTRE. Salgado: la Ley de Economía Sostenible no es "franquista" y está "llena de propuestas" La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, ha salido al paso de las críticas del PP a la nueva Ley de Economía Sostenible y ha negado tajantemente que sea "franquista". Además, ha defendido que que se trata de una normativa "llena de propuestas". (Expansión)

SIEMPRE NOS QUEDARÁ RIGA –Esta España improductiva es el marco en el que la tasa de paro se acerca ya al 20 por ciento. Dentro de la UE, sólo nos supera Letonia. Eso es, además de un problema, un gigantesco drama humano que niega la esencia socialista del Gobierno actual. Parece que, reunidos en el «Café de Rick», como en Casablanca, José Luis Rodríguez Zapatero le estuviera diciendo a Elena Salgado: «Siempre nos quedará Riga». Humphrey Bogart e Ingrid Bergman podían aspirar al consuelo de París; pero aquí no nos lo podemos permitir. ¿Seguimos centrándonos en el Estatut, el aborto, el cine español y demás asuntos «prioritarios»? (Martin Ferrand. ABC)

Una economía insostenible. EL anteproyecto de la ley de Economía Sostenible aprobado por el Consejo de Ministros es un compendio de medidas inconexas, que pueden ser útiles en algunos aspectos, pero no responde a las expectativas que podrían derivarse de tan pomposo y ambicioso título. (Editorial. La Vanguardia)

Una hoja de buenas intenciones con un horizonte de diez años. (C. Rivero. Expansión)

UNA LEY A BASE DE OCURRENCIAS. Desde el punto de vista jurídico, estamos ante una norma con un exceso de principios generales e indeterminados. Desde una perspectiva económica, está claro que no existe un concepto riguroso acerca de qué significa «sostenible», un adjetivo que se aplica con fines de propaganda a una serie de medidas heterogéneas. (ABC)

Y ahora, una ley de Economía insostenible. EL GOBIERNO aprobó ayer un anteproyecto de Ley de Economía Sostenible que es un compendio de iniciativas ya anunciadas, buenos deseos y medidas banales que apenas tendrán impacto sobre la actividad económica. Elena Salgado señaló que el objetivo de esta norma es cambiar el patrón de crecimiento económico a un plazo vista de 10 años. Ello suena a la práctica de Josep Borrell cuando era ministro de Obras Públicas y presentaba planes de inversiones para 25 años, de los cuales naturalmente nadie se acuerda hoy. (Editorial. El Mundo)

Expresiones extraídas del sondeo de los titulares, agrupadas por su posición crítica, irónica o evasiva

Expresiones crítca-irónicas
Economía Insostenible
Sólo es humo
Cajón de sastre
Luz verde a una ley cajón “desastre”
Reformas light de la economía
Poner parches para salir de la crisis
Mantra sostenible
Otra ley para tomarnos el pelo
La economía española es insostenible
El nuevo hermano pobre de la UE
La insostenible economía de Zapatero
Salgado vende humo con la nueva ley
Siempre nos quedará Riga. Dentro de la UE sólo nos supera Letonia
Un compendio de medidas inconexas
Sostenible, un adjetivo que se aplica con fines de propaganda
Una serie de medidas heterogéneas
Medidas banales con buenos deseos a 10 años vista
Un cajón de sastre que no aborda reformas esenciales
Recicla medidas: ni nuevas ideas ni reformas estructurales
La economía será insostenible mientras Zapatero esté en La Moncloa
Nadie sabe lo que es: sólo empeora las cosas
Los cuatro millones de parados continúan siendo la única realidad que se sostiene

Expresiones evasivas
Salgado niega que sea una ley franquista
Salgado niega que sea franquista, pero está llena de propuestas
Una hoja de buenas intenciones con un horizonte de 10 años
La ley de economía verde obliga a los altos directivos a publicar sus sueldos
Las empresas más pequeñas se podrán crear en un día
Salgado incluye medidas imprecisas y otras forzadas por directivas comunitarias
Economía sostenible. Verde no, roja
Salgado dice, no es franquista y que el PP asuma el diálogo

Nada más que decir. Tan sólo que cada uno saque sus conclusiones.

viernes, 27 de noviembre de 2009

A imitación del calendario de la Revolución Francesa de 1792, a los nacionalistas catalanes no les gusta la Navidad, ni la Semana Santa.

La ola laicista pretende barrer las tradiciones cristianas de siglos.

Aunque parece que, de momento, están reculando en su pretensión de borrar las denominaciones cristianas de los calendarios festivos escolares, como buenos “republicanos” chapados a la antigua, su aspiración es arrasar con lo que no les gusta, sin preguntar. No hace muchos días circulaban por los medios su revolucionario plan, que nos recuerda aquel chistoso calendario que se inventaron los revolucionarios franceses en 1792.

El Conseller d’Educaciò, Ernest Maragall, otro hermanísimo de la política, con la coartada de que se lo habían pedido los padres de los alumnos catalanes -no dice qué porcentaje de padres- aspira a cambiar el nombre de las vacaciones de Navidad por “vacaciones de invierno”, y las de Semana Santa por “vacaciones de primavera”. Dice el Conseller Maragall que “las familias quieren desligar las vacaciones de las festividades religiosas”. Lo más divertido es la justificación que se han buscado para llevar a cabo tal pretensión que arrasaría con centurias de tradición catalana: “para repartir más eficazmente los días libres a lo largo del curso escolar”. ¿Cómo? No entiendo por qué los nombres de Navidad y Semana Santa le impiden tan peculiar “racionalización”.

