viernes, 31 de octubre de 2008

La crisis económico financiera del emperador Tiberio en el año 14 (d.C.). La crisis de 2008

Después de la batalla de Accio, en el año 31 (a.C.), de Octavio frente Antonio y Cleopatra, Octavio quedó como único señor. Celebró su triunfo de forma muy generosa, a cuenta de las cuantiosas riquezas que pudo saquear de los países vencidos, Egipto y de camino Palestina. Con la inestimable ayuda de la amena e interesante Historia de Roma del periodista e historiador Indro Montanelli, que empezó a publicar por capítulos, allá por los años 50, en el anexo dominical del Corriere de la Sera; en el capítulo 39, dedicado al análisis del capitalismo romano, nos recuerda que la depresión de Wall Street del año 1929, tuvo se precedente en Roma cuando Augusto Octaviano, de vuelta de Egipto, con un inmenso botín en su carro de vencedor, lo puso en circulación con el propósito de reanimar el deprimido comercio que se encontró en la capital del Imperio. Naturalmente, esto significaba hacer política económica inflacionista, con el bien intencionado propósito de estimular las transacciones económicas.

Dicen que Agripa, amigo, inteligente general y destacado ingeniero de Augusto, tenía además buenas cualidades de consultor económico. Pero quizá lo que Agripa no supo prevenir a Augusto es que tal buen intencionado acto de generosidad estimularía también, de forma meteórica, los precios. El tesoro egipciano era muy cuantioso y el emperador quería que sus súbditos estuvieran presuntamente satisfechos. Y así anduvieron las cosas hasta la muerte de este pródigo primer emperador allá por año 14 (d. C.), a manos de su probable hijo Bruto y sus secuaces. Según estos datos, fueron muchos años los que los romanos soportaron semejante estado de inestabilidad económica.

Tiberio, sucesor del primer emperador de Roma, seguramente impresionado por semejante situación, consideró que aquello realmente no era bueno, por lo que decidió cortar por lo sano -quizá demasiado bruscamente-, quitando de la circulación toda la moneda que pudo –sería algo así como si, en nuestros días, las autoridades monetarias actuaran sobre los indicadores de la oferta monetaria M1, M3 de nuestro tiempo-. Como hoy estamos sabiendo al dedillo, ilustrados por la multitud de informes de todo pelaje que la crisis 08 está provocando, en semejantes circunstancias de sobre abundante liquidez, resulta más ventajoso endeudarse –apalancarse, como gusta decir ahora- que pagar con recursos propios. Por estas y otras varias razones, sobre las que no voy a entrar ahora, ha resultado siempre más ventajoso comprar piso que alquilarlo. ¿Será verdad, como dicen las manoseadas citas estratégicas chinas, que las crisis, además de peligro traen escondidas las oportunidades?

Resulta curioso comprobar que en el año 2006, el entonces gobernador del BDE, Jaime Caruana, llegó a la misma conclusión que Tiberio había llegado casi dos mil años antes, en cuanto a que aquella sobre abundancia de liquidez no era buena cosa. Pero su opinión, dicha en alguna de sus conferencias, que podemos encontrar en Internet, no tuvo tan buena acogida. Más bien se consideró que estaba aguando la fiesta. Aprovecho esta oportunidad para discrepar de la afirmación hecha, por digamos algunos políticos muy avisados para curarse en salud, que nadie anticipó con tiempo sobre la crisis que se avecinaba. Ofrezco a quien me lo solicite, alguno de mis directorios favoritos que guardo en mi ordenador, donde he ido almacenando, desde hace tres o cuatro años, artículos e informes escogidos, donde se llamaba la atención sobre el peligro de seguir por aquellos derroteros de regalar el dinero de forma tan generosa. Yo mismo tengo posteado en este mismo blog personal, un artículo titulado La enigmática burbuja inmobiliaria, de fecha 27 de abril de 2007, donde argumento sobre el discutido asunto de la “burbuja inmobiliaria”.

Pues el caso es que la discutida “burbuja inmobiliaria”, en realidad debería haberse llamado burbuja financiera, como finalmente está quedando en evidencia. Porque las burbujas, de lo que sean -que son aire y van al aire-, siempre las insufla la economía financiera sobre la economía real. Conviene recordar que la economía de mercado funciona sobre la parte libre del sistema económico -aunque no siempre de forma mayoritariamente libre, pues siempre quedan por ahí algunas actividades que no están liberalizadas-. La economía financiera es la parte no libre del sistema económico, que tiene que ver con el sistema de los medios de pago, que como digo, casi nunca ha sido libre, nunca ha dejado de estar regulado y controlado por el poder, los estados. De hecho, emitir dinero y controlarlo siempre ha sido uno de los rasgos de identidad del poder soberano.

Curiosamente, en la absurda forma de construir la UE empezando por el tejado, el poder de emitir y controlar el dinero –y la consiguiente posibilidad de hacer política monetaria-, ha sido una de las renuncias de poder más significativa que los Estados que la integran han llevado a cabo. La crisis 08, no muy distinta de otras crisis sufridas en el pasado, ha sido la primera que padecemos bajo el Sistema Monetario del Euro. Lo que, en mi opinión, ha sido desastroso. El tsunami financiero, como algunos medios les gusta llamar a la crisis 08, nos ha cogido con una casa que tenía tejado-euro, pero que carecía de cimientos. Es como estar con las manos atadas, incapacitados para aplicar las más elementales políticas monetarias de ajuste. Lo peor; que el ajuste que no podemos llevar a cabo en la economía financiera, habrá que dejar que se ajuste en la economía real.

El problema es que las llamadas genéricamente, con pretensiones de confusión, “instituciones financieras”, o sea, banca privada y cajas, constituyen el conglomerado de nuestro sistema bancario, donde una de las partes, las cajas, funcionan como seudo bancos, sin títulos de propiedad y que, en puridad, no podemos considerar privadas ya que dependen de consejeros procedentes de ayuntamientos, comunidades autónomas, sindicatos, partidos políticos, etc. Y, atención, al revuelo del capote veremos procesos de integración de cajas por razones, no de eficacia y reducción de costes de transformación del dinero, sino por intereses de poder autonómicos. El sueño largamente acariciado: detrás de cada presidente autonómico, una gran “institución financiera”. Una especie de remedo de BDE -en la E de España podemos imaginar cualquiera de las iniciales de las distintas CC AA-.

Las instituciones financieras actúan por delegación y con licencia explícita de las autoridades monetarias, bajo normas operativas y contables muy rigurosas, con la misión de manejar esa compleja mercancía llamada dinero, que representa el fluido vital que facilita que puedan llevarse a cabo las complejas transacciones que genera la actividad económica de todos los individuos que componen la sociedad, unas veces como proveedores y otras como consumidores.

Pero a pesar del especial empeño que siempre han puesto los llamados reguladores del sistema bancario –Bancos centrales y similares-, siempre han ido a remolque de la llamada ingeniería financiera, que los banqueros y bancarios siempre han utilizado para el desarrollo de sus negocios, para no solo tomar dinero con una mano y prestarlo con la otra, y así obtener un margen financiero en base a la masa monetaria que los reguladores admitan, sino que, desde siempre, y cada vez más, especialmente a partir de que de la banca se desgajara la parte especializada de banca de negocios –ojo, a partir del New Deal-, han esquivado la limitación impuesta por los reguladores, creando el llamado dinero bancario, materializado cotidianamente, entre otras muchas formas, en los talones bancarios, tarjetas de crédito, swaps de todo tipo, FRA (forward rate agreement), FXA (forward exchange agreement), caps, floors, collars, cylinders, contratos a plazo participativo, LBO (leveraged buy-out), paquetes de derivados, etc., etc. Esta imparable y dinámica IG (ingeniería financiera), ha llevado siempre a los agentes de los sistemas de vigilancia con la lengua fuera, de modo que, tras cada reforma del tipo de las que ahora nos pueda caer, en poco tiempo, quedaban obsoletas. En este punto se me quedan flotando algunas preguntas:


· ¿Cuánto tiempo podrán estar disputándose el terreno, en un mundo globalizado, el Euro y el Dólar?
· ¿Quién saldrá vencedor del lance, socialismo vs capitalismo, de Washington?
· ¿Se dejarán pastorear las nuevas potencias, más que emergentes?
· ¿Es posible que sobrevivan los actuales “G-n”?

