martes, 14 de diciembre de 2010

Wikileaks y las guerras cibernéticas

Lo único sensato es aprender a pelear en el espacio cibernético”. (Carlos A. Montaner)


El pasado 7-12-10, con ocasión de vincular y comentar un video de la americana FoxTV que se titulaba Wikileaks continuará, en mi perfil de facebook, lo acompañe con el siguiente comentario: Evidentemente en el mundo de las comunicaciones electrónicas será difícil que las arbitrariedades –por decirlo de un modo suave- de los gobiernos queden sin saberse. Claro que reconozco que, a corto plazo, tales actos de “piratería” informática entorpecen la gestión de los gobiernos. Pero a medio plazo, y como mucho a largo plazo, serán imparables para el bien de los ciudadanos y de la democracia.

Cuando pasó un rato consideré que había estado un tanto precipitado en no alinearme con la mayoría que estaba en contra de wikileaks; mucho me temo que me voy a quedar solo, pensé. Para mi tranquilidad, posiblemente al día siguiente, me encontré varias columnas de opinión que coincidían en lo básico con la mía exhibida en facebook. Entre dichas opiniones deseo destacar una firmada por Borja Bergareche. Analiza el asunto de wikileaks como un fenómeno de los nuevos tiempos de Internet, de donde destaco la siguiente afirmación: «la única manera de terminar con las filtraciones es eliminar el secreto de la vida de los gobiernos».

Pero la guinda que me ha empujado a escribir este post ha sido una columna de Carlos Alberto Montaner que figuraba en el diario La Gaceta del pasado domingo día 12-12-2010, titulada “Wikileros” al ataque.

Carlos Alberto Montaner, nacido en la Habana, Cuba, en 1943, reside en Madrid desde el año 1971. Es uno de los periodistas más leídos del mundo hispánico. La revista Poder calculó en seis millones los lectores que semanalmente se asoman a sus columnas y artículos, reproducidos en docenas de diarios y revistas. Ha publicado unos veinticinco libros de ensayos y narraciones. Divide su tiempo entre Madrid y Miami.

Me hubiera gustado pegar en este post las señas del citado artículo para satisfacción de los interesados en el tema. Pero, curiosamente, el diario La Gaceta no lo reproduce en su edición de Internet. Aprovechando que conservo el ejemplar de papel de dicho día, y considerando que el asunto es de especial interés, y dado también la especial relevancia del escritor cubano, haré un breve resumen del citado aleccionador artículo.

Empieza su columna Montaner diciendo, “estalló la guerra en el mundo virtual”. Comenta como han surgido enseguida los partidarios de Julián Assange, que están haciendo de las suyas atacando a los gigantes norteamericanos. A este grupo de nuevo guerrilleros Montaner los llama, “wikileros”.

Los wikileros están especialmente enfadados por la detención de Assange en Londres, acusándole de en extraño delito sexual del que, según dicen los suecos, aconteció en su país. Los detalles del delito sexual son tan peregrinos que el casi siempre serio Juan Manuel de Prada dedica su columna de hoy en ABC al asunto con el divertido título de La Violación Assange: “…el esfuerzo de credulidad que exige aceptar los cargos esgrimidos contra Julián Assange, a quien una señora o señorita sueca acusa de haberla violado «mientras dormía» con él en su misma cama. /../ A partir de ahora tendremos que llamar «violación Assange» a esta nueva modalidad de delito sexual, tan superferolítica y estupefaciente.”

Sigue diciendo Montaner que “Los wikileros mañana pueden paralizar el Banco de Londres o la Volvo de los suecos”. Más adelante advierte que “Estamos ante la primera guerra mundial cibernética”, cuyos guerrilleros están “…más cerca de Woody Allen que de Rambo”. “No están atados ni a banderas ni a naciones. /../ Crecieron en el territorio salvaje de Internet, donde (afortunadamente) no hay leyes ni control.”

Lo mejor de la breve columna de Montaner aquí glosada, es el último párrafo que no tiene desperdicio. “Mientras más se esfuerce Washington en silenciar a Assange, más vida tendrán estas historias y más guerreros de Internet saldrán a recoger la antorcha. Lo único sensato es aprender a pelear en el espacio cibernético. La guerra del futuro ya llegó.”