lunes, 12 de octubre de 2009

Un Nobel de la Paz a la medida de Obama

El pasado viernes por la tarde, recibí un mensaje de un amigo por el que me provocaba para que opinara sobre lo del Premio Nobel de la Paz a Obama. Así, a bote pronto, le contesté según el texto que adjunto a continuación, en un lenguaje coloquial. Al principio pensé que me había pasado. Hoy, después que han transcurrido tres días, me confirmo, tranquilamente, en lo dicho. Haciendo una pausa en mi serie sobre Desarrollo sostenible –sostenido, con dinero de los contribuyentes-, creo oportuno dejar este testimonio en mi blog.

Amigo, sobre Obama le diré un par de cosillas. El Nobel de la Paz está absolutamente desprestigiado. Es casi una ofensa. Puede que no sea tan listo y se olvide de que es el presi de USA. Pretenden atarle las manos cogiéndole la palabra vana. Tiene una larga lista de compromisos y tareas que tiene que resolver: Cuba, Afganistán, Irán, Israel-Palestina,.......Si fuera alisto -necesariamente tiene que serlo- no lo aceptaria. Si lo acepta, todo lo que diga y haga le compromete y corre el peligro de caer en el pozo negro del desprestigio que tienen los que le preceden. Obama no puede caer en la trampa que le tienden de que sea perfecto, ni creerselo. Si como supongo los otorgantes lo han sondeado antes para saber si aceptaría, ha picado por vanidad. Si acepta vale menos, como estadista. Necesita tener las manos libres dado el camino que le queda por recorrer. Que sea la próxima vez y demostrara valor. Los otorgantes son sospechosos de precipitación e inoportunidad. Otra cosa sería si hubiesen esperado, al menos, que hubiese cumplido un mandato y llevado a cabo algo de la larga lista que todo el mundo mundial espera expectante. Amigo, se diga lo que diga, este premio -¿premio o castigo?- está terriblemente contaminado. Insisto, le han tendido una terrible y peligrosa trampa. ¿Será que los otorgantes saben que es vulnerable por ahí y están tanteándolo? Estoy expectantes por ver lo que dicen mañana las columnas de opinión de USA, según el color del medio. Saludos, Francisco