En cuanto se cerró el abundante grifo proveedor del líquido financiero, la locomotora se desinfló, se paró en seco, dejando desamparados a millones de viajeros que se preguntan por qué semejante parón. Sobre esta lamentable historia del sambenito de la “burbuja” endosado al sector inmobiliario, que como es sabido cumple su estratégico papel de locomotora de la economía real -desde la edad de piedra-. Tantos han sido los palos que se pusieron en sus ruedas locomotrices, por parte de ciertos políticos populistas –que jugaban al mismo tiempo a dos barajas: "cambiemos de modelo económico", "casas para todos los jóvenes"-, que hizo que se cumpliera la clásica sentencia de “que los dioses te castiguen concediéndote lo que pides”. Y así fue como se cumplió la fatal sentencia, con lo que los responsables ideológicos y beneficiarios del enorme globo de aire –partidos políticos, ayuntamientos, instituciones financieras, CC AA, algunas promotoras inmobiliarias- se quedaron, de pronto, sin liquidez. Era la señal de que la locomotora se había parado.

¿No habría que haber tenido prevista la mágica locomotora de la “alta tecnología, investigación y desarrollo” -¿quién puede pensar que semejante cosa se puede improvisar a corto e incluso medio plazo?- que sustituiría a la menospreciada construcción? Algún día tendremos todos los datos sobre las graves repercusiones que este descarrilamiento provocado está teniendo y tendrá sobre el aumento del paro, los ingresos de los ayuntamientos, la industria de saneamientos, los fabricantes de electrodomésticos, etc. O sea, todo un tren de vagones que también se han quedado vía muerta.

Volviendo a los tiempos de Tiberio con ayuda de Montanelli, también el sucesor de Augusto cortó por lo sano, creando un gigantesco problema de liquidez, semejante al que ahora venimos padeciendo en pleno siglo XXI en todo el mundo globalizado, con nuestra crisis 08. Cuanta Montanelli que “el que se había endeudado contando con la continuación de la inflación, se encontró falto de liquido y corrió a retirarlo a las cajas de ahorro de la época. La [caja] de Balbo y de Olio tuvieron que hacer frente, en un solo día, a trescientos millones de obligaciones y cerraron las ventanillas. Las industrias y comerciantes interesados no pudieron pagar a sus proveedores y cerraron también. Cundió el pánico. Hasta el [banco] de Máximo y Vibón, que era más fuerte, no pudo satisfacer todas las demandas y pidió auxilio al [banco] de Pettio. La noticia se difundió en un abrir y cerrar de ojos [a pesar de no contar con Internet y la TV], y fueron entonces los clientes de Pettio quienes se precipitaron a su Banco con sus libretas, impidiéndole el salvamento de sus dos colegas. La interdependencia de las varias economías provinciales y nacionales en el seno del vasto Imperio [dentro de sus dimensiones, también el Imperio Romano tenía su globalización, con los problemas consiguientes que acarreaba integrar tribus-naciones y absorber las más variadas culturas], quedó demostrada por el simultáneo asalto a los Bancos de Lyon, Alejandría, Cartago y Bizancio. Era claro que una oleada de desconfianza repercutía inmediatamente en la periferia.”

Resulta impresionante leer en estos días de crisis urbi et orbi, la “crónica” que Montanelli hace de lo que aconteció hace más de dos mil años. Cualquiera diría que está sacada de algún periódico de ayer mismo.

Pero aún podemos encontrar cosas más sorprendentes en la descripción que hace Montanelli en su obra citada: “También entonces hubo quiebras en cadena y suicidios. Muchas pequeñas propiedades cargadas de deudas no pudieron aguardar a la nueva cosecha para pagarlas y tuvieron que ser vendidas en provecho de los latifundios que estaban en condiciones de resistir.”

Verdaderamente impresionante la semejanza de las escenas de entonces y de ahora. Hay más: “Volvieron a resurgir los usureros, que con la difusión de los Bancos habían mermado. Los precios se derrumbaron espantosamente.” Efectivamente, los fenómenos económicos, recogidos en la historia de la economía, se repiten una y otra vez; o sea, los seres humanos -y las instituciones financieras- tropezamos en la misma piedra una y otra vez.

Pero lo que más me impresiona como economista, es lo que dice más adelante Montanelli, que constituye una lección magistral de política económica: “Y Tiberio tuvo al fin que rendirse a la idea de que la deflación no es más sana que la inflación. Con muchos suspiros, distribuyó cien mil millones a los Bancos para que volviesen a ponerlos en circulación, con orden de prestarlos por tres años, sin intereses.” Increíble “operación rescate” que no desmerece en nada a las de Paulson, Brown, Sarkozy, BCE, FED, incluso a la de ZP.

Resulta realmente increible. Pero para evitar cualquier sospecha de manipulación, creo conveniente resaltar que, como se ha dicho más arriba, la Storia di Roma de Montanelli, se terminó de publicar en Milán en noviembre de 1957. En vista del éxito alcanzado con esta obra, la Editorial Longanesi la editó aquel mismo año en formato de libro. Desde entonces se ha traducido a todas las lenguas cultas, estando considerado como el mejor libro de texto para entender y comprender la compleja historia del Imperio Romano. Es un libro que, por su evidente interés, puede resultar difícil conseguirlo. La colección Debolsillo tiene una edición del año 2007, con traducción de Domingo Pruna, mejorable. Indro Montanelli fue Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 1996. Falleció en Milán el 22 de julio del año 2001.

Epílogo. Da miedo pensar lo que le puede pasar a la economía real globalizada, después de este río revuelto, cuando oímos a los políticos progresistas y no progresistas, que van a refundar la economía de mercado, la única parte del sistema económico seudo libre que funciona en muchos países, a cuenta del estrepitoso fallo de los reguladores del sistema financiero. Los pirómanos se meten a bomberos. ¡Qué coartada para que tengamos más estado, más intervención, más regulación! Que Dios nos coja confesados –a los creyentes, claro-.

domingo, 28 de septiembre de 2008

El enigmático número 11 en la historia de España y el terrorismo islámico reciente

El enigmático número 11 en la historia de España
y en el terrorismo islámico reciente.

La conquista de Corduba y de Toledo el día de San Martín.
Casualidad o fatalismo de los números: 11-11-711.

Según el historiador Antonio Jaén Morente, en su libro Historia de Córdoba (Librería Luque, Córdoba 1976), Mugaiz el Rumí, encontró en Corduba, quizá tras un simulacro de combate, franca la entrada, por los elementos políticos adversos a Don Rodrigo, que creyeron que los árabes no venían como conquistadores, sino como aliados. El Gobernador de Corduba se defendió por espacio de dos meses, no en la iglesia de San Jorge como cantó la antigua tradición, sino en las afueras, o sea en la Basílica de San Acisclo, hasta que al fin se entregó a el Rumí, en noviembre del 711.