Al parecer la inspiradora de tal racionalización es Lola Abelló, que es la vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y padres –en minúscula- de Cataluña (Fapac). La señora Abelló es también del Consejo Escolar Catalán. En una reunión de tal Consejo, a primero de octubre, la consejera dijo: “es útil racionalizar un calendario escolar totalmente irracional que no ayuda al desarrollo óptimo de los niños”. Pero lo bueno viene ahora: “La propuesta no nos la hemos inventado nosotros. Ya hay centros en Cataluña que la utilizan, precisamente porque sus alumnos son un 85 % no autóctonos y reúnen a 27 nacionalidades distintas”. Esta retórica, tan gastada, y como distraída, acaba por caer en incoherencias. Porque no es que los nacionalistas quieran respetar la heredad de esos niños de 27 nacionalidades. En el fondo no les gustan los que provienen de la América de habla hispana. Estos se resisten a aceptar el catalán y además en el recreo hablan en español.

¿Recuerdan ustedes la payasada de utilizar traductores en un acto institucional con una delegación de Nicaragüa? Nadie se ha atrevido a entrevistar al alguno de los asistentes nicaragüenses para preguntarles lo que opinaban sobre semejante dislate. Curioso fenómeno de apagones informativos que se extiende por España.

La verdad es que todo esto es tan absurdo, que extenderse sobre lo mismo es aburrido. Pero esta noticia me ha inspirado la idea de dedicar este post a glosar la graciosa experiencia del Calendario Republicano Francés. Era tan enrevesado, tal laico, que nunca he conseguido aprendérmelo. De modo que, al escribir sobre este tema, espero que me obligue a fijarlo en la memoria y, de camino, a divertirme.

Estamos en plena Revolución Francesa y allá por el año 1792, la Convención Nacional, bajo el poder de los jacobinos, lo impuso, y estuvo en vigor hasta el año 1806. Naturalmente, fue Napoleón, el hijastro de la Revolución quien se lo cargó. Paradojas de la vida. El poder todo lo puede; quita y pone, lo que sea. Aunque sólo duró poco más de 12 años. Ya sé que si hacen la cuenta les salen 14 años. Más adelante se comprenderá. Lo que pretendían los revolucionarios jacobinos, al igual que los catalanes pretenden, era eliminar no solo las referencias religiosas, sino crear otra “civilización”, como se verá más adelante. Otro mundo es posible.

El resultado fue un revoltillo impresionante. Olvídense ustedes de la referencia a nuestro calendario Gregoriano, aunque va a ser inevitable utilizarlo para seguirle la pista al revolucionario. Como no podía ser de otro modo, el año empezaba el 22 de septiembre de 1792, coincidiendo con la proclamación de la República. O sea, que el calendario de marras empezó un año antes de su implantación el 24 de octubre de 1793. Que lio, ¿verdad? Por eso, realmente, sólo estuvo impuesto algo más de 12 años. Pues esto no es nada.

Como hemos visto el año empezaba en el equinoccio de otoño. ¿Les suena? Haciendo la cuenta, y como los jacobinos no podía influir en el movimiento de los astros, no tuvieron más remedio que aceptar que el año revolucionario tuviera 12 meses, con 30 días cada uno. Ah, pero desaparecían las semanas. Porque los mese se dividen en tres décadas de días. O sea, no diríamos hasta la semana que viene, sino hasta la próxima década. Además, los días tenían su nombre. Nada de lunes, martes, miércoles, etc. Sino así: primidi, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y década.

Los revolucionarios jacobinos eran muy ecologistas y le pusieron unos nombres a los meses acordes con la naturaleza, bien neologismos en francés, latín o griego. Empecemos por el otoño, necesariamente compuesto de tres meses. Así, el primer mes se llama Vendimia (vendémaire), el segundo Bruma (brumaire) y el tercer mes del otoño se llamaba Escarcha (frimaire). Conviene no olvidar que cada mes tiene, a piñon fijo, tres décadas, o sea, treinta días. No es difícil imaginarse los desajustes que se producen astronómicamente en la medida del tiempo con este racionalismo creativo, como si fuera el sistema métrico decimal.

Siguiendo con las estaciones del año revolucionario, los tres meses del invierno tenían nombres tan ecologistas como Nevado (nivôse), Lluvioso (pluviôse) y Ventoso (ventôse). O sea, para no perdernos, estamos, más o menos, en enero, febrero y marzo.

Los nombres de los meses de la primavera eran bellísimos. Así, Semilla (germinal), Flor (floréal) y Pradera (prairial). O sea, a base de décadas, la primavera termina el 20 de mayo del gregoriano.

Y vamos a la última estación del año revolucionario, el verano. Tenemos el mes Cosecha (messidor), el mes Calor (thermidor) y el mes Fruta (fructidor). O sea, el año revolucionario termina el 19 de agosto.

Naturalmente estos revolucionarios cayeron en la cuenta que había que hacer algunos ajustes. Es decir que para completar un año astronómico hacen falta 5 días. En años bisiestos harían falta 6 días. Pues bien, esos 5 días empezaron empleándose como días de fiesta, al final de cada año y se les llamaba Sans-Culottides. Pasado algún tiempo los llamaban les jours compleméntaires.

Pero como aquellos creativos de calendarios revolucionarios no dejaron nada sin rebautizar, los nombres de dichos días de fiesta no tienen desperdicio. Lo diré en español, sin más. Fiesta de la Virtud, fiesta del Talento, fiesta del Trabajo, fiesta de la Opinión, fiesta de las Recompesas, y finalmente fiesta de de la Revolución.

