sábado, 4 de agosto de 2007

Curioseando en el "Saco bendito" de Raúl del Pozo


Son varias los posts que figuran en este blog que están dedicados a comentar alguna columna de Raúl del Pozo (RdP). Para evitar resultar empalagoso no voy a repetir los méritos por los que, en ocasiones, le dedico especial atención a sus develamientos. Tan sólo decir que la columna que nos acarrea en esta ocasión se caracteriza por esos tirones de la manta en los que no se deja nada en el teclado, o títere sin cabeza, sin reparar en la categoría de, o los, protagonistas analizados, que es como si lanzara todo lo que tiene dentro sobre asuntos candentes, que están en boca de algunos y en la mente de muchos. Ya sé que en muchas esquinas de la prensa digital se escribe a calzón quitado, con frecuencia irresponsablemente. Pero son muy pocos los que se atreven a gastarse estos desplantes en un medio de la difusión que tiene El Mundo (“El saco bendito”, 2-8-07). No digo yo que en pleno mes de agosto, cuando la parroquia esta dispersa físicamente y mentalmente, facilite ciertos desahogos sin preocuparse de mirar alrededor.

Menudo repaso le dedica al joven juez Torres y a sus malayos. Dice RdP que el juez en cuestión es “duro, frío, que lee novelas de Pérez Reverte, juega a la PlayStation y sigue a Los Simpsons”. RdP tiene la habilidad de decir que dicen, otras veces de referir hechos, y de nunca cogerse los dedos, que no es cosa menor, como diría el otro. El caso es que, según parece, al juez valiente, que fue de pesca a Marbella, se le han escapado los “tiburones peregrinos”, esos privilegiados a los que se le ha aplicado el In dubio pro reo. O sea, en caso de duda, a favor del reo; porque a RdP le gusta adornarse, de vez en cuando, con algún que otro latinajo. Y no es que RdP diga que el juez duro “sólo haya pescado chanquetes”, o sea malayos. Pero si dice que dicen que que no ha “escarbado en las cloacas”. También dice que Ángeles Muñoz –por cierto, doctora en ciencias-, o sea la nueva alcaldesa del PP en Marbella, avisó cuando sólo era portavoz de su partido, “que Roca tiene padrinos en la Junta de Andalucía”.

RdP explica por que titula su columna, con reticencia, “El saco bendito”, en lugar del llamativo y amarillo “sambenito” que el Santo Oficio le ponía a sus reos. Como según dice RdP, al juez que le gustan Los Simpson, detesta a los paparazzi, y por eso ha entregado a los “chanquetes” sospechosos, o sea los reos de la justicia civil, a los espectadores y telespectadores que los “acosaban con insultos”. Y añade RdP, supongo que de motu proprio, que el juez que lee las novelas de Pérez Reverte, “que es hijo putativo del Garzón, ha administrado la prisión preventiva con sadismo y ha puesto el saco amarillo a muchos que quedarán exentos”. Pero no queda ahí la cosa: “No ha colocado ni corchetes ni pulseras a ningún político de los que cobran comisiones”. Que bochorno, leerlo así de claro. Es que a RdP le gusta la cirugía curativa. Y a mí también.

En definitiva, el juez que juega con la Play, que “ha tenido el apoyo del sanedrín de los ropones”, “deja el juzgado número 5 de Marbella después de haber empapelado a los malayos y de echar a la papelera o a la trituradora algunos autos que tenía preparados”.

Francamente, aunque sea de vez en cuando, sienta bien que alguien, sin recurrir a frases vacuas, políticamente correctas, trate las cuestiones sin velos vaporosos, con sentido, de modo que podamos enterarnos el resto de los ciudadanos mortales. Las cosas claras. De eso se trata.