Según el profesor Manuel Sánchez Martínez, de la antigua Universidad Central de Barcelona, después de la victoria de Guadalete (Barbate o Guadarranque, porque no se ponen de acuerdo), Tariq se dirigió a Toledo, procediendo [de camino] a la ocupación de las diversas ciudades de la Bética (nombre romano con el que era conocido aquel territorio antes que los árabes lo conquistaran). La discusión se plantea si Tariq, en su camino a Toledo, pasó o no por Corduba. Sánchez Albornoz dice que no, que Tariq le dejó la misión de someter a Corduba a Mugaiz el Rumí. O sea que parece que definitivamente fue el Rumí el que acabo con la Corduba romana, condenando al olvido a su fundador, el pretor de la Hispania ulterior, Claudio Marcelo, allá por año169 (a. de C.). Después se le impondría el nombre de Kortuba, hasta el 29 de junio de 1236, festividad de San Pedro y San Pablo, que fue reconquistada por los cristianos (Fernando III el Santo).

Sea como sea, el hecho es que la conquista de Corduba se realizó, en principio, por asalto por el Rumí, que era un liberto del califa al-Walid. Mugaiz acampó en la alquería de Secunda (conocida actualmente por los cordobeses como Campo de la Verdad), próxima a Corduba. Un pastor que conocía bien los contornos, explicó a el Rumí las escasas condiciones defensivas de la ciudad, así como la existencia de un hueco accesible en sus murallas, junto a la puerta de la estatua, más conocida como la puerta de Felipe II, que está delante del viejo puente romano sobre el Río Betis, ahora conocido como Guadalquivir, puente que todavía sigue prestando sus útiles servicios a la ciudad. Una vez dentro, el Rumí y los suyos sitiaron al gobernador visigodo y a los aproximadamente 500 defensores que se habían refugiado en la iglesia de San Acisclo. Tras un largo asedio el gobernador fue capturado, la iglesia tomada, tras su incendio, y Corduba confiada al control de la comunidad judía. El citado historiador Sánchez Martínez, no concreta nada sobre la fecha exacta de la toma de Corduba, y coincide, con Jaén Morente, en que, en realidad, no hubo una ocupación violenta sino capitulación.

En la Red podemos encontrar un sitio bien documentado sobre la toma de Toledo. Este sitio se denomina Ingenieros del Rey. Tiene un apartado titulado Historia Militar de España, organizado por campañas. Esta excelente organización histórica me permitió encontrar fácilmente el periodo comprendido entre el 711 al 714: la conquista del Reino Visigodo, así como la fecha concreta de la toma de la capital del reino. En la campaña del 711, Tariq, como es bien sabido, desembarcó sus tropas en el llamado Mons Calpe (latín, Monte Calpe), una de las dos míticas columnas de Hércules (ahora es conocida como Peñón de Gibraltar). Después ocupó la ciudad de Carteya, cerca de la Bahía de Algeciras, donde derrotó a Sancho al que se supone hijo de una hermana de Don Rodrigo. Luego inició el avance por una calzada romana que conducía a Sevilla. Mientras Tariq llevaba a cabo todas estas correrías exitosas por la Bética (insisto, ese era su nombre hasta entonces), Don Rodrigo se encontraba, como no, aplacando a los revoltosos vascones de toda la vida. Tres semanas más tarde, cuando le dejaron los vascones (Don Rodrigo no era consciente de la gravedad de la situación y se recreó apaciguándolos, como tampoco digo que los vascones colaboraran conscientemente con la migración del estrecho), bajó hacia el sur, por fin, por una vía romana (que maravilla de civilización, siempre se podía encontrar una a mano) que va desde Córdoba-Écija-Morón y Cádiz. Entonces, el 19 de julio (que no el 18 de julio, que es de otra guerra) se encontraron los dos ejércitos en un sitio que es conocido como Guadi Weca, cerca de la antigua ciudad, hoy despoblada, de Lacea, desde donde, hacia siglos, se exportaba el aceite de oliva a Roma. O sea, quiero decir que los árabes no trajeron el olivo a Hispania, como ahora sostienen algunos entusiastas de la herencia andalusí.

El 22 de julio comenzó la batalla. El centro de la formación militar la mandaba el rey Don Rodrigo, y ambas alas estaban al mando de los hijos del destronado rey Witiza. Otros dicen que en el ala izquierda estaba el arzobispo de Sevilla, Oppas, hermano del rey Witiza. Como podemos ver, ya entonces los cargos importantes quedaban en familia. Nada más comenzado el combate, las dos alas, traicionando a su rey, se pasaron a las filas de los musulmanes. De los leales no quedó ninguno. Ni el cadáver de aquel rey recién nombrado, Don Rodrigo, antes Ruderico, Conde de La Bética. Hay que suponer que Don Rodrigo no tenía ni idea de la terrible traición que le habían tendido los partidarios de Witiza, que le costó la vida.

Tras esta derrota, conocida tradicionalmente como de Guadalete (disputas académicas aparte), los ejércitos se volvieron a enfrentar en Écija. En esta ocasión no hubo traidores, pero tampoco hubo victoria. Consumada las derrotas de Guadalete y de Écija, Tariq avanzó hacia Toledo, la capital del reino visigodo. Unos dicen que pasó por Corduba y la conquistó, y otros dicen que pasó de largo, encomendándole la toma de la ciudad a Mugaiz el Rumí, coincidiendo también con lo dicho más arriba por otros autores. Entró en la ciudad apoyado, sin duda, por los hombres del partido witiziano, que esperaban que los mercenarios musulmanes apoyasen el nombramiento de uno de los suyos como gobernador. Pero como ya es sabido, Tariq tenía otros planes. Proclamó la soberanía del califa de Damasco el 11 de noviembre del año 711, día de San Martín.

San Martín, obispo de Tours, celebra su día cada 11 de noviembre en el santoral católico

Hay dos personajes que se repiten con frecuencia en lo dicho más arriba: el Rumí y San Martín. Sobre el primero no me propongo añadir nada más, salvo comentar que actualmente es un apellido que tiene destacada presencia, como es el caso de Consuelo Rumí, actual Secretaria de Estado de Inmigración. Seguramente muchos de los esperados lectores de este post se habrán percatado de este curioso detalle.

Pero sí es oportuno traer aquí algunas curiosidades sobre San Martín. En el santoral católico hay varios santos con el mismo nombre: de Porres, de Tours, Papa, mártires colombianos, etc. Pero el santo que ahora interesa para esta curiosidad histórica, es conocido como San Martín, obispo de Tours en el año 397, cuyo día se celebra el 11 de noviembre. Martín significa el batallador. Es un santo tradicionalmente muy venerado por los franceses aunque su origen fuese húngaro. De pequeño se fue a vivir a Italia pues su padre era un veterano militar. A los 15 años, San Martín, siguiendo la tradición familiar, ya vestía el uniforme militar. De ahí quizá lo de batallador, aunque luego cambió el uniforme por el de religioso, con tanto merito y devoción que le elevó a los altares.

Sin extenderme demasiado sobre la historia de San Martín, el caso es que aparece en Poitiers (en 732 Carlos Martel le paró los pies a los árabes), ya converso, donde entonces estaba como obispo el sabio San Hilario (que en 461 fue el Papa 46 de la Iglesia), que se encargó de profundizar en su educación cristiana. Por algún motivo que no viene al caso, San Martín, discípulo de San Hilario, fue invitado a Tours, y cuando entraba por su catedral, toda la multitud lo aclamó como obispo. Según se cuenta, aunque San Martín se negaba a aceptar tan digno cargo, finalmente fue obligado a aceptarlo. En una ocasión en la que un viejo compañero de armas le reprochaba de ser cobarde por retirarse del ejercito, contestó: “con la espada puedo vencer a los enemigos materiales, con la cruz derroto a los enemigos espirituales”. San Martín es identificado, por muchos creyentes, como el santo que cortó con su espada la mitad de su capa (la dejó en capilla) para dársela a un pobre. En latín, decir medio manto es decir capilla. Así decían: “vamos a orar donde está la capilla”, y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños salones hechos para orar.