¿Queda algo por revisar del calendario Gregoriano? Seguro que no se les ha escapado: el santoral adjudicado por el cristianismo a cada día del año. Como sería muy prolijo hacer la lista de los 365 días del año, haré unas breves pinceladas. Los días son todos de esta índole: uva, azafrán, castaña, caballo, zanahoria, brezo, corcho, etc., etc. Por ejemplo, el día de mi santo que lo celebro el 3 de diciembre, en el calendario revolucionario podría corresponder, más o menos: Frimaire, Cèdre (escarcha, cedro).
Espero que les haya divertido.

martes, 17 de noviembre de 2009

Dos tontos chocando el uno contra el otro

Normalmente cuando uno se decide a reproducir acotaciones de un artículo, las menos reproducirlo entero, suele ser debido a que se trata de un texto que nos ha llamado especialmente la atención. Si es de naturaleza literaria, por su belleza; si es de crítica política, porque compartimos su sectarismo o su posicionamiento. En cualquier caso el autor del artículo elegido conviene que sea conocido y acreditado. Es una forma de comer rueda. Si uno no acierta, la disculpa está en la intención, “compartir”, la mágica palabra con la que últimamente nos quieren conmover para que divulguemos lo que acabamos de leer en cualquier sitio de la web. O sea, el famoso “pásalo” del 13-M, víspera de la reflexión de las elecciones de 2004.

Pero he aquí que el pasado domingo día 15, me encontré en el suplemento de El Mundo, Crónica, una columna firmada por Miguel Ángel Mellado, para mí, he de decirlo con toda franqueza, un desconocido –¡debe haber tantas cosas buenas que uno de pierde!-. Y ahí está la gracia, en la sorpresa. La columna en cuestión tiene un tono divertido, aparentemente ligero, pero que luego resulta que es un perspicaz retrato de la realidad. Al final uno se dice, -caray, a lo tonto esto es muy fuerte y, además, estoy de acuerdo. El título de su algarabía, o greguería, es, ¿Un tonto jodió a un pueblo?

Siguiendo la moda del pásalo o compártelo, aspiro a que participen de esta divertida e incisiva bulla de Mellado, y después de darle vueltas, hoy lunes, he decidido pegar la parrafada en cuestión, de poco más de 400 palabras. A lo mejor los lectores afortunados de este blog también se sorprenden con el estilo de Mellado y están de acuerdo con los animados brochazos de su retrato. O, a lo mejor, no. La única pega que le pondría a la columna de Mellado está en el título; yo lo hubiera titulado: ¿Va un pueblo a dejarse joder por dos tontos? Si es posible diviértanse, y si discrepan, desahóguense en este mismo blog. Es el riesgo que tenemos que correr los blogueros. Saludos.

SÍ. Ésta es una expresión muy manchega caída en desuso, quizás porque la estolidez, hoy en día, es una condición demasiado común. Ya en todos los pueblos hay más de uno, de dos y de tres tontos. Un tonto no es un ser maléfico. Muy al contrario, suele ser una persona con buenas intenciones y con una gran capacidad para crear nuevos problemas cuando intenta hallar soluciones. La tontería tiene consecuencias exponencialmente multiplicadoras, como los átomos en la energía de fisión. Dos tontos chocando el uno contra el otro, en la cúpula de un país, pongamos por caso España, tiene efectos aniquiladores para el ánimo nacional y para el correcto funcionamiento de la sociedad que encabezan. Escribo lo anterior mientras pienso en el presidente Zapatero y en el presidente Rajoy (del PP, pero con posibilidades, tal y como está el patio gubernamental, de ser el próximo presidente del Gobierno) y pese a que el listo superviviente que todos llevamos dentro, me dice: « ¿pero qué ganas tú faltando al respeto a dos personas por las que, además, sientes afecto?» Será que uno es más tonto de lo que cree y se rebela al ver tantas tonterías acumuladas en una semana. Sobre todo, de parte del Gobierno. A Zapatero el país se le ha ido de las manos: la anécdota del desastre de la gestión del Alakrana (más vale que no acabe en tragedia) y la abstención del Partido Socialista en Gerona, en la moción para celebrar un referéndum por la independencia, son dos muestras y dos muescas del mal hacer de Zapatero. Su propio Gobierno se le ha ido de las manos: es un secreto a voces que unos ministros no se hablan con otros, con Moratinos y Chacón a la cabeza de la trifulca interna. Sólo han pasado 20 meses desde las últimas elecciones generales y parece que la agonía del Gobierno dura años. ¿Aguantará ZP hasta 2012? Seguro. En política se ha instalado el principio del corcho: gana quien aguanta. ¡Qué horror! ¿Qué haríamos si gana otra vez Zapatero? ¿Pero qué sucedería si vence Rajoy? Si en las últimas elecciones europeas la abstención llegó al 55%, se admiten apuestas para 2012. España se parece más y más a Italia: allí, los partidos históricos, la democracia cristiana y el socialista, acabaron siendo partidas (de gánsteres) y se disolvieron; allí manda la gerontocracia; aquí, de momento, se ha nombrado a un señor de 81 años para regenerar RTVE. Sólo nos falta nuestro Berlusconi.

martes, 10 de noviembre de 2009

Puntadas Ch (con hilo). Un nuevo partido político islámico. ¿Para integrarse o separarse?

De cara a la próximas elecciones del 2011 en España, se pueden observar movimientos de posicionamiento -dejemos de momento si son tácticos o estratégicos- orientados a obtener ventajas competitivas en el combate por el poder, que es lo que significan unas elecciones en un sistema predominantemente partitocrático. Ya sé que esto de la partitocracia o partidocracia es, además, un neologismo, que tampoco suele estar bien visto por los puristas del lenguaje.

