viernes, 22 de julio de 2011

El descendimiento de Carvaggio enfrenta a Sinde con Rouco Varela

De arriba abajo. Los modelos de ingeniería social de la ministra de Cultura socialista.

La ministra socialista de “cultura”, del Gobierno de Zapatero, ha hablado ex cátedra delante del Arzobispo de la archidiócesis de Madrid, Rouco Varela, en un alarde irreprimible de poder moralista –tic de izquierdas. Por si no habéis tenido ocasión de leerlo u oírlo en algún medio, la ministra en ejercicio ha espetado: “La fe religiosa no pertenece a un solo modelo de hombres”. Conviene recordar que en los “modelos” de Gobierno socialistas nunca falta un ministerio de “cultura”, en los que se lleva a cabo la ingeniería de diseño social a imponer de arriba abajo.

Por eso, cuando la ministra de cultura dice que la fe religiosa no pertenece a un solo modelo, nos recuerda algo básico en el catecismo marxista: la fe en el Gran Hermano. Esta historia me recuerda ese "modelo" latinoamericano, el del cipotillo (niño Jesús) guerrillero, con sus santos consagrados de arquetipo Che. O sea, el modelo oficial se constituye en referencia obligada a imitar y reproducir entre la ciudadanía. ¡Cuidado! Ciudadanía, es un término que ha degenerado para referirse al conjunto de ciudadanos como cuerpo único, con voluntad única, o sea, una muchedumbre.

¿Verdad que en las sociedades verdaderamente democráticas el modelo nace de abaja a arriba, o sea, de la voluntad de los ciudadanos?

Son muchas las preguntas que semejante ejemplo de exuberancia de materialismo científico izquierdista sugiere: fe, religión, hombres, mujeres y modelos……. Por sí mismos los asuntos concernidos, mal traídos, demuestran que la ponente está empapada de ideología tendenciosamente anti cristiana. La frasecita es de “catecismo” marxista. Pero sobre todo la expresión “modelos de hombres”. Ahí es nada.

O sea, según la académica sentencia típica de cursos de verano para socialistas, el “modelo de hombres” –me extraña que la ministra haya dejado fuera a las mujeres, a los jóvenes, jóvenas, niños y niñas-, tal como robots de serie, los humanos pertenecemos fatalmente a un modelo de diseño correspondiente.

Recordemos que el concepto de modelo es un instrumento artificial de trabajo utilizado para el análisis económico, matemático, de negocios, sociológico, atómico, etc. O sea, construcción artificial de arquetipos de referencia ejemplar.

Amigos lectores de este post. ¿Os habéis preguntado a qué modelo humano pertenecéis? Maldita la gracia que me hace, que como hombre libre que soy, consciente de quien soy hoy, vengan a leerme el “catecismo” del Gran Hermano, para endilgarme el angustioso modelito.

Llegado a este punto, final,diré que soy muchas cosas, y entre esas, católico. Estoy en ello libremente. No es fácil procurar conscientemente que esas muchas cosas sean coherentes entre sí.