El cerdo, la matanza del día de San Martín y la prohibición de su consumo por el Islam

Puestos a hacer cábalas con las fechas y los santos correspondientes, hablemos de la matanza del cerdo. La matanza del cerdo en España se ha realizado, tradicionalmente, entre noviembre y diciembre. Consultadas diversas fuentes sobre el comienzo de la celebración de esta enraizada tradición, cuyo acto ha congregado a toda la familia, como acto precursor de la fiestas de Navidad, la mayoría coinciden en señalar como fecha la del 11 de noviembre, festividad de San Martín, de ahí el conocido refrán de “a todo cerdo le llega su San Martín”.

Respecto a la carne de cerdo y su prohibición en el Islam, en una revista de adscripción árabe, entre otras muchas colgadas en la Red, pude informarme de los siguientes pormenores. “El cerdo es por naturaleza haragán e indulgente en el sexo, le disgusta la luz del sol, carece de energía para luchar, come casi todo lo que encuentra a su alrededor, excrementos o cualquier inmundicia”. Y sigue la información. “De todas las carnes de animales, el cerdo constituye la cuna más grande de gérmenes dañinos y el principal reservario para la infección humana”.

Con propósito de ampliar y contrastar información, aprovecho la que me ofrece otra de las muchas revistas de cultura árabe que se encuentran en la Red. “El puerco es absolutamente impuro y comer su carne, su grasa, etc., así como utilizar su piel o cualquier otra parte, está estrictamente prohibido. Dios ha dicho en diversas partes del sagrado Corán, os están vedados, lo mortecino, la sangre, la carne de cerdo y todo lo que haya sido sacrificado con la invocación de otro nombre que no sea el de Dios. Los animales estrangulados, los ultimados a golpes, los muertos a causa de una caída o cornada, los atrapados por una fiera, etc.” Y para terminar recojo una última cita: “El cerdo que divide la pesuña y no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis su carne ni tocareis su cadáver. Será inmundo para vosotros”.

El fatídico número 11 se repite en las fechas de los recientes actos de terrorismo islámico

Pero no solamente encontramos hechos luctuosos en la historia, que por lejanía en el tiempo nos dejan relativamente fríos, con el único afán de satisfacer curiosidades, sino que, inevitablemente, también acuden a nuestra memoria dos fechas que no nos dejan indiferentes y que recordamos con tristeza y dolor.

Estas fechas, ligadas también al fatídico número 11, son: las del 11 de septiembre de 2001, y la del 11 de marzo de 2004. La primera ocurrió en Nueva York, el Pentágono de Washington y el aeropuerto de Pensilvania. Como recuerdo respetuoso a las víctimas, creo oportuno traer aquí, escuetamente, el recuento estadístico que produjo semejante acto terrorista. En el World Trade Center, murieron 2.602 personas más 24 desaparecidos. En el vuelo 11 de American Airline, murieron 93 personas. En el vuelo 175 de United Airline, murieron 64 personas. En el Pentágono, en el edificio murieron 125 personas. En el vuelo 77 de American Airline 64 personas. En Pensilvania, en el vuelo 93 de United Airline, murieron 44 personas. En resumen, un total de 2.992 muertos y 24 desaparecidos.

En cuanto a la segunda fecha, la de 11 de marzo de 2004, ocurrió en Madrid. Fueron una serie de ataque terroristas en la red ferroviaria de Cercanía de Madrid, Estación de Atocha. Se trata del mayor atentado cometido en España hasta la fecha, con 10 explosiones casi simultáneas, en cuatro trenes, a la hora punta de la mañana, hora a la que trabajadores y estudiantes iban camino de cumplir con sus deberes. Este caso, además de triste, donde fallecieron 191 personas y más de 1.700 resultaron heridas, a pesar del tiempo transcurrido, está tan enmarañado que produce angustia cuando se reflexiona sobre la situación del caso y el poco conocimiento que aún tenemos de lo que verdaderamente ocurrió.

Seguramente, si se rastrea con paciencia en la Red, aparecerán todo tipo de análisis cabalísticos y ristras de causalidades en los que el fatídico número haya tenido el triste papel protagonista. Aunque sea con el propósito de relajar el mal ambiento de los dos casos más arriba descritos, recojo uno de estos fútiles análisis, relacionados con el 11-S, sobre el que se pueden encontrar otros semejantes, a miles. New York City tiene 11 letras; Afghanistan tiene 11 letras; Ramsin Yusef, el terrorista que amenazó con destruir las Torres Gemelas en 1993, tiene 11 letras; Gorge W. Busch tiene 11 letras; New York es el estado número 11; el primer avión que se estrello contra las Torres Gemelas, fue el vuelo número 11, etc., etc. Como decía el torero, acertadamente, hay gente pa to. Espero que la lectura de este post les haya satisfecho algunas curiosidades, les haya divertido al descubrir ciertas casualidades, o fatalismos ocultos, de la historia con sus nombres y fechas.

jueves, 10 de julio de 2008

El Manifiesto Pro Defensa de la Lengua Común y la Fundación Pro RAE



En el año 1998, todos los economistas que por aquellas fechas figurábamos colegiados en el Colegio Central de Economistas de Madrid, recibimos la invitación de darnos de alta como Miembros Benefactores de la recién nacida Fundación Pro RAE. Ignoro cuantos de mis colegas aceptaron, como yo mismo hice con entusiasmo, la honrosa invitación que, a fin de cuentas, representaba prestar apoyo institucional a nuestra querida Lengua Española, expresión con la que casi siempre era identificada, no sólo en nuestro país, sino absolutamente, por cualquier parte del mundo donde nuestra actividad profesional nos llevara.

Por aquellas fechas la Academia, nada castellanista, fiel a si misma, resistía los embates de los políticos nacionalistas y asociados, como en cierta ocasión lo hizo el admirado Octavio Paz, con ocasión de otro de los tendenciosos falsos debates sobre si nuestra lengua común se debía llamar castellana o española, a lo que contestó, ante un micrófono con cámara: “yo no sé castellano, yo hablo español”. A Octavio Paz, evidentemente, no le gustaban los cismas a la chilena ni similares –que el sensato presidente chileno Ibáñez zanjó en junio de 1927-. Octavio Paz, como es bien sabido, escribía y hablaba un bellísimo español con grato acento mejicano. La mejor prueba de lo que digo, sobre la postura nada castellanista de la RAE, la podemos encontrar en el prólogo de la Ortografía de la Lengua Española, en su edición de junio del año 1999, en esta ocasión revisada por todos las Academias de la Lengua Española, o sea, verdaderamente panhispánica. Conviene recordar que la primera Ortographía -precisamente así escrita- de la Lengua Española data de 1741.

En el citado prólogo de la edición de 1999, podemos encontrar abundante información de gran utilidad a los fines de este modesto trabajo que llevo a cabo en apoyo del sonado, estos días, Manifiesto Pro la Lengua Común Española, nacido oportunamente en defensa de los derechos de los hispanohablantes perseguidos por los nuevos caciques nacionalistas excluyentes. Del prologo: “El gran lingüista suramericano Ángel Rosenblat escribiría que la unidad ortográfica es la mayor fuerza aglutinante, unificadora de una amplia comunidad cultural: por debajo de ella pueden convivir sin peligros todas las diferencias dialectales. Y añadiría: el triunfo de la ortografía académica es el triunfo del espíritu de unidad hispánica”.