Mi intención al utilizarlo es la de resaltar el indeseable desarrollo burocrático que vienen teniendo los partidos políticos. Hablo del aparato de los partidos, esa especie de politburó –“el gueto de los dioses”-. El filósofo de la política Gustavo Bueno dice que “la partitocracia constituye una deformación sistemática de la democracia. Cada partido tiene sistemáticamente que atacar al otro”. O sea, es lo contrario del pensamiento liberal ya que, de hecho, son esas oligarquías partidistas la que asumen la soberanía efectiva. Lo curioso es que cuando dentro de un partido hay gresca, lucha por el poder, se imponen leyes de silencio, otros le llaman olla de grillos, el líder supremo no se corta y lanza la amenazante advertencia de que es él quién decide los que irán en las listas. O aquella otra, tan famosa de, “quien se mueva no sale en la foto”. O sea que, está claro.

A lo que iba. Hace unos días ABC publicó un artículo por el que informaba a sus lectores que a principio de este año, segundo de la primera crisis del siglo XXI, se había fundado un nuevo partido en Granada –donde todo es posible- llamado PRUNE, o sea, Partido Renacimiento y Unión de España. Los nombres de los partidos casi siempre guardan mensajes encriptados, de forma cínica. Por ejemplo, pensemos en la extinta RDA, o sea República Democrática Alemana, de la que tanto se está hablando estos días en los que se conmemora el vigésimo aniversario del derribo del “dique de contención” ( Prof. Florentino Portero dixit), vulgarmente conocido como “caída del muro”, de tan enigmática caída. Hasta los alemanes lo han adoptado, “mauerfall”. Después de pensarlo, ¿verdad que provoca una sonrisa lo de Democrática? Pero claro, ¿quién se atreve a no auto colgarse la medalla de la democracia? ¡Pero si hay quien dice que la ONU es la sede de las democracias! Es verdad, allí las decisiones las toman a mano alzada, guardando literalmente las formas. Incluso en el Consejo de Seguridad, de los que 5 de sus 15 componentes son permanentes y tienen derecho de veto –estigmas de la vieja pernada-. Hay que reconocer que, casi en todos sitios, el ceremonial democrático ante las cámaras es perfecto.

Perdón, vuelvo al PRUNE de Granada. Este partido está promovido por un tal Mustafá Bakkach, del que los medios dicen que es un “hombre próximo a Rabat”. Su objetivo es alcanzar la cifra de 1.300.000 afiliados musulmanes. Según declaran, nace con la intención de representar a todos los musulmanes de España, antigua Al Ándalus. Además es el primero con esa vocación. Sin embargo, con mucha vista, dejan una puerta entre abierta aquellos inmigrantes que “puedan sentirse desamparados del Ejecutivo de Zapatero”, aunque no sean musulmanes. Su argumento para tal apertura es muy campanuda: “Aunque los políticos españoles digan que quieren apoyar a esa gente, ¿cómo pueden hacerlo bien si ellos nunca han emigrado y sus hijos tampoco?”

En un arrobamiento de elocuencia, no ocultan que “la base de sus principios” están inspirados en el Islam. Ante tal manifestación y previendo que algunos candidatos a enrolarse conocieran las bases de tal inspiración, aseguran que no contradice el cumplimiento de la Constitución, así como que rechazan el terrorismo como medio de hacer política. Dicho está.

Al parecer el nuevo partido islámico, que aspira a tener una amplia representación en 2011, ha iniciado su andadura con buen pie. Además de Granada, ya tienen sede abierta en Asturias, a las que se sumarán pronto, si no lo están ya, las del resto de Andalucía, Madrid, Cataluña, Extremadura, Valencia y Murcia. Dicen que algunos miembros del Gobierno no esconden su preocupación de que puedan predicar la no integración en partidos infieles. La verdad es que todo son circunspecciones, reservas, posiblemente injustas. Naturalmente ellos aseguran, a quienes las manifiestan, que no será así. De momento cabe hacerse una pregunta de cajón: qué pasará en aquellos municipios donde se sabe que serán mayoría, ¿impondrán las bases de sus principios islámicos en los consistorios y a la ciudadanía gobernada, no creyente?

Debo decir que ha sido la lectura, hoy, de un artículo en el Washington Post, del acreditado columnista Eugene Robinson titulado Failing the troops at Fort Hood. Hay que decir que Robinson es un afroamericano, pero no dice cuál es su religión, ni falta que hace. Su artículo gira en torno a la disputa que se ha formado en USA por el caso del siquiatra musulmán, mayor de las fuerzas armadas americanas, Nidal Hasan. Como seguramente muchos de vosotros recordareis, el pasado día 7 del presente, se produjo un tiroteo en la base del ejército americano de Fort Hood, en Tejas, donde el mayor Hasan, como se ha dicho en funciones de siquiatra, mato a 13 de sus compañeros resultando el mismo herido muy grave de cuatro balas.

Las preguntas que se hacen en la América de Obama es, ¿por qué el militar musulmán agredió de la forma que lo hizo a sus compañeros de armas? Naturalmente lo primero que salta a la vista es su religión musulmana. Y rastreando los del WPost han descubierto que Hasan tenía relación con un imán nacido en América, que predicaba en la mezquita de Virginia (este), y al parecer ferviente simpatizante de Al Quaeda. Para empezar, con estos datos el conflicto está abierto, lo que ha echado a rodar todo tipo de opiniones de muchos insensatos, sin haber reflexionado en profundidad sobre el caso. Sobre todo teniendo en cuenta que son miles los soldados americanos que profesan la religión musulmana.