Si uno se toma la molestia de leer con detenimiento las casi XX páginas del prólogo, de la ya citada Ortografía de la Lengua Española del año 1999, podrá comprobar que, a pesar de que en el artículo 3 de la Constitución Española de 1978 dice que “1. El castellano es la lengua española oficial del Estado….”, en solo en una ocasión del prologo se dice, “nuestra lengua castellana o española”; en dos ocasiones se usa la expresión “hispanohablantes”; en cinco ocasiones se usa la expresión, “lengua española”. No aparece, ni una sola vez, la expresión lengua castellana para referirse a nuestra lengua común. Como digo, esto a pesar de que la Constitución llevaba ya 11 años promulgada. Cabe pensar que, entonces, la RAE se consideraba tan independiente en sus funciones fundacionales de “limpiar, fijar y dar esplendor” a la lengua española, como cabría esperar que lo fuera cualquier otra institución académica española independiente de los órganos del Estado. Ciertamente, esta ha sido la “política” seguida habitualmente por la RAE.

De sobra son conocidas las razones por las que un grupo de intelectuales han salido en defensa de los derechos de los hispanohablantes en aquellas autonomías en las que gobiernan nacionalistas integristas y excluyentes. En la presentación del manifiesto, el escritor Fernando Savater ha señalado que los firmantes solicitan al Parlamento las modificaciones o esclarecimientos necesarios de la Constitución y de los Estatutos de autonomía para garantizar "en todos los campos y en todo el territorio nacional" los derechos de quienes opten por el castellano.

No es la primara vez que se han presentado manifiestos similares en defensa de la lengua común española. Pero en esta ocasión ha tenido un efecto expansivo considerable. Pero también, nunca antes la persecución a hispanohablantes había sido tan abiertamente agresiva. En estos momentos, si le preguntamos al buscador Google por el Manifiesto en cuestión, aparecen aproximadamente más de un millón doscientos mil sitios en la red que lo mencionan, lo propagan o invitan a firmarlo. Recientemente pudimos leer en ABC, lo siguiente: “Jamás un texto de esta naturaleza había recabado tantos apoyos. Jamás había habido entre estos apoyos tantas firmas ilustres de escritores y artistas, tantas palmas y tantos laureles. Jamás se habían sumado a la iniciativa, en primera o en segunda instancia, partidos políticos en pleno, desde la cúpula hasta el último de los militantes. Lo primero, pues, que cabe preguntarse es por qué.”

Como era de esperar, también aparecen algunos anti Manifiesto, no contra el castellano o el español, sino como juego retórico para desvirtuar la iniciativa: “la lengua común no corre peligro y no necesita defensa”. Esto es lo que se podría llamar dar una burda larga cambiada. Pero está bien clara la intención del Manifiesto: son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, no los territorios ni mucho menos las lenguas mismas. Por eso, en aras de la claridad de objetivos, no está por demás reflejar aquí, aunque sea de forma abreviada, el contenido del Manifiesto, para que no haya duda de para quienes se solicita ayuda: en defensa algunas personas, algunos ciudadanos que ven injustamente cercenados sus derechos de hispanohablantes.

El manifiesto se resume en los siguientes cinco puntos abreviados:
1.La lengua española es común y oficial a todo el territorio nacional. 2.Todos los ciudadanos que lo deseen tienen derecho a ser educados en lengua española, sea cual fuere su lengua materna. 3.En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano español tiene derecho a ser atendido institucionalmente en las dos lenguas oficiales. 4.La rotulación de los edificios oficiales y de las vías públicas es recomendable que sean bilingües pero en todo caso nunca podrán expresarse únicamente en la lengua autonómica. 5.Los representantes políticos, tanto de la administración central como de las autonómicas, utilizarán habitualmente en sus funciones institucionales de alcance estatal la lengua española lo mismo dentro de España que en el extranjero.

También en el mismo medio antes citado, ABC, pudimos leer ciertas declaraciones de Víctor García de la Concha con las que justificaba su negativa a firmar el Manifiesto: "por principio", nunca firma ninguno; la Academia no entra en esto porque "se trata de un problema político”. Resulta chocante que el director de la RAE exprese una visión tan estrecha y simplista de lo que en estos tiempos se considera un acto político. En una sociedad abierta y democrática, en la era de la comunicación, y cuando quien se manifiesta es nada menos que el director de la Institución, su negativa no puede merecer otra consideración que la de, efectivamente, acto político –precisamente lo que dice pretender evitar-, tanto como lo es la negativa de Zapatero a respaldar el Manifiesto porque sabe que enojaría a sus socios nacionalistas y perdería su apoyo en las acciones de gobierno, tan político como lo ha sido el acto de poner mi firma al pie de un Manifiesto, evidentemente con intenciones políticas. Dijo Edurne Uriarte, en una de sus columnas habituales de ABC, que “el objetivo y la sustancia del Manifiesto son políticos. Los referidos a los derechos de los españoles que no pueden aprender o utilizar con libertad el español en algunos lugares de España. Precisamente el despiste del Manifiesto -continua Uriarte- está en que no identifica responsabilidades políticas. En estas condiciones el señor García de la Concha no corre peligro de cogerse los dedos. No corre peligro de ser tratado de españolazo.”

Como se puede ver, el argumento de que se está haciendo uso político del Manifiesto ha hecho mella en algunas “sensibilidades de las izquierdas comprometidas”, quienes ya se han precipitado en marcar pautas para evitar problemas con las dictaduras nacionalistas. Algunos tienen miedo a ser catalogados de españolazos. La táctica de los “sensibles” es la de fingir que el problema no existe. Mirar para otro lado ignorando la humillación de los españolazos que ven pisoteados sus derechos legítimos.

También se ha sabido que el día 12 del pasado junio, el académico Francisco Rodríguez Adrados propuso a la RAE que instara al Gobierno a mantener, en las distintas comunidades autónomas, "el carácter del español como lengua común y oficial de España". El texto se discutió los días 12, 18 y 26. Aunque muchos académicos dieron su visto bueno al texto, finalmente no fue votado por falta de quórum. Se consideró, además, que la RAE "no era el sitio adecuado para hacer declaraciones como esas, lo que significaría meterse en un terreno muy conflictivo…". El diario que vengo citando, que desde el primer momento esta tratando con especial cariño e interés el asunto del Manifiesto -afortunadamente existen otros muchos medios que hacen lo mismo-, se hizo eco, el pasado sábado, del apoyo que varios académicos, como el propio Francisco Rodríguez Adrados, Gregorio Salvador, Valentín García Yebra y Manuel Seco han dado ya al texto. Hay una ausencia importante, sin embargo, entre estos apoyos: la del propio director de la RAE, Víctor García de la Concha. Por lo que se ve, la RAE no se atreve a salir en defensa del español, más allá de cuestiones gramaticales y lingüísticas, frente a las agresiones de los nacionalismos, a los derechos y libertades de los hispanohablantes. Defender derechos y libertades de ciudadanos maltratados, no es precisamente una indignidad.

Resulta providencial, en estos momentos de confusión del sentido del acto político en nuestra sociedad y del papel de nuestra lengua común, que en estos días, Rodríguez Adrados, 85 años, ya citado más arriba, uno de los más sabios estudiosos de la Lengua Española, acaba de recoger una selección de artículos que dan muestra de su extensa sabiduría bajo el titulo Hombre, política y sociedad en nuestro mundo, donde reune sus reflexiones sobre lo que el llama “el mundo infinito de los humanos”. Pilar Ortega Bargueño (El Mundo 4 de julio) ofreció un interesante trabajo sobre este insigne académico de la Lengua y de la Historia, helenista consagrado y presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Pues bien, Rodríguez Adrados, comprometido con la nuestra lengua común, no tiene ningún empacho en pedir el respaldo al Manifiesto y en afirmar que “la mayor parte de los académicos aprueban el contenido del Manifiesto, incluso los que dicen no.”

Otro académico de la lengua que no tiene pelos en la lengua para decir las cosas claras es, Luis María Ansón, quien en su Canela Fina del pasado día 8 en El Mundo, tronaba así: “en el Congreso del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero ha vendido la primogenitura del idioma castellano por un plato de escaños. Hay que ser cínico para negar la evidencia de la liquidación del derecho de los ciudadanos a educar a sus hijos en el idioma de Cervantes en algunas comunidades autónomas.” Más adelante afirma Ansón, en respuesta al argumento esgrimido para desvirtuar el objetivo del Manifiesto Pro Defensa del Español, que no esta en peligro y no necesita que nadie lo defienda, dice: “Pero es que no se trata de defender el castellano. Se trata de defender el derecho de los ciudadanos españoles a educar a sus hijos en la lengua común de España, conforme a la Constitución votada por la voluntad general libremente expresada por el pueblo.”

Frente al argumento de los que dicen que el Manifiesto va contra el catalán, conviene recordar que, cuando en los años veinte del pasado siglo, durante la dictadura de Primo de Rivera, el catalán padeció dificultades de parte de aquel Gobierno, la Academia, con don Ramón Menéndez Pidal a la cabeza, salió en defensa del catalán. Pero mas sorprendente resulta que los nacionalistas hayan olvidado el injusto sufrimiento que les infringió el régimen franquista cuando perseguía al catalán. Con esa experiencia vivida en propias carnes, su respuesta, ahora que se sienten amos de la situación, aparece como una vuelta de tortilla, una desquite. El burladero de los regímenes nacionalistas para justificar atropellos, resulta descaradamente alto. Parece que esta Europa de nuestros afanes, que no acaba de poner rumbo en sus ensayos constitucionales, tampoco acaba de encontrar la formula de vacunarse contra el montaraz mal de los nacionalismos que tanta sangre y sufrimiento ha producido, casi hasta ayer mismo. Más bien parece, en más ocasiones de las deseadas -Kosovo, la ultima-, que los estimula irresponsablemente.

Y para terminar vuelvo por donde empecé. Después de haber permanecido con satisfacción, justamente hace ahora 10 años, en la lista de miembros benefactores de la Fundación Pro Real Academia Española, los hechos, argumentos y reflexiones anteriormente expuestos, finalmente, me han llevado a tomar la decisión de manifestarle claramente, a la Gerente de la Fundación, Dª. Monserrat Sendagorta Comendio, por correo electrónico con acuse de recibo, lamentándolo de gran manera, mi voluntad de causar baja de dicha Fundación, por la incomodidad y el desconcierto que todo aquello me produce. Que cada miembro de la Fundación haga, libremente y en conciencia, lo que crea conveniente.

jueves, 28 de febrero de 2008

Los debates de los políticos y la abdicación del cuarto poder en España

Quiero empezar diciendo que, este modelo sui géneris de debate, Zapatero vs. Rajoy, que nos ha impuesto la partitocracia con la vergonzosa abdicación de una parte significativa de la profesión periodística, en mi opinión, lo ganó Rajoy. A continuación, me fui a rastrear por los distintos medios, para contrastar mi opinión subjetiva con la de los expertos, las encuestas científicas, los formadores de opinión. Fue una desagradable experiencia. A mi mente no dejaban de llegar flashbacks de las actuales elecciones primarias que se están celebrando –curiosa casualidad- en Estados Unidos.

Antena3 TV, que no retransmitió el debate por las razones que comentaré más adelante, organizo un desfile con los directores de periódicos más destacados, dirigido por Matías Prats, para que se pronunciaran sobre quien había sido el ganador. Increíblemente, mejor dicho, fatalmente, cada director identificó a su ganador, indefectiblemente, con el partido político por el que “labora” cada día. Todo eso reforzado con los más peregrinos y tendenciosos argumentos. Así, tan fatalmente previsible, a piñón fijo. Este mismo vergonzoso panorama se pudo apreciar en todas y cada de las encuestas, tertulianos y demás peñas que salieron en esa noche mágica –la magia de las 100 verdades y un solo hecho- en los medios. Record de audiencia en nuestra historia. Todos vimos lo mismo, pero los periodistas nos contaron multitud de cuentos sobre un mismo hecho. ¡No puede ser que lo que me cuentan no coincida, en nada, con lo que yo he visto! En fin, cada oveja con su pareja. ¡Qué descrédito de las encuestas descaradamente manipuladas! Que vergüenza de formadores de opinión que no son otra cosa que la voz de su amo, de los suyos, pase lo que pase.

Dice Arcadi Espada, en su columna fija ZOOM, de El Mundo, dos días después del debate, quien se ha propuesto hostigar las conciencias de los periodistas “ausentes”: “un debate electoral no pueden organizarlo los políticos”. Efectivamente, el resultado, como bien pudimos ver, fue un remedo malo de los debates parlamentarios, y además indigno por pretender presentarlo –los políticos y su Academia de TV- como un debate de candidatos de estos tiempos.

Desde hace tiempo los ciudadanos tenemos asumido, de buen grado, que el periodismo ejerza de “cuarto poder”. Lo consiguió en dura lucha con el primer poder, mucho antes de que existieran las Facultades de Periodismo. Pero, hete aquí que, casi sin darnos cuenta, en este país llamado España, una parte significativa de los profesionales con carnet de periodismo reglamentado –que además cuenta con su Colegio profesional y su correspondiente presidente- , han renunciado a su independencia y han decidido integrarse en las distintas “cuerdas militantes” y dejarse abducir por las mitologías ideológicas. Ya sé que cada periodista tiene su “alma en su armario”, como los porteros, lo médicos, los camareros, los militares, etc., profesiones tan dignas como la de periodista, pero que cuando prestan su servicio, todos, honestamente, dejan su ideología en la percha de entrada. Cosa de honestidad profesional. Naturalmente, los más perjudicados con la renuncia de estos guardianes de la playa de la verdad, que nos protegían de la falta de transparencia de las acciones del poder político, somos los ciudadanos, que nos hemos quedado huérfanos, desconcertados. Afortunadamente, simultáneamente ha ido surgiendo un nuevo periodismo libre, e incluso anárquico, que nos ofrece la Red, hasta ahora llamado, un tanto apresuradamente, periodismo digital. Suena raro, aunque lo importante es que nos proporcione información limpia de manipulaciones ideológicas, no sometida.

Pero vale la pena seguir destilando el jarabe fuerte, pero depurativo, de la columna de Arcadi Espada a la que hacia referencia más arriba: “Sólo dos hombres inseguros de sus ideas y de su capacidad de exponerlas son capaces de imponer absurdas reglas que encapsularan el diálogo”. Y aquí viene el purgante: “Y sólo un periodismo espectral, esa soi disant Academia de Televisión, vieja antes de nacer, puede aceptarlas”.

Cuanta lágrima de cocodrilo se están echando en el pos debate, recalquémoslo una vez más, organizado por los políticos con la postura autista del periodismo. De boca para afuera, todos dicen que les apasiona la confrontación de ideas, aunque detestan esa política-espectáculo que se basa en los juicios gratuitos y prepotentes de quienes fabrican aberraciones de la verdad. Dice la vicepresidenta en ejercicio, De la Vega, con su sonrisa de siemprepuesta: “el presidente ha ganado 8 a 3 al líder del PP”. ¿Hay quién dé más? ¿Es verdad, es mentira? Y pregunto, ¿quién nos protege? Y la paradoja es que, simultáneamente, tenemos a nuestro alcance una muestra de cómo los debates deberían hacerse: Obama vs. Hillary. Los contrastes que ofrece la comparación de las simples imágenes que nos llegan por TV, revuelven nuestra conciencia. Si a la oposición le impiden que controle, como es su obligación, a base de “cordones sanitarios”, multiplataformas y pactos "tinellianos"; y el cuarto poder se apunta a las “cuerdas militantes”, ¿entonces, qué nos queda? La prensa libre digital. La esperanza.

Ciertamente, como dice Ferrer Molina en su columna fija Pulsaciones, de El Mundo: “hay personas inconvencibles, para las que Demóstenes habría sucumbido el lunes igualmente ante la sonrisa acrílica de ZP”. ¿Y los periodistas también son inconvencibles? La última historia fascinante de adhesión de artistas nos la ofrece Aute, según recoge también Molina: “personalmente prefiero sus errores a los objetivos de Aznar, ¡uy!, perdón, quise decir Rajoy”. ¡Ay!, la pachanga PAZ (Plataforma de Amigos de Zapatero); le ha faltado hablar de la guerra de Irak, del chapapote, del 11-M, de Franco, de la foto de las Azores, o sea los hitos del nuevo socialismo del siglo XXI, per secular seculorum.

Santiago González en su columna fija A Contrapelo, de El Mundo, nos recuerda una divertida viñeta de hace 15 años –cuando el primer debate electoral- de Ricardo y Nacho: “Se veía a Felipe y Aznar como dos boxeadores antes de la pelea. Entre ellos, el árbitro dice: -¡Que gane el mejor!, a lo que el público, en una sola voz, replica: -¡No, que gane el otro!”. La recuerdo. Se explica por sí sola. Pero hay otra cosa muy bien traída también por González, a propósito de que los contendientes se dedicaran a recapitular los cuatro debates de la legislatura. Se refiere González a la película Novecento, donde Bertolucci muestra a dos personajes “en una pelea sin fin, mientras se van haciendo viejos, parábola del enfrentamiento reflejo entre una izquierda y una derecha que tanto tiempo después no representan lo que fueron”.

Y para terminar, no hay más remedio que referirse a La 1. Se entiende, la primera TV con aspiraciones de única y pretensiones de neutral. En la página 23 del El Mundo, a toda plana, con el fondo de un gran número 1, una fotografía del presidente de TV1, perdón, quiero decir de la Academia de Televisión, entre Zapatero y Rajoy dándose la mano, y debajo, en letras gigantes: Ganó La 1 –caramba, ¿qué pasa con ZP y Rajoy?-. Más abajo, estadísticas de la efemérides, tales como 8.017.000 de telespectadores. Pregunto, ¿quién paga esta explosión de victoria? Cada uno que saque sus propias conclusiones. Comprendo que Antena3 TV y Telecinco TV optaran por defender la dignidad de sus profesionales, frente a la pretensión de utilizarlos como meros postes repetidores. Algunos periodistas del club de “abdicantes” dijeron: Ah, lo que se han perdido esos orgullosos. Afortunadamente, algunos periodistas llevan con dignidad, arrojo y seriedad su papel de cuarto poder.

viernes, 11 de enero de 2008

Sarko y la cambiante conjura de los formadores de opinión

Resulta curiosa observar la reacción de ciertos periodistas -a los que se han añadido últimamente escritores y políticos, en pluriempleo de cuota/cuerda impuesta- en lo referente al fenómeno Sarko. Y cito a los periodistas y demás añadidos, porque la gente de la calle no va gritando lo que opina sobre el personaje en cuestión. Hay que reconocerlo, las cosas existen si aparecen en los medios tradicionales, especialmente en la TV. Otra cosa es, si uno se decide navegar por la Red para palpar el ambiente, lo que cada vez resulta de lo más variopinto, reconfortante y ventajoso desde el punto de vista informativo. Y a propósito de este ya cotidiano fenómeno, sobre las ventajas de la comunicación digital, uno se pregunta: ¿cuál será el destino de la prensa tradicional frente al nuevo periodismo –por llamarlo de alguna manera- sin periodistas profesionales? ¿Cómo me debo considerar, yo mismo, al “postar” este texto en mi blog?

Pero volviendo al observado fenómeno Sarko, que me ha llevado a la redacción de este texto, destinado a instalarlo en mi blog, el lance me ha llegado desde un soporte de papel: El Mundo del miércoles 9 de enero de 2008. Al finalizar el repaso habitual de este medio, me ha quedado la impresión de que los columnistas y demás invitados de turno, se habían conjurado para inquirir sobre la vida sentimental de Sarko. Mejor dicho, el fenómeno de la pareja Sarko/Bruni.

Si lo pienso con detenimiento observo que hemos pasado, bruscamente, de un periodo de sorpresa y admiración del triunfador de las pasadas elecciones francesas, a otro de reproches más bien puritanos. Recuerdo como El Mundo declaró a Sarko, no hace tanto, el hombre del año, lo que, francamente, me pareció atinado. Me complació porque Sarko representa un soplo de aire fresco –perdón por topicazo-, una esperanza de renovación para la adormilada Europa, que se ha empeñado en seguir mirándose el ombligo, cuando no se entretiene en llevarle la contraria a Bush –veremos que pasa después de las expectantes próximas elecciones, si la cosa se queda ahí o es más cuestión de “anti imperialismo” al uso.

Pero como no quiero desviarme de mi propósito de desvelar la conjura referida, no me voy a entretener, ahora, en relatar las interesantes y esperanzadoras propuestas políticas que en su día hizo Sarko, que fueron celebradas por la mayoría, entre los que me encontraba, destinadas, no sólo a reflotar a la deprimida Francia, sino de esperable sano efecto para el resto de Europa.

A lo que iba. Como creo que hacemos todos, voy pasando cada página indagando aquellos titulares que me llamen la atención y especialmente las columnas de aquellos autores que habitualmente no me suelen defraudar. Así, en la segunda página, me detengo en la columna de Arcadi Espada que presenta un titular curioso: Nata montada. ¿Intrascendente? Pues no. Arcadi es un fino observador que suele acertar en sus diagnósticos. El columnista describe el caso de cómo, en una determinada ocasión, la prensa había presentado tres noticias relacionadas con el terrorismo, ante lo que concluye: “de las tras noticias relacionadas con el terrorismo la única que describía un acto terrorista era la más insignificante”. Ahora queda claro lo de la “nata montada”. Dice Arcadi: “lo más importante del periodismo no son las noticias que da sino como las monta. Nata montada, el oficio”. Es la triste realidad. Con toda modestia animo, desde este humilde blog, a que Arcadi Espada siga con su campaña de abrirnos los ojos para percibir los vicios aceptados fríamente por todos del periodismo y así impulsar su deseada regeneración.

Sigo escudriñando y, en la misma página en la que estaba, me encuentro la sección de David Torres, “A diestra y siniestra”, en la que habitualmente nos ofrece cosas interesantes. Pero en esta ocasión Torres se debió encontrar, digamos, aburrido, y no se le ocurre otra cosa que caer en la trampa de apuntarse en la lista de los defraudados por el nuevo “frívolo y exhibicionista” Sarko. Torres pone las cartas boca arriba desde su titular: Sarkozy en su salsa (rosa). ¿Pero cómo es posible que un periodista de esta categoría se ponga las gafas del filtro rosa tonto y no capte el meollo del personaje? Estimado David, se trata del presidente de Francia, un político. En fin, allá él. Como mi propósito no es repetir los irónicos reprochazos tontunos –para eso he citado el medio en el que aparece y su fecha-, sigo con mi propósito de desentrañar la conjura.