No voy a repetir, ni siquiera glosar, la interesante reflexión que sobre el caso hace el citado afroamericano Eugene Robinson, buena ilustración de lo que sensatamente se debe hacer cuando se produzcan casos similares. Para facilitarles las cosas a los interesados, basta con hacer clic sobre el título resaltado del artículo, citado más arriba, para que se abra en pantalla el artículo en cuestión.

martes, 3 de noviembre de 2009

Una del oeste. El gatillo fácil de McComplej. El tiroteo en el Spanish Corruption Saloom.

Primera parte: la película

Vamos al cine. Imagínense ustedes a un fantasmón, con su sombrero tejano a lo Zelaya –estos son tiempos de las zetas-, con mucha pose, con fingido aire de hombre tranquilo –like a quiet man-, entrando en el Spanish Corruption Saloom. De una ojeada, descubre, en el extremo izquierdo de la larga barra a McMaton, el verdadero enemigo de cada ocasión, el causante de todos sus males, el de los nervios de acero, con la risita siempre puesta, al que siempre le rodean cuatro o cinco figurones/as artificiosos de rudos, cursis, que hacen, de acuerdo con la norma de la casa, risitas de ambiente.

El disco duro de McComplej -porque el fantasmón que entraba en el saloom era McComplej- trabaja rápido, y de un vistazo reconoce, en el otro extremo derecho de la barra, a su víctima propiciatoria. Los riesgos están calculados. Todo tiene que ser muy rápido. Porque la víctima, indefenso pajarillo, no tiene peligro. Pero se merece un castigo ejemplar por presumir de desobediente. Ya lo veo, pensó McComplej, es ese, con cara de niñato consentido que está detrás de McCoutry, uno de mis jefes de zona. Y sin pensarlo dos veces, ¡pum!, un certero disparo, entre ceja y ceja. A la víctima no le dio tiempo ni de sorprenderse.

Los murmullos del saloom, siempre ensordecedores, cesaron de golpe. El silencia se mascaba. El del “gatillo fácil” enfundó solemnemente el revólver humeante, diese media vuelta y fuese del saloom, con solemnidad bien estudiada, mientras le daba una calculada chirigota al ala delantera de su sombrero tejano, tipo Zelaya. ¿Pero qué ha hecho ese?, se oyó en el saloom una única voz que salía de la masa de clientes, en medio de un silencio espeso. En realidad esa era la misma pregunta que todos se hacían. Después, poco a poco, se fue recuperando el ambiente, hasta que el murmullo se hizo otra vez ensordecedor.

Las miradas se fueron posando, con malsana curiosidad, en el jefe de la víctima, McCountry, como esperando alguna reacción lógica. Como se ha dicho, McCountry estaba simétricamente situado al otro extremo de la larga barra en la que se hallaba McMaton y justamente delante, cuerpo a cuerpo, de la víctima. Pero su cara no reflejaba tensión, mejor diríamos, no reflejaba nada. Parecía un busto romano, quieto pero digno.

Fuera, estaban esperando la consumación de la gesta los/as pelotas de turno, los que le habían acompañado hasta la puerta de vaivén del saloom para darle ánimos al jefe. En cuanto lo vieron salir rompieron a aplaudir con entusiasmo: “Así se hace jefe. ¡Bravo! Ya era hora”. ¿De qué? Preguntó uno que casualmente pasaba por allí en ese momento.

Dentro, el de los nervios de acero, el castigador, no movió ni un músculo de su cuerpo, ni siquiera cuando McComplej inició el movimiento de desenfundar el revólver –por si acaso-. Para McMaton, McComplej era un tipo previsible y sabía, por experiencia de años, que nunca sería capaz de enfrentársele con hechos; aunque de boquilla casi siempre le ganaba. Si bien, últimamente, a fuerza de repetir el soniquete, al personal le sonaba a música celestial. McMaton ya conocía el percal. De todos era sabido que, en realidad, a su enemiga más odiada, la rubia L’Aguir, a la que jamás haría frente cara a cara, tan peligrosa, dominadora del miedo como un torero.

¿BabyCoast, el niño de las risitas con cara de consentido? La víctima. ¡Puaff! Eso estaba mascao. No pasa nada. Su jefe de zona, McCountry, es un astuto suavón, pancista, que va a lo suyo, a la poltrona; no dirá nada. Ah, pero en cuanto LoloCoubguill es otra cosa; estos individuos siempre son útiles para cumplir misiones “delicadas”; obedecen ciegamente. Es un magnífico sicario, inconsecuente y servil, ciega herramienta de su fiel protector, AlGallant, el de los ánimos oscilantes. Con el que por cierto, yo y los míos, nos entendemos suficientemente bien. Más temprano que tarde, seguía pensando McMaton, cumplirán su misión de aniquilar a esa odiosa y molesta vampiresa que, por la noche, en vez de besar muerde. Y después….irán a por McComplej. Perfecto. Y yo, luego, a por el fachendoso AlGallant.

Estas reflexiones la hacia McMaton, inclinado, con los codos apoyados en la barra, mientras le daba vueltas al vaso de whisky, mirando fijamente al fondo, ya casi vacío. Una de sus compañeras, la que estaba a su lado derecho, le dio un codazo al tiempo que le preguntaba: ¿qué te parece jefe? Chiss. Tenemos que aparentar que that isn’t our business, but todo esto trabaja a nuestro favor, jajaja. Chiss, dijo poniéndose el dedo índice sobre los labios, mientras la miraba sonriente. Años tendremos, le dijo McMaton, y se bebió de un trago el poco wisky que le quedaba en el vaso.

Entre tanto, los pensamientos de McComplej sobrevolaban jubilosamente, mientras se alejaba del saloom, cuyas puertas de vaivén seguían abanicando el aire caliente de aquel impropio día de octubre. A su alrededor, los suyos seguían jaleando su bizarría. Espero, pensaba McComplej, que este “escarmiento” en el saloom, a la vista de todos, acallará a esos que me critican, que me llaman maryweak, y cosas así, al no ser capaz ni de dar un puñetazo sobre la mesa. ¡Ahí queda ese niñato, BabyCoast! Para que vayan tomando nota esos que van por las esquinas pintando monas.

Ya sé que su hermano, OldCoast, seguía pensando McComplej, se moverá por los mentideros diciendo que no soy un verdadero jefe, que sólo me atrevo con los débiles. Jaja. Ese no tiene nada que hacer, como otros de la vieja guardia, los de las zetas, y demás; están acabados. Ya tú verás, impía L’Aguir, la que te espera con AlGallant y LoloCoubguill. Acabarán contigo. Jaja. Además, tengo ahí a mi Blanky, que por cierto, cada día está más… bienhechora, que me saca de todos los líos.

Segunda parte: la crítica cinematográfica.

No, no estoy de acuerdo con que McComplej sea un hombre manso; es un débil. Dé-bil. No hay que confundir los papeles. No hablemos de ganaderías; esas alusiones chuscas a cornamentas y ganado vacuno hay que dejarlas para los chusmetas como Respipin el ingenioso. La mansedumbre es una cosa muy seria, es una norma de acción y de eficacia y no virtud de débiles. GCooper sí podría representar al hombre pacífico, manso, pero seguro para andar por las dificultades de cualquier O.K. Corral.

McComplej nunca podría ser un hombre manso, no va con su carácter. Y se ha dicho, es débil. Porque la mansedumbre es el arte de saber perder para ganar lo que no se debe ni puede perder. Un hombre manso puede ser árbitro de la libertad. Y este McComplej nunca será árbitro de libertades, sino de intrigas y renuncias.

Por tanto, McComplej nunca podría hacer el papel de un hombre manso a lo GCooper (Cloak and dagger). Porque el personaje GCooper tiene una virtud operativa, dinámica y no una mera condición natural, superadora de las malas artes del orgullo (Man of the West, Along came Jones). Los pacíficos, los mansos, como el personaje GCooper, fomentan la libertad y la dignidad humana. La síntesis del personaje GCooper está en que domina el arte de esperar (The Hanging Tree). Además, ¿no es la mansedumbre el camino para la posesión de la tierra?

En la noche de Halloween de 2009

Ficha técnica

Personajes por orden de aparición: McComplej, McMaton, McCoutry, L’Aguir, BabyCoast, LoloCoubguill, AlGallant, OldCoast, Blanky y Respipin.

martes, 20 de octubre de 2009

Barack Hussein Obama y sus dos grandes logros: Jack y Squat

Debe ser como reacción al empacho de la “operación correazo” al PP, perdón Gürtel, por lo que vuelvo a ocuparme del innoble premio de la paz otorgado a Obama. Me resulta menos estresante y más entretenido. Porque Obama es el tercer presidente de Estados Unidos de Norteamérica –se debe concretar, porque “estados unidos o desunidos” en América hay varios- que recibe el polémico “award”. Mi primera reacción ha sido la de comparar la ejecutoria de cada uno de los presidentes Norteamericanos galardonados, respecto de los méritos que amparan tal honor. Tanto la lista del primer galardonado, el republicano Theodore Roosevelt (1906), como la del segundo, el demócrata Thomas Woodrow Wilson (1919), están bien repletas de acciones, y sobre todo de intervenciones en Sudamérica. Mientras que la de Obama está vacía. Este es el gran misterio. Pero es lógico; no ha dado tiempo a que el último galardonado hiciera méritos. Según algunos mal pensados, no hacía falta.

Para empezar, debo descubrir que estoy hecho un lío con lo del Premio Nobel de la Paz. Según el testamento del sueco Alfred Nobel, este premio fue instituido para honrar y premiar “a la persona que haya trabajado más o mejor a favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la promoción de procesos de paz”. Teóricamente está claro. Entiendo que lo que se premia es ejecutoria, hechos realizados verificables. Pero en el caso de Obama parece que se premia a las intenciones. Debe ser que como este premio se otorga en Oslo (Noruega), a diferencia de los otros premios que se entregan en Estocolmo (Suecia), los primeros tienen una “sensibilidad” especial.

Ciertamente, otorgar un premio, aunque sea a científicos cuyo currículos sean más o menos verificables por sus publicaciones y los correspondiente registros universitarios, siempre es difícil. Pero hay que reconocer que lo del Premio de la Paz tiene enjundia. Ya lo decía Cole, -el de la Historia del Pensamiento Socialista-: “ninguna idea o sistema importante puede ser definido exactamente”. No es que quiera justificar el desconcierto que produce la biografía de los galardonados a tal honor, La Paz, en los últimos años tan llenos de sobresaltos.

El Premio Nobel de la Paz empezó a otorgarse a partir de 1901 con el suizo Jean Henri Dunant, por sus trabajos en pro de la creación de la Cruz Roja. Desde entonces, hasta nuestros días, el Premios de la Paz ha quedado desierto una veintena de veces. La última vez que quedó desierto fue en 1972. Desde entonces hasta el de Obama, siempre se ha otorgado sin pausa. Nunca había habido un periodo tan largo de galardonados sin interrupción. ¿Quiere decir que en estos casi últimos 40 años proliferan los hombres –no hay mujeres en la lista- de paz? Mi madre decía que cuando se habla mucho de la paz es porque está cerca la guerra. La descripción en la historia de los Tratados de Paz abundan tanto como los de las Guerras. Van emparejados, y siempre después de la guerra de turno. Ya lo decía Napoleón “la primera virtud es la devoción a la patria”, y claro por la patria, todo, la muerte, la guerra.