En la página 4, donde suelen situar la Tribuna Libre de los invitados distinguidos del día, me encuentro el siguiente titular en francés: “Je t’aime”, firmado por Javier Gómez de Liaño, que como casi todos sabemos es magistrado excedente. Hay un segundo titular que me da la pista sobre por donde va ir la cosa: “Nicolás Sarkozy ha sabido romper las esclavitudes de los demás para conquistar su propia libertad amorosa”. ¡Ostras! ¿Pero qué está pasando hoy en este periódico? Otra vez Sarko, pero no para ilustrarnos sobre las virtudes o los errores del político, sino más sobre los amoríos con la preciosa modelo. Caramba, nadie niega que merece un homenaje y que está de envidia.

Cada vez resulta más intrigante la presunta conjura informativa sobre el frívolo Sarko. Ciertamente, estamos ante un ilustrativo caso de Nata montada de Arcadi. Increíble. Menos mal que Liaño entretiene con estilo exquisito sobre las virtudes del sexo, el amor, el amor, el sexo. Y así, entre las incontestables virtudes del sexo/amor, descubro una referencia interesante relacionada con una carta que García Márquez le envió a sus amigos: “A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, ¡sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!”. No está mal. Al menos es consolador ver como Liaño le alaba el gusto a Sarko. Aunque no entiendo la insinuación de viejo. Si mal no recuerdo Sarko tiene sólo 54 años. ¡Cuando pienso en mi edad me desmorono!

Como la sección de Tribuna Libre suele ocupar dos páginas, resulta inevitable que me tope con la columna de David Gestau titulada Las visitadoras. Ya no hay duda: la conjura está fraguada. No necesito leer el subtítulo para percibir que seguimos montando la nata. ¡Bendito Arcadi! Dice el subtítulo: “La paz mundial depende de que la CÍA –en absoluto se refiere a la TIA- se anime a crear cuanto antes una unidad de Visitadoras –la inspiración de Vargas Llosa- reclutadas entre los personajes fashion de la moda”. La verdad es que no me ha sorprendido el abordaje de Gestau –su sección se titula Al Abordaje-. Gestau es un cachondo simpático que dice las cosas con soltura. No hay más que oírlo en la peña vespertina de Alsina en Onda Cero, para darse cuenta que le gusta conducir suelto de manos. Unas veces da, otras no, pero cae bien. En esta ocasión, por lo que se ve, ha tocado la vena cachonda. Precisamente David Gestau –de educación francesa-, si la memoria no me engaña, fue uno de los que empezaron entusiasmado con Sarko y ha terminado ayudando a montar la nata de Arcadi. Jaja. Con perdón. Cosas del periodismo de estos tiempos.

Sigo pasando páginas, bastantes, y pienso que ya está bien, por hoy, de Sarko. Pero no, allá en la página 26, descubro con sorpresa una sección para la ocasión titulada: La nueva Francia / Las promesas para 2008. Bravo por El Mundo y su corresponsal en París, Rubén Amón. El titular, con letras grandes –perdón por dejar ver mi ignorancia de la jerga periodística-: “Sarko retoma las riendas”. Ahí queda eso. Lo de “retoma” está muy bien. Las manos de Sarko han pasado de mimar la cintura de su amada Carla –con todo respeto para la futura primera dama de Francia- a tomar las riendas de la eterna Francia.
En mi opinión, el corresponsal Amón ha hecho un excelente trabajo. En el subtítulo se puede leer: “El presidente francés finiquita las 35 horas, evade las cuestiones sobre el poder adquisitivo y anuncia una revolución de la televisión”. Debajo aparece una expresiva fotografía de Sarko enfrentándose a las enjundiosas preguntas politico-económicas de los periodistas. También hubo algunas sobre el tema rosa, las menos, pues los/las interpelantes corrían el riesgo de que el presidente los/las dejará plantadas como pasó en USA con la entrevistadora de la CBS. Más abajo, un utilísimo recuadro con un resumen de los “puntos clave de su política exterior”: diplomacia de reconciliación, la defensa de la lengua, derecho a la energía en los países árabes, ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU –ojo, incluir a Alemania, Japón, Brasil, la India y, ahí va, Sudáfrica-. Ojalá lo consiga, sería el camino para que la ONU deje de ser una inutilidad.

No quiero dejar de citar también la políticas de Sarko para el interior, orientadas a crear una nueva Francia -quién las cogiera por aquí-: solucionar la crisis del hogar de bolsillos vacíos, la televisión pública sin publicidad, utilizar a los Nobel Stiglitz y Amartya Sen para establecer nuevos parámetros de medición del progreso –no para propaganda de imagen-, fuera las 35 horas –hay que trabajar más-, fuera el sanedrín del G8 –si acaso ampliarlo con la India, China, Rusia y Brasil, México y Sudáfrica. Y para colmo, un concepto interesante, nada fantasmal, de civilización. Dice Sarko: “hay que cambiar las formas de trabajar, de producir, de aprender y hasta de vivir. Porque ése es el proyecto de la civilización”. Estas son las vitaminas que la UE necesita urgentemente para fortalecer nuestra valiosa y universal civilización. Sí, en nuestro mundo total, globalizado con ayuda de las tecnologías -Internet, miles satélites, los teléfonos móviles, la TV digital, etc., sólo hay una civilización. Lo otro son culturas de nuestro tiempo, otras de la edad media pero mortalmente amenazadas por las anteriores tecnologías citadas, pero tambien hay culturaletas y ciertas OSG -o asea, organizaciones si gubernamentales. ¿Hay quien dé más?

Y me pregunto con asombro: ¿como es posible que ciertos analistas políticos profesionales, sean periodistas o escritores reconvertidos no quieran ver la entidad del mensaje de Sarko y estén a la caza de las minucias rosas? Resulta sorprendente que quienes presumen de liberados y liberales se conviertan en estrechos puritanos de moral de bragueta. Clinton siempre me pareció un presidente intrascendente, un convidado de piedra, inmóvil ante los problemas que le tocó lidiar y que se los dejó en herencia al odiado Bush –amigo de Aznar, jaja- . Y no lo digo por lo de la mamada. Enjuicio al político.

Algunas posturas son un caso clínico. Voy a referirme a uno –naturalmente no voy a dar nombres, es lo de menos- bastante representativo del fenómeno encanto/desencanto hispano de Sarko. Una tertuliana, joven, guapa, no periodista, o sea, escritora reconvertida, representativa de la nueva hola invasora en el mundo total del periodismo, que siempre ha exhibido la imagen de mujer liberada, moderna, de nuestro tiempo, etc., etc. Pues bien, en la tertulia de turno, en la que salió el caso Sarko –que junto con el de los obispos, eran los temas estrella de ese día-, manifestó, más o menos, que no soportaba el exhibicionismo de Sarko con la modelo; que su comportamiento era impropio de un presidente; que le resultaba frívolo e indigno. Cuando uno de los de la peña le recordó a la escritora tertuliana los cínicos casos ocultos de Mitterand el polígamo, que ocultó a su hija hasta después de muerto, o de Chirac, etc., se revolvió con rabia y manifestó que prefería ese modelo cínico de los presidentes citados, al de Sarko. Punto. O sea, juicio sumarísimo de condena por el pecado imperdonable de la bella Carla. O sea, mantenella e non enmendalla. Es lo que hay.

Que cosas pasan. Da que pensar, y me pregunto: ¿acaso han hecho mal Sarko y su amada Bruni en anunciar, a pecho descubierto, que se han comprometido a no mentir? Me imagino la cara de asombro que habrán puesto la mayoría de los políticos de profesión del mundo total al oír semejante provocación.