Citas de grandes escritores o pensadores hay para toda ocasión. Pero resulta especialmente copioso el apartado dedicado a La Paz. La de Cicerón es paradigmática: “Si deseamos la paz, hemos de mantenernos bien armados. Si deponemos las armas nunca gozaremos de la paz”. En la misma línea se manifiesta Cervantes: “Las armas tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida”. Ciertamente la mayoría de las citas tienen este soniquete, o sea, “el imperio de la paz” de Napoleón III. O sea, siempre después de haber aniquilado al oponente. Así las cosas, estaríamos de acuerdo con Tácito: “Hacen un desierto y lo llaman paz”.

Es cierto, lo dicho más arriba destila pesimismo. También puede parecer un debate dialéctico contra la ministra Carme Chacón y sus misiones de paz. ¿Pero acaso tenemos motivos para estar optimistas después de un siglo XX como el que acabamos de dejar, y comprobar que el que ahora hemos inaugurado es más que inquietante? ¿Alguien sabe cuántos conflictos armados –lenguaje de la ONU- hay en estos momentos en el mundo? Las diferentes estadísticas, sean oficiales o de ONG, no se ponen de acuerdo. Pero son muchos. También son muchas las dictaduras que se sientan en las comisiones de derechos humanos de la ONU, incluso, en su riguroso turno, las presiden.

Es posible que todo lo anterior sea un circunloquio que hago para poder entender la coherencia de los currículos de los primeros presidentes norteamericanos galardonados, más arriba citados, y la naturaleza del galardón. Roosevelt, el gran “rough rider” –nombre del 1er Regimiento de Caballería Voluntarios durante la guerra Hispano-Estadounidense-, el conquistador de Guantánamo, intervencionista en Sudamérica, cuando convenía, el gran acusador a España por lo del Maine, que le dio gran popularidad para ser elegido. Quiero decir, con admiración, que Roosevelt ha sido uno de los mejores presidentes que ha tenido Estados Unidos de Norteamérica para sus intereses y crecimiento, por tantas y tantas cosas que no cito, pero que son conocidas, como es el caso de la creación de los grandes parques nacionales, que tantos imitadores ha tenido por todo el mundo.

Y qué decir de Wilson, otro gran intervencionista –otros los llaman imperialistas-, con su ciertamente característico espíritu wilsioniano de política exterior, que propugnaba apoyar, en los países “clave” para Estados Unidos, aquellos gobiernos catalogados como “buenos”. Su intervención en Sudamérica fue notoria; invadió México, Haití, la República Dominicana, que estuvo a punto de ser anexionada. Implantó la Ley Seca y la jornada de 8 horas de trabajo, gran cosa. Aunque algo tarde, su decisión de “intervenir” en la Primera Guerra Mundial fue ciertamente determinante para alcanzar la Paz de Versalles, como dije más arriba, los tratados de paz siempre después de una Gran Guerra.

También le acreditan sus famosos 14 puntos de la “paz americana”, entre los que estaban el germen de la creación de la Liga de la Naciones, antecedente de la Sociedad de Naciones, antecedente de las Naciones Unidas, que desgraciadamente habría que refundir nuevamente, dada la, en mi opinión, inutilidad en la que ha degenerado la ONU después de la Segunda Guerra Mundial. En este caso, en Wilson, bien hallado el galardón, incluso con sus claro obscuros. Evidentemente, en la ocasión de Wilson, el Comité del Nobel de la Paz en Noruega no premiaba futuribles, como ha sido el caso de Obama.

Entre las distintas fuentes de información que utilizo para mantenerme informado de lo que pasa y se dice en tan, para mí, interesante y admirado país, está una publicación digital que se llama Personal Liberty Alerts, que dirige Bob Livingston. Puntualmente, una o dos veces por semana, recibo una crónica ilustrativa y clarificadora de los acontecimientos que los medios tradicionales, de afinidad demócrata o republicana, nos cuentan a su aire. En esta ocasión quiero glosar una artículo titulado Innoble Barack’s Award, firmado por Chip Wood, un acreditado editor de libros sobre temas de rabiosa actualidad como es el caso de Crisis Investing.

Para arrancar con su artículo, Chip Wood aprovecha la parodia que hizo el actor Fred Armisen en un conocido programa sketch llamado “Saturday Night Live (SNL)”, precisamente 3 días antes del otorgamiento. Wood transcribe parte del sketch con cierto detalle, en un tono mezcla de humor ácido y cinismo, aunque también es posible encontrar el video en Youtube, entre otros miles de videos semejantes, todos muy críticos, sobre Obama.
Aparece el actor Armisen travestido de Obama dando uno de sus sobrios discursos delante del público americano, donde decía, más o menos: “Son los de derechas las enojadas. Creen que estoy convirtiendo a este gran país en algo que se asemeja a la Unión Soviética o la Alemania Nazi. Pero eso no es verdad.” Mientras hablaba el clon de Obama salía en una pantalla virtual una lista móvil de promesas tales como: el calentamiento global, la reforma migratoria, los homosexuales en el ejercito, los límites del poder de los ejecutivos, la tortura de presos, el cierre de Guantánamo, la retirada de Irak, la reforma sanitaria, y así sucesivamente.

Entre tanto Armisen se preguntaba “¿Qué ha hecho nuestro presidente para merecer ese Premio Nobel de la Paz después de casi un año?” Contesta Armisen travestido de Obama, ¡Nada! Pero recuerden, continua Armisen, o sea, Obama, “Yo puedo hacer lo que quiera. Tengo mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Yo podría hacer obligatorio que todos los homosexuales se casasen y exigir que todos los coches funcionen con marihuana, ¿no? ¡NO!” Luego Armisen se quedó mirando su lista en la que aparecen dos nuevos logros, dos palabras, y dice: “Pero mirando atentamente esta lista veo aquí dos grandes logros: ¡Jack & Squat! Así terminó el sketch de Fred.

Ante este final me quedé como cuando te cuentan un chiste en inglés, con abundantes palabras slang; no entendí nada. Me pregunté, ¿dónde está la gracia? Me acordé que Google no suele defraudar y busqué uno de esos diccionarios urbanos que se ofrecen en la web. Ahí estuvo la solución. Los dos logros que el clon de Obama encontró, Jack & Squat, significan, precisamente, ¡nada! Es como cuando nosotros decimos: quien tiene un tío en la Habana, ni tiene tío ni tiene nà.

Entrando en materia, dice Wood, de su cosecha, que el reglamento del Comité Nobel exige que todas las candidaturas deben estar entregadas antes de 1 de febrero. Si esto es así, quiere decir que Obama fue nominado tan sólo 12 días después de que jurara el cargo de presidente. Esto no parece razonable, por lo que Wood se pregunta “¿es que alguien se cree que esto fue lo que sucedió en realidad?”. A lo que Wood contesta imaginando una situación que le parece evidente: “El Comité Nobel rompió sus propias reglas para dar a Obama el premio”. A lo que abunda imaginándose que alguien del Comité noruego gritó que hay que respetar el reglamento, a lo que el que dirige el cotarro contestó: “No necesitamos de esas pestilentes reglas”.

Lo que sugiere Chip Wood es que cuando los elitistas de la izquierda internacional quieren honrar a uno de los suyos pueden prescindir de “esas pestilentes reglas”. Evidentemente Wood está muy irritado, no tanto con el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a Obama, como que lo haya aceptado, sin fundamento.

Después de seguir divagando descargando sus iras sobre la izquierda internacional que reconoce a los suyos, afirma, “El hecho puro y simple es que la selección de este año fue manipulada. Y está lejos de que esta haya sido la primera vez que prostituyen la noble idea de un premio de la paz, tan solo para servir a las innobles ambiciones de la izquierda”.
Para reforzar sus argumentos Wood hace un repaso de algunos de los escandalosos casos de otorgamiento de Nobel de la Paz de años recientes. “¿Recuerdan cuando en 1994 el Comité del Nobel otorgó tal honor a un ladrón, a un asesino, como fue Yasir Arafat?” Y se pregunta, “¿cómo es posible darle un premio de la paz al padre del terrorismo moderno?” Afirma Wood que un personaje de ese jaez, en un mundo cuerdo, habría sido juzgado. “En cambio, fue un visitante asiduo de la Casa Blanca, en la etapa de Bill Clinton, entre todos los líderes del mundo. ¡Qué farsa!”

Luego Wood nos zarandea para que recordemos el caso del otorgamiento del año 1973, cuando el premio fue compartido entre el secretario de Estado Henry Kissinger y el primer ministro de Vietnam del Norte Le Duc Tho, con el fundamento de los acuerdos de paz de Vietnam. Wood espeta a sus lectores preguntándoles si recuerdan como definían los comunistas el concepto de paz: “cuando toda oposición ha sido eliminada”. Esta es una frase que hace pensar en la guerra, con las armas dialécticas de la corrupción, entre el PSOE-Gobierno y oposición-PP. Continúo después de esta digresión. Y sigue Wood echando leña a la memoria: “Kissinger y su pandilla se aseguraron de eliminar toda oposición para que el poder comunista lo tomara en Vietnam del Sur. ¡Bien hecho, señor Secretario!”

Ahora Wood pasa a opinar sobre el escandaloso caso de Al Gore. Estamos en los premios Nobel de la Paz del año 2007. El párrafo que dedica a este caso es tan denso que lo mejor es que lo reproduzca integro. “No hace falta ser un asesino en masa; basta con abrir una puerta para ser honrado por el Comité Nobel. A menudo es suficiente con demostrar una devoción servil a la extrema izquierda. ¿Cómo se puede explicar la elección del ex Vicepresidente Al Gore? Incluso aunque admitiéramos todo ese pastiche de ciencia amañada deliberadamente llamado “An inconvenient Truth!”, ¿se puede afirmar con honestidad que se mereció el Premio Nobel de la Paz?

Después de la anterior andanada, Wood se despide de este modo: “Bueno, está bien, lo admito. Al Gore trabajó más para ganar que nuestro Teleprompter-en-Jefe. Hay que admitir que, a veces, los ‘liberales’ lo hacen bien.”

Como es sabido en Estados Unidos de Norteamérica, a su extrema izquierda –nada equivalente a la de aquí- , por esos extraños juegos del significado de las palabras cuando atraviesan fronteras y océanos, les llaman liberales. Es como decir que anverso y reverso son iguales.

Con este segundo y largo post sobre el innoble premio Nobel del año 2009, creo que tengo agotada la veta, por lo que espero volver sobre el intrigante asunto del “desarrollo sostenido” con dinero público, aunque en vista del escaso apoyo que ZP ha cosechado, incluso entre sus fuerzas sindicales más fieles, es posible que el asunto se muera antes de haber